Tengo 40 años y en julio del año pasado conocí a una mujer. Dos meses después, la relación llegó a la intimidad. No supe más de ella hasta hace pocos días, cuando me dijo que estaba embarazada. Me chocó la noticia, porque ella tiene cinco meses de embarazo, y no me salen las cuentas, más aún porque desapareció y volvió como si nada. Si ella dice la verdad, asumo mi responsabilidad, pero deseo estar seguro y someterme a una prueba de ADN. ¿Cómo decírselo a ella sin que se sienta ofendida?
Alberto,
Guayaquil

Mi estimado amigo, por su descripción de la situación, la relación que ha entablado con la dama en cuestión ha sido de tipo ocasional y no tiene características formales, por lo que como el hombre adulto que es, asumo que conoce de los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección para evitar un embarazo no deseado y otros inconvenientes de salud.

Dicho esto, su malestar también podría provenir de no haber sido muy cuidadoso en este aspecto, a lo que se suma la conducta de esta dama de alejarse durante este último tiempo y ahora regresar con un embarazo en curso, luego de tantos meses. Es sin duda muy sospechoso y ha alentado su incertidumbre y sus alarmas sobre la legitimidad de esa paternidad.

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Sin embargo, su temor a replantear la situación y esclarecerla supongo que se refiere a su creencia de que decir su molestia o verdad equivale a ser agresivo, desagradable o poco delicado. Y esto es del todo incorrecto.

Decir la verdad o comunicar a las otras personas sus molestias es sinceridad, lo cual alimenta y fomenta las buenas relaciones, porque es una buena forma de darse a conocer a los demás. Lo que no se debe hacer es confundir la sinceridad con grosería, eso es otro asunto.

Recuerde que es su derecho el saber la verdad sobre la paternidad de ese supuesto hijo, y que en este caso la duda es muy razonable, toda vez que usted no ha mantenido una relación estable con la madre de ese bebé. Por lo que le recomendaría que examine mejor el porqué tiene ese enfoque sobre expresar su molestia. Decir su verdad no debe ser considerado nada malo, a menos que lo que pretenda con ello es causar daño o malestar a la otra persona.

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Probablemente le preocupe más el cómo decírselo a la dama. En ese caso, le recomendaría que comience por dejar de suponer cosas. El suponer lo que la otra persona desea solo alimenta su inconformidad y no le aporta ninguna certeza, solo le suma malestar. Además de que también es posible que ella tampoco tenga certeza sobre la paternidad de ese niño y esté desesperada.

En la misma línea, si cree tener sentimientos negativos de inconformidad, decepción, rabia u otros hacia esa persona, lo mejor será liberarse de ellos, escribiéndolos en unas cartas en las pueda ordenar esos pensamientos, liberarse de la ansiedad que le producen y mantenerse más sereno, antes de hablar con esa persona sobre lo que está sucediendo.

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Recuerde que es muy importante expresarse de manera asertiva con ella, por lo que para lograrlo, recuerde estas pautas:

  • Hable en primera persona (desde su yo), es decir, exprese sus ideas y posibles soluciones desde su punto de vista.
  • Evite juzgar, criticar o responsabilizar a la persona de la situación, enfóquese en plantear soluciones, no insista en pedir explicaciones sobre lo que sucedió.
  • Exponga su criterio y posible solución de manera serena, clara, evite los rodeos que solo contribuyen a confundir a su interlocutor, para que se aclaren las cosas.
  • Siempre exprese sus ideas de manera respetuosa y empática, recuerde que son personas adultas que tuvieron intimidad sexual consensuada.
  • Establezca sus condiciones y límites, esto último solo es posible cuando se ha podido expresar su malestar de forma clara y respetuosa.

Así la persona sabrá a qué atenerse y usted se sentirá libre de la presión que le representa estar frente a la incertidumbre de una posible paternidad.

Su comunicación adecuada seguramente logrará la aceptación que busca para la realización de la prueba de paternidad y alguna explicación que los ayude a ambos a llegar a un buen acuerdo.

Si lograra tener la certeza de ese embarazo, entonces podrá ejercer sus derechos paternales y podrá seguir pensando con propiedad en su función y responsabilidades paternas.

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Y si por el contrario, la persona llegara a negarse a la prueba, entonces usted bien podría hacer otra lectura de esa negación, que sería el confirmar sus sospechas frente a esa paternidad y estaría en libertad de tomar las acciones pertinentes de acuerdo con la situación. Le deseo mucha suerte.

Dra. Glenda Pinto Guevara,
psicóloga clínica, terapeuta cognitivo conductual, máster en TBE (Terapia Breve Estratégica).
Telfs.: 232-4066, 099-961-2322.