¿Taleggio para las pastas, manchego con las tapas y queso de cabra para las tartaletas? Los quesos abren un mundo de posibilidades y sabores, sea para acompañar un desayuno, un almuerzo o un aperitivo. Sería imposible imaginar una vida sin queso.

Solo hay que saber cómo encontrar el queso perfecto para cada ocasión.

“Hay quesos que a simple vista no manifiestan todas las virtudes que tienen para ofrecer”, dice Melanie Koithahn, que trabaja como sumiller de quesos en Alemania. “Lo mejor que uno puede hacer cuando va a la tienda es hacerse asesorar y degustar los diversos sabores”, explica.

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Koithahn recomienda comprar siempre un trozo entero del producto escogido en lugar de fetas o cortes, “porque eso hace que se conserve mejor el sabor” y, además, no comprar grandes cantidades para almacenar. Lo mejor es tener siempre quesos frescos.

Una vez en casa, lo ideal es conservar el producto debajo de una quesera de tipo campana o lata, “y guardarlo siempre con su respectivo envoltorio para evitar que se formen cultivos de gérmenes o que un queso tome el aroma de otro”, indica la experta.

Un queso italiano como el parmesano es ideal para rallarlo sobre la pasta.

El queso es un ingrediente perfecto en muchas ocasiones, y Melanie Koithahn sabe cuáles son las mejores combinaciones y modos de preparar cada variante.

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A la hora de gratinar, por ejemplo, pueden servir muchos tipos de queso. Lo decisivo es el contenido graso, ya que “debería tener al menos un 45% de grasa sobre la materia seca para ser un gratinado perfecto”, explica Koithahn.

Si uno quiere utilizarlo derretido, la diferencia también la hará el contenido de grasa y el sabor. “En ese caso también se aplica la regla del 45% de grasa sobre la masa seca”, dice la experta. “Puede ser un brie, un queso azul, un Gouda o un queso de montaña”.

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Desde ya que el más conocido es el parmesano, pero en las casas especializadas de quesos tendrán las otras variedades menos comunes. De todos modos, el parmesano no deja de ser exquisito y prestarse tanto para una buena cena como para hornear.

La fondue de queso no solo se acompaña bien con pan blanco, sino también con papas pequeñas.

Y por último, es innegable que el queso es un elemento fundamental al preparar pastas. “Los italianos son la elección perfecta para un plato de espaguetis”, apunta Koithahn.

El gorgonzola, el taleggio, la mozarela y el parmesano son imbatibles. Solo hay que saber si queremos utilizarlo para la salsa o de cubierta coronando el plato”.

Talvez la combinación del queso con papas sea menos común que con las pastas, pero también ofrece una gran gama de posibilidades. “Para las papas el queso crema o el untable son ideales, pero también pueden acompañarse con un gratinado de Gouda, queso de los Alpes o quesos con hierbas, nueces y especiados”, dice la especialista.

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“Las papas pequeñas peladas van muy bien con el queso de fondue o como guarnición para una tabla de quesos. Eso sí, ¡no puede faltar una buena ensalada para refrescar el paladar!”.