Tocar, oler, sentir frío o calor, vivir experiencias con todos los sentidos es algo que nunca podremos tener con la virtualidad. Quienes estamos un poco cansados de hacer vida frente a un monitor, sentimos la necesidad de movernos como antes. “Pero ¡qué más queda!”, pensamos. Miramos con resignación esta realidad y pensamos qué inventarnos con tal de dinamizar un poco nuestra vida sin correr mucho riesgo.

Instagram, con sus eficientes algoritmos que parecen leer la mente, me ofreció varias veces una publicidad que sin duda llamó mi atención. Luego de investigar de qué se trata y leer comentarios de las experiencias de los usuarios, decidí traerlo aquí. Se trata de https://adventure.mypacer.com, un sitio web que ofrece retos virtuales con medalla incluida por un costo promedio de $ 30. Las camisetas tienen un costo extra.

Los hay para recorrer el camino del Inca, Venecia, Londres, Roma, el Gran Cañón, París, Río de Janeiro, Chichen Itza, Nueva York o incluso todo el sistema solar. Puedes correr también para apoyar el esfuerzo que realizan algunas organizaciones que protegen la vida salvaje.

Sin necesidad de viajar a ningún lugar, haces la carrera a tu ritmo y por tus calles. En una app vas registrando tus logros, esta te lleva virtualmente por los caminos de tu ruta y, al concluir tu reto, recibes una medalla por correo convencional. De esa forma cualquiera puede jugar a correr maratones, medias maratones o pequeñas carreras solos o en grupo, con el estímulo que tienes cuando te inscribes en una carrera.

Es cierto que no hay nada como la experiencia real de recorrer y conocer lugares nuevos. Pero hasta que eso sea posible, ya sea por la pandemia o por las consecuencias que estas han dejado a su paso, los recorridos virtuales han sido un gran estímulo, incluso para entrenar recorridos que podríamos desear hacer en el futuro. De esta forma, la virtualidad podría convertirse en una manera de proyectarnos a la realidad. (O)