Queridos lectores, espero que este inicio del año 2022 esté lleno de salud, proyectos e ilusiones, ingredientes clave para poder ser próspero y feliz.

El tema de hoy nace de la inquietud de varias parejas, quienes, aunque se aman, no saben cómo discutir de forma constructiva y suelen terminar ofendiéndose.

Toda discusión es realmente el intercambio de puntos de vista diferentes sobre alguna situación. Esto es enriquecedor, ya que nos permite conocer la manera en la que nuestra pareja interpreta lo que se vive. El problema aparece en el momento en que alguno de los miembros de la pareja se siente o es atacado.

Ahí se inicia un proceso de escalada de ataques y emociones negativas, y las consecuencias suelen generar un impacto fuerte en las personas. Por lo general, lo que precipita una discusión es el mal uso de la comunicación, ya que lleva a muchos malentendidos.

Pelearse es natural, pero hay que aprender a hacerlo bien, con respeto y de una forma sana y constructiva.

Discusiones de pareja, reglas para pelear

Es muy necesario que la pareja cree reglas para cuando se presentan situaciones incómodas o algún miembro de la pareja se comporte de forma irascible y saque de quicio al otro.

La regla #1 para pelear. La primera regla para que una discusión de pareja no explote en un gran problema es haber establecido previamente unas reglas para discutir entre los dos. Estas pueden dejarse por escrito o ser parte de los hábitos familiares.

  1. Evitar palabras ofensivas o hirientes.
  2. Si la situación está entrando en un nivel de furia, apártese.
  3. No insultos.
  4. Evitar agravios y comparaciones con otras parejas.
  5. No se pelea en viajes ni a la hora de dormir.
  6. Generalmente las personas actuamos como si nuestra ira nos diera licencia para decir lo que se nos antoja, y eso es destructivo.

Algunas de las familias con las que trabajo terapia familiar sistémica acostumbran tener una copia escrita con las normas en un lugar en que lo vean todos.

Regla #2: aprende a parar. Aprender a detener nuestro enojo y saber cuándo frenar la discusión es una destreza que debemos adquirir. Las parejas felices son aquellas que pueden expresar su disgusto o mantener opiniones opuestas sin que se lastime la relación. (O)