Los tres cocteles playeros más famosos del mundo son mojito, daiquirí y por supuesto la piña colada. Todos ellos tienen un ingrediente dulce en común, y no me refiero al azúcar, sino al ron. Esta bebida espirituosa que proviene de la caña de azúcar puede ser elaborada a partir de la melaza o directamente del jugo de la caña, nació en las islas del Caribe y se convirtió en la favorita de los hombres de mar.

Hay una estrecha relación entre el ron y los piratas, ellos siempre lo llevaban en los barcos, estaba incluido como parte de las provisiones. Recordemos que en esa época no existían formas de conservar los alimentos, los navegantes morían por consumirlos dañados y además el agua no era potable, lo que les provocaba enfermedades. Entonces encontraron que agregando licor en pequeñas cantidades a las reservas de agua alargaba su vida. Luego, los bucaneros le atribuyeron propiedades medicinales y según ellos, prevenía el escorbuto, la gripe y eliminaba el estrés. Esto último no lo dudo.

El ron en esa época era transportado en barriles que una vez consumidos se llenaban con agua de mar para hacer contrapeso en los barcos. Al regresar a puerto se usaban nuevamente lo que hacía que la bebida tuviera sabor salado. Con este dato curioso en mente se me ocurrió recrear su sabor en una versión más moderna, puse sal fina en el borde de un vaso corto, hielo, ron añejo y una rodaja de limón. Rico coctel lleno de contrastes, salado, dulce y ácido.

En la actualidad los rones de más alta calidad se elaboran a partir de la fermentación del jugo de la caña, que luego se destila y se la coloca en barriles para su añejamiento. Esta crianza puede ser en barricas estáticas (pruebe el ron colombiano Parce, 12 años), como se hace con el whisky, o en sistema de soleras (pruebe el ron guatemalteco Zacapa 23), como el brandy, en donde las barricas son colocadas una encima de la otra y comunicadas entre sí. Se llena la de arriba con el nuevo licor y se saca el líquido de la de más abajo.

En cualquier caso para el añejamiento es importante el tipo de barriles que se usen, pueden ser de roble americano o francés, nuevos o usados (normalmente con bourbon, jerez, brandy, coñac e inclusive whisky). La madera al igual que lo hace con el vino aporta con características únicas que le darán al ron parte de su propia personalidad.

Existen tres tipos básicos de ron: blanco, dorado y añejo. El blanco es más seco y pasa por un proceso especial de filtrado. El dorado ya tiene paso por barrica, es más dulce y especiado, tiene notas de manzana y canela. El añejo, que es el que pasa muchos años en contacto con el roble, destaca por la dulzura de su aroma, notas de vainilla, especias y un delicado sabor que acaricia la boca. Hay que tener en cuenta que la botella declara el ron que más tiempo pasó por barrica, si la botella dice 12 años quiere decir que una parte tuvo ese tiempo de crianza, pero el resto es más joven.