Por algún tiempo en las afueras del Edificio de Artes y Ciencias del Museo Smithsoniano de Washington D. C. yacía un imponente sarcófago romano encontrado en las afueras de Beirut en 1837. Según ciertas fuentes, en dicho sarcófago estuvieron por un tiempo los restos del emperador Alejandro Severo, que gobernó el Imperio romano entre el 222 y 235 de la era cristiana.

El sarcófago anduvo de un lado a otro hasta que en 1845 fue donado al Instituto Nacional del Gobierno estadounidense en la esperanza de que en él se depositen los restos del presidente Andrew Jackson –para muchos un “héroe y patriota”-, quien se encontraba ya muy enfermo. Jackson, en una histórica carta, se negó a que sus restos yazcan en un sarcófago construido para un emperador romano; sus convicciones republicanas, dijo, le impedían que su memoria quede asociada a una tumba que era símbolo de una monarquía. Una objeción interesante tomando en cuenta su imagen autoritaria y despótica en el proceso de reconstrucción que siguió a la Guerra Civil.

‘Doce Césares’, libro escrito por Mary Beard. Foto: El Universo

El anterior es un episodio de los muchos que registra la historia sobre cómo la humanidad ha asociado las imágenes de los emperadores romanos con la representación del poder y su influencia en el arte y la cultura. Este es el tema central del último libro de la afamada clasicista Mary Beard, Doce Césares (Trad. Silvia Furió. Edit. Crítica, Madrid, 2021, p. 456). En la obra, Beard analiza cómo, durante más de dos milenios, los retratos de los ricos, famosos y poderosos han sido modelados en cierta forma siguiendo los rostros de los emperadores romanos, y en concreto de los llamados Doce Césares que, siguiendo al historiador Seutonio, van desde violento y audaz Julio César hasta el cruel Domiciano.

El libro está lleno de ricas imágenes que le ofrecen al lector un vasto panorama de la presencia en el imaginario de Occidente de las figuras de personajes tales como Augusto o Nerón para representar la sagacidad o la caricatura de quienes están en un momento determinado en la cúspide de la gloria. La autora estudia la mirada con la que a partir del Renacimiento artistas han representado al poder de su actualidad con un ojo en los césares romanos y el otro en la realidad de sus días.

El libro puede ordenarse a la casa editorial o a las principales librerías españolas. (O)


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