El cine del apocalipsis ha tenido innumerables visiones y peor ahora con los héroes de Marvel salvándonos –o llevándonos a un destino final–. Pero también ha habido incursiones genialmente satíricas como la del director Stanley Kubrick en Dr. Insólito o cómo aprendí a no preocuparme y amar la bomba (1964). No mires arriba no tiene el toque electrizante de Kubrick, pero es una muestra de lo que acontece en nuestra era digital. Y por eso nuestra portada con DiCaprio, un actor que escoge proyectos cinematográficos siempre que estén vinculados a sus creencias sociales. No mirar hacia arriba implica en este filme no ver la realidad.

Es un tema que en el reportaje se aborda en paralelo a la vida del actor, un hombre que ha militado en numerosos movimientos ecológicos, en los cuales se incluye la fundación que él financió y que motivó su apoyo a las políticas ambientales en las Galápagos y la Amazonía. Si hay alguna figura internacional que merezca un reconocimiento del Gobierno ecuatoriano por su solidaridad hacia conflictos ligados a la salvación de nuestros recursos naturales es Leonardo DiCaprio.

En su película hay la mirada plena, tan necesaria. Allí se habla de un mundo que se conecta más a lo que se ve en las pantallas de los celulares y las redes sociales como si esto fuera un oráculo infinito. “Si puedes hacer lo que mejor haces y ser feliz”, dice Leonardo, “estás más adelantado en la vida que la mayoría”. Hacer lo propio en beneficio a los demás es la gran meta. (O)