Queridos lectores, ¿se han visto alguna vez dudando de una decisión? Me imagino que sí. Hoy vamos a compartir las razones por las cuales a una persona le cuesta tomar decisiones.

Entre ellas podemos mencionar que piensan que se van a equivocar, tienen un elevado nivel de ansiedad, no confían en sí mismos, piensan en la opinión y aprobación de los demás respecto a su decisión, tienen problemas para asumir responsabilidades, buscan primero estar bien seguros de la decisión que van a tomar y que esta les dará los mejores resultados. Algunas veces una persona no toma decisiones porque no tiene claros sus objetivos o lo que quiere lograr.

En la mayoría de las ocasiones, la combinación de los siguientes factores está implicada en nuestras indecisiones:

  • Miedo al fracaso: Existen personas que no se permiten el más mínimo error y consideran que siempre deben ser competentes en todo lo que hacen. Por eso, sus decisiones deben ser perfectas.
  • No saber ver varias alternativas: Las cosas no son blancas o negras.
  • Falta de confianza en sus habilidades para resolver problemas: Algunas personas entran en ciclos repetitivos, es decir, una vez que han tomado una decisión vuelven a atrás y comienzan de nuevo todo el proceso para volver a elegir, generando niveles altos de malestar emocional.
  • Estilos educativos dictatoriales: El modelo paternal autoritario hace que los hijos no reciban un entrenamiento para tomar decisiones a lo largo de su desarrollo personal, por lo que llegan a su vida adulta sin saber decidir. Esto es porque han aprendido que las cosas ya están decididas por otros.
  • Estilo evitativo de afrontamiento del malestar: Algunas personas rechazan tomar decisiones porque se niegan a aceptar el malestar que puede llevar implícita dicha tarea. De esta manera, a corto plazo reducen su malestar, pero a la larga este es mayor, y además no adquieren herramientas para solucionar los problemas de manera eficaz.
  • Falta de madurez: A veces se fantasea con la situación ideal aun sabiendo que hay una realidad.
  • Tendencia a la procrastinación: Si lo puedes resolver hoy, ¿por qué dejarlo para mañana?

Una práctica saludable es tomar decisiones sencillas todos los días, esto le irá dando la experiencia para tomar decisiones en circunstancias más importantes, el miedo y la inseguridad irán desapareciendo poco a poco y se fortalecerá la confianza en sí mismo. (O)