El fin del estado de excepción llegó felizmente también a la Feria Internacional del Libro en Guayaquil, que al igual que en otros años vuelve a invadir el Centro de Convenciones.

Gracias a la perseverancia de la Empresa Pública Municipal de Turismo, la agenda de este año parecería no haber sido afectada por la pandemia, pues habrá desde el miércoles cinco días de actividades que cubrirán los variados intereses del público lector, no solo porque estarán presentes las librerías más conocidas junto a las independientes, sino porque las conferencias, podios y clases magistrales con visitantes internacionales se alternan con la presencia de escritores locales que ahora tienen un repunte global, como la llegada de Mónica Ojeda desde su residencia madrileña. Y destacamos la presencia de la uruguaya Fernanda Trías, a quien entrevistamos.

El hábito de pasear por esos rincones y estanterías como que nos devuelve una adrenalina que a veces perdemos en la virtualidad. Esto es un objetivo de Cecilia Ansaldo, la directora del evento. Mucho de lo que se presentará al público allí también estará en streaming, pero es vital para muchos de la concurrencia el conocer personalmente a los escritores y la consiguiente firma de alguna edición. Nunca olvidemos a Alfonso Reyes: “Los libros son como la libertad, el refugio de los pecadores. Y vivirás para ir satisfaciendo a cada uno de estos lobos hambrientos, tu ingenio y tu conciencia. Y ellos se disputarán el señorío de tu alma”. (O)