Cuando estaba esperando dentro de la oficina de Gloria Gallardo Zavala, empecé a escuchar rezos que venían de afuera. Me incorporé y noté que era un grupo de empleados, en su gran mayoría mujeres, junto con la presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales del Municipio de Guayaquil. Me dijeron que es un hábito de Gloria antes de empezar sus labores.

Se suponía que esta entrevista debía ser rápida, pero no se pudo. Gloria tiene mucho que decir. Articula muy bien cada palabra, su lenguaje corporal delata su faceta de comunicadora, algo que forjó cuando se desempeñó como reportera de noticias en Ecuavisa y directora de Canal 4 y TC Televisión, desde 1979 hasta 1992.

Dejó el periodismo, cuenta, para unirse a la gran cruzada cívica por Guayaquil como directora de Promoción Cívica en la alcaldía de León Febres-Cordero, iniciando su carrera en el servicio público. “Guayaquil era una cloaca y yo no podía aceptar esa realidad y dejar ese legado a mis hijos, y desde entonces empecé a trabajar con amor y pasión por mi ciudad”.

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En este octubre, Guayaquil festeja 202 años de independencia y una de las personas que se han destacado en la promoción del turismo de la ciudad es, sin duda, Gloria Gallardo.

¿Qué ha cambiado de la Gloria que veíamos con escoba en mano en los barrios incentivando programas cívicos a la Gloria Gallardo de hoy impulsando el turismo de Guayaquil?

En esencia nada. Eso sí, el espíritu ha crecido, el amor se ha agigantado, el compromiso de servir a mi ciudad no tiene límites. Por lo tanto, la Gloria Gallardo que empezó con un trabajo cívico tan hermoso que era rescatar la ciudad de Guayaquil y sus valores cívicos sigue vigente, pero renovada y con más fuerza para seguir trabajando y amando mi ciudad.

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"Me interesa seguir haciendo el bien y escribir mi testimonio ante la historia”. Foto: Zaky Monroe.

¿Hay un cambio entre el guayaquileño de entonces y el de hoy?

Claro que sí. Trabajamos intensamente ocho años en la alcaldía de Febres-Cordero como directora de Promoción Cívica con la campaña “Ahora o nunca, Guayaquil vive por ti”. Así fuimos a las mingas, vinieron los desfiles, vino todo. De allí pasé a ser concejal de Guayaquil en la primera administración de Jaime Nebot. De allí me retiré y pasaron once años. Luego volví para hacer lo que me gusta. Nebot me llamó para que vuelva a dirigir la Promoción Cívica, le dije que era necesario trabajar con la Dirección de Turismo para hacer una campaña cívica y que la gente conozca la transformación de su ciudad y así reactivar el amor y el orgullo por nuestra tierra, porque nadie ama lo que no conoce . Jaime me respondió: ‘No hay director de Turismo, ¿lo quieres?’. Le dije que sí. Y así juntamos las dos direcciones. El 1 de julio de 2013 inicié mi labor creando la marca turística Guayaquil es mi Destino. Al año, para apoyar mi gestión, Jaime decidió crear la Empresa Pública de Turismo y Promoción Cívica y acogiendo mi solicitud se creó el Buró de Convenciones y Visitantes de Guayaquil, para convertir a Guayaquil en un destino de ferias, congresos y convenciones.

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La gente ha comentado sus trajes típicos y hasta disfraces... ¿Cuántos tiene?

Ya ninguno, todos los he regalado. Para mí no son disfraces porque yo hice algo que para mí era realmente importante: rescatar la tradición, la cultura y la identidad de una ciudad y para poder hacerlo empezaron los desfiles, trabajé con las escuelas, con los colegios, con los rectores, con todos para levantar esta campaña. ¿Y qué sucedió? Logramos rescatar las fechas cívicas, el 9 de octubre que estaba olvidado, la historia de Guayaquil, las verbenas, retretas, el pasillo, la gastronomía. Yo me vestí de guayaquileña antigua para que todos sepan que esa fue nuestra forma de vestir, parte de nuestra identidad y de nuestra tradición. Desde esa época 1992 hasta hoy las niñas y jóvenes lucen orgullosas su vestido celeste y blanco portando sus sombrillas.

¿Qué rescataría del Guayaquil antiguo?

La filantropía. El Guayaquil antiguo era pequeño, indudablemente había mucha unidad. Pero el madera de guerrero y el valor, la generosidad y solidaridad están vigentes y lo demostramos cuando sacamos adelante a Guayaquil y ahora con la pandemia. En definitiva, las características del guayaquileño se conservan. Cada vez que revisamos la historia, todo lo que pasó en el 9 de octubre, lo que pasó el 24 de mayo, cuando los guayaquileños entregaron sus vidas y sus bienes por la libertad para llegar a Pichincha. La Junta de Beneficencia, la Sociedad Filantrópica del Guayas, la Sociedad de Beneficencia de Señoras son una muestra de la filantropía de los guayaquileños que debe continuar.

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¿Qué cambiaría del centro de Guayaquil?

Cambiaría mucho... la oscuridad, el abandono de muchos lugares, entre ellos el bulevar 9 de Octubre que se ha desmejorado; la plaza del Centenario. Porque son símbolos de nuestra libertad, son sitios icónicos, de nuestra historia, nuestra identidad. Quisiera que no hubiera edificios vacíos, bodegas, que haya más vida, que la gente, así como va a la calle Panamá, visite el centro. Y sobre todo que la gente vuelva a vivir. Se requieren incentivos como excepciones de impuestos, para que vengan los inversionistas y se pueda rescatar el centro y todos los edificios patrimoniales maravillosos que debemos recuperar. El centro es la vida de una ciudad, es la memoria colectiva de Guayaquil.

Gloria Gallardo Zavala, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales del Municipio de Guayaquil. Foto: Zaky Monroe.

¿Qué lugares de Guayaquil recomendaría a un turista visitar?

Indudablemente el Malecón 2000, porque es un ícono; Las Peñas, porque es ahí donde nació nuestra ciudad; el cerro Santa Ana, Puerto Santa Ana, el malecón del Salado, el parque zigzag. Recorrer los museos, la calle Panamá, el Museo del Cacao. Hay que mostrar el espíritu e identidad de la ciudad.

¿Dónde le recomendaría almorzar a un turista de paso?

Uy, no me diga eso porque la gastronomía de Guayaquil es de una excelencia y de un asombro que usted no cree. Rescatamos las huecas que forman parte de nuestra identidad. Por ejemplo, con Raíces, Guayaquil se convirtió en un destino gastronómico. No le puedo dar un lugar para comer porque todos son maravillosos, pero vayan a comer un encebollado, una guatita, un arroz con menestra con carne asada y patacones... Le puedo dar fe de que los visitantes extranjeros dicen que no entienden por qué todavía no podemos estar al nivel de Perú, ya que contamos con una gastronomía deliciosa y más diversa.

Ante la pregunta ¿cómo quisiera que la recuerde la historia?, Gloria se puso emotiva: la voz se le rompió y los ojos se le humedecieron.

Como una guayaquileña que amó su ciudad con pasión, con amor y que la sirvió con total desinterés. Con un compromiso eterno por su grandeza, que continúe como cuna de la libertad y que su legado se mantenga eternamente.

Más proyectos para Guayaquil

Gloria es católica, se persignó y hasta pidió a Dios que le diera el conocimiento necesario y la guía para poder hablar bien durante esta entrevista.

En un cargo de mucha responsabilidad como el de promocionar turísticamente a Guayaquil, ¿le ha traído más satisfacciones que desavenencias?

“¡Satisfacciones! El turismo no es solamente decir cuántos visitantes llegaron. Se trata de toda una infraestructura que hay que construir para ampliar la oferta. Una de las obras que hay que terminar es la calle Panamá. Se hizo una consultoría gracias al dinero que la alcaldesa me dio para contratar al arquitecto Florencio Compte y trabajar con la Universidad Católica. Se la rescató porque era una calle llena de indigentes, llena de droga y oscura. Se regeneró esa parte de la ciudad con el Museo del Cacao, que fue como un ancla porque se concesionó su administración, todos los garajes que se llamaban los Garajes Guayas. Comenzaron así los restaurantes, las pastelerías, las cafeterías y, por otra parte, socializamos esto con los propietarios, con los arrendatarios, con los artistas para los murales. Esto trajo el entusiasmo y la inversión, pero ¿qué falta? Continuar, porque son ocho cuadras, habrá un hermoso parque infantil de 1.032 m2 que ya está en construcción. También habrá tres plazas más para lo cual se han expropiado algunos edificios, otros espacios estarán destinados al arte, la cultura. Otro proyecto ancla que hay que construir es 800 Varas. Están el terreno expropiado, los diseños y los concesionarios. En la planta alta, un restaurante, un rooftop con vista al río. Se necesita que Siglo XXI contemple el presupuesto complementario para el próximo año de un millón de dólares. El arte y la cultura son prioridad.

"Guayaquil es mi casa y aquí quiero permanecer", dice Gloria Gallardo. Foto: Zaky Monroe.

Otro de los proyectos emblemáticos es el Jardín de Las Peñas, un espacio que empieza donde termina –de sur a norte– el Malecón Simón Bolívar.

Está listo, pero aún no se lo he presentado a la alcaldesa, pero pronto pediré una cita para que lo conozca y sepa quiénes están detrás de este proyecto. Tenemos 4.000 metros cuadrados a las riberas del río donde termina el Malecón, que es un lote municipal que se formó con sedimentos. Allí se empezaría con 1.000 metros, es un ripario a las riberas del río Guayas, un jardín botánico que será una nueva oferta turística de la ciudad, porque allí se sembrará todo lo endémico y nativo de nuestra flora”.

Otra idea que tiene Gallardo es que Guayaquil se convierta en lugar de avistamiento de aves. “El proyecto está listo. Para eso necesitamos infraestructura, porque no podemos traer turistas si en las rutas no hay los baños, bebederos de agua, sitios para comer, es decir, infraestructura fundamental. Esto también se lo voy a presentar a la alcaldesa. Guayaquil es una de las pocas ciudades que sin salir de ella se pueden ver aves”.

Como destino gastronómico, Guayaquil y sus alrededores tienen una amplia oferta. ¿Qué hay con eso?

Desde Puerto Hondo hasta llegar a Posorja son más de 400 familias con sus platos típicos en los que se conservan todos los productos típicos de cada lugar en los platos que se preparan. Se complementa con los festivales del mango, de la ciruela, de la chirimoya, en fin... La idea es hacerlos paraderos. Esto ya le pasé a la alcaldesa y a su vez a la Dupot (Planificación Urbana, Proyectos y Ordenamiento Territorial del Municipio), pero ahora hay que articular. Es decir, ahora el Municipio tiene que articular con el turismo todas las obras que se hagan en función de regeneración y de propuestas que se hagan también con el sector privado. Esto es un trabajo en conjunto con Obras Públicas, Fundación Siglo XXI, Interagua, etc. Es decir, qué es lo que yo veo para una próxima gestión en la Empresa Pública Municipal de Turismo: una articulación como la que se hizo con la calle Panamá. Hay que invertir en las parroquias rurales que son una potencia turística y en el Buró de Convenciones. La EPM necesita contar con mayor presupuesto. Guayaquil debe vivir del turismo, el mayor generador de empleo para incentivar el emprendimiento y combatir eficazmente la pobreza.

No se ha cambiado de casa

A diferencia de algunos de sus vecinos, Gloria no se ha ido del barrio del Centenario. “No pienso cambiarme por el momento de mi casa donde el único inconveniente son las escaleras, las subo y bajo sin problemas. Hice la inversión para dividir la casa de mis padres en propiedad horizontal y que en vida podamos tener los hermanos nuestra casa y vivir junto a nuestros padres, y la hice de dos pisos, cuando estaba casada y con mis cuatro hijos. Ahora vivo sola, pero soy feliz allí, es la casa de mis padres donde he pasado desde los 7 hasta los 19 años (nació en 1947). Aún conserva los pisos y la madera de parqué de esa época. A los 19 me casé y me fui a vivir a Urdesa, a Los Ceibos, luego regresé al barrio por unos años, después me fui a Quito a vivir con mis hijos y mi esposo. En 1986 me fui a vivir a mi casa y continúo allí durante 36 años seguidos”.

Ha sido renuente en dejar esa casa que tanto añora. “Cuando me han dicho ‘por qué no te cambias a Samborondón’, yo les contesto: Solo por estar in me voy a ir allá, donde tendría problemas de tráfico, donde no me voy a sentir como quisiera, como encerrada. Y sobre todo porque no tengo dinero, yo no soy una persona rica, yo vivo de mi trabajo, de mis ahorros. Acaso yo tengo 400.000 dólares para comprarme un departamento. Para eso mi casa se tiene que vender para poder pensar a dónde voy. Lo único importante es estar más cerca de mis hijas. Será en el momento adecuado, Guayaquil es mi casa y aquí quiero permanecer. Para mí el presente es todo, uno debe vivir el momento, no pensar en el futuro porque no existe; el futuro se hace presente en el día, en el momento en que se lo vive. No me voy a preocupar jamás de qué voy a hacer si no vendo mi casa o cómo voy a hacer con las escaleras si es que vivo más y que no pueda moverme. Tengo una visión clara en mi vida: ser feliz, amar lo que hago con pasión y que lograré todo lo que me proponga porque siempre estaré bendecida”.

Guayaquil 22 de septiembre  2022 Lugar Municipio  de Guayaquil  Gloria  Gallardo, presidenta de la Empresa de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales de Guayaquil. Fd Ronald Cedeño  Foto: El Universo

La espera que transcurrió en su despacho antes de la entrevista fue porque Gloria se estaba guapeando. ¿Cuántas veces a la semana va a la peluquería?

Solo voy a hacerme las uñas todas las semanas y una vez cada tres meses a cortarme el pelo y por supuesto una vez al mes a pintármelo también. El maquillarme y peinarme en el día a día, sobre todo para los eventos, gracias a Dios me los hago yo. Imagínese lo que significa para mí ahorrar semejante cantidad de dinero al no tener a una persona que me maquille y me peine todos los días. Es un plus que lo aprendí desde pequeña y en la época de la televisión en que entré no había, pues, estilistas o maquilladores. Entonces arreglarme yo misma se me hizo una cosa cotidiana. Algo sí le voy a decir: yo no soy vanidosa, soy femenina. Una mujer en la vida tiene que ser femenina, amarse a sí misma, siempre tratar de lucir lo mejor, porque eso eleva la autoestima y eso permite atraer mejores energías con la gente. De lo contrario, cómo usted pretende inspirar a alguien, la mujer no debe perder su esencia. Además, la salud es fundamental.

¿Alguna vez quiso o quiere ser alcaldesa?

Sinceramente le digo que no.

Me dice que no, pero en 2002 se lanzó como candidata a la Vicepresidencia de la República en binomio con Osvaldo Hurtado. ¿Cuál sería la razón para no querer ser alcaldesa?

Porque tengo una forma de vida. Yo sé ubicarme en el lugar que me corresponde y sé de lo que soy capaz y de lo que no estoy preparada. En la época que gané las elecciones con la mayor votación nacional en la Asamblea Constituyente (1997 y 1998) llevé 17 asambleístas de 18. Era la época de las mingas, yo ni sabía siquiera que yo era popular y por qué me incitaban tanto Febres-Cordero como Nebot, yo no quería entrar en la política. Yo les decía yo estoy bien aquí, por qué tendría que ir allá. Pero Dios tiene sus caminos, me acuerdo de un artículo de Xavier Benedetti en EL UNIVERSO titulado “La gloria de Gloria”, el cual decía que uno piensa que cualquier persona inteligente, profesional puede convertirse en ministro, alcaldesa o presidente; pero en la política, el deber cívico es servir, trabajar por la gente y la gente paga con votos. Eso decía Xavier. Entonces, ¿qué sucedió en la Asamblea? Yo pedí la Comisión de Derechos Sociales Mujer, Niño y Familia; eran 63 hombres y 7 mujeres, allí también estaba la actual alcaldesa (Cynthia Viteri) que estaba en la lista conmigo. Tuve la oportunidad de oro de liderar la consagración de los derechos de las mujeres, los niños, de los adolescentes y de los grupos vulnerables. Por primera vez, transversalmente en todos los capítulos y de avanzada. Fue una de las experiencias más hermosas de mi vida y la más difícil, porque todo se ahogaba en la política, nos querían sacar de la Asamblea, yo me tuve que rebelar contra el partido que me auspició (PSC). Fue muy duro.

Esa exposición, dice Gloria, la ayudó a catapultarse y así demostrar su vocación. “Mi compromiso fue con el pueblo que me había elegido. Logré superar todas las adversidades. Entonces qué fue lo que me dijeron: ‘Tú eres la próxima alcaldesa’; tenía los votos, estaba prácticamente en el candelero. ¿Yo alcaldesa en esa época, cuando recién empezaba mi carrera de servicio público? Yo no tenía todavía la experiencia de la administración pública, todo para seguir continuando con una labor tan dramática como la que me tocó vivir del gran rescate de la cloaca en la que estaba mi hermoso Guayaquil, que se levante como el ave fénix. Por eso sí me siento protagonista del cambio de mi ciudad, del rescate del civismo”.

¿Entonces no le gustaría ser alcaldesa?

“Espérese. La gente, las mujeres, la comunidad decían que yo debía ser alcaldesa y pedían al alcalde Febres-Cordero que yo me convirtiera en esa autoridad. Pero eso me trajo problemas también porque creían que me estaba promocionando y eso no es así. Es el espíritu de la gente que se siente servida. Yo tenía la cabeza bien puesta. Primero, no tenía la experiencia para entrar en un cargo de esta naturaleza, porque si voy a servir desde ese cargo debo hacerlo con excelencia y tengo que rendir cuentas. Y, segundo, porque Jaime Nebot era líder del partido, yo era independiente, yo nunca me afilié al Partido Social Cristiano. Yo estaba como fuera de cancha allí. Jaime manejaba el partido y era el sucesor de Febres-Cordero, y así fue y lo apoyé. En ese trayecto pasaron 18 años y si me lancé a la candidatura a la Vicepresidencia fue en un momento difícil, muy triste en mi vida.

Gloria trae a colación el impase entre León Febres-Cordero, en ese entonces diputado, y su hermano Jorge Gallardo, cuando fue ministro de Finanzas. Febres-Cordero lo acusó de peculado bancario en 2003. “Yo era concejal de Guayaquil, estaba aportando a mi ciudad y fui auspiciada por el PSC. Pero esa es la política. Nunca me imaginé vivir semejante tragedia en mi vida como fue la persecución de León Febres-Cordero contra mi hermano, mi familia. Fue algo horroroso. Entonces yo pensé qué hago aquí. Mi honor y el de mi familia por sobre todo. Para mí el poder es servir, pero no para beneficiarme, peor para enriquecerme. Entonces renuncié y me fui con una mano adelante y la otra atrás”.

"Sí me siento protagonista del cambio de mi ciudad, del rescate del civismo”. Foto: Zaky Monroe.

Fue a partir de esa renuncia a la concejalía que Gloria debía reencontrarse con una propuesta de volver a servir. Fue “en ese ínterin en que yo estaba con la fe y la esperanza de que tenía que seguir, a pesar de una persecución terrible, sin recursos económicos. Entonces mi familia me apoyó con esa candidatura para poder tener la oportunidad de servir a mi país. Fue increíble que venga a verme Osvaldo Hurtado, expresidente del Ecuador, para ofrecerme la Vicepresidencia de la República en función del trabajo que yo había hecho en Guayaquil. Es decir, cuando yo me sentía tan desvalorizada por las personas con las que había trabajado. Por si acaso, Jaime Nebot no tuvo ‘vela en el entierro’ en el sentido de la persecución, pero no le quedó otra que aceptar esa realidad y eso era duro para mí porque él era el alcalde, yo no podía estar allí. Con Hurtado quedamos últimos; entonces cuál fue la experiencia de eso: decir que uno en la vida tiene que aceptar lo que viene cuando uno cree que es bueno y que va con tus ideales. En sí, fue un aprendizaje y este me sirvió muchísimo para darme cuenta de que la política no era lo mío y que yo tenía que irme retirando. Pero, por otro lado, las cosas no son como uno quiere y, de repente, apareció la oportunidad para ser diputada”.

Preguntas-respuestas ‘al vuelo’

Dios: Todo en mi vida.

Guayaquil: Mi amor eterno.

León Febres-Cordero: (Una gran pausa)... no puedo contestar, tengo sentimientos mezclados...

Jaime Nebot: Líder que reconstruyó la ciudad con sus virtudes y defectos como todos los seres humanos.

Cynthia Viteri: Lideresa, mujer solidaria.

Violencia contra la mujer: Una lacra que cada vez se agiganta.

Familia: Mi todo, mi amor eterno.

Amistad: Un tesoro.

Amor: El motor que impulsa mi vida.

¿Sabe cocinar? Por supuesto que sí. Me salen bien el cebiche y la pasta con salsa al pesto o pomodoro.

¿Cree en los extraterrestres, en los fantasmas? No.

Redes sociales: No me gustan porque por un lado pueden hacer mucho bien, pero por otro, mucho daño.

Además, Gloria añade: “Con mi trabajo yo ayudo, abro los brazos para apoyar las causas buenas de mi ciudad, la reactivación, por que los jóvenes sean más participativos, por el civismo. No tengo enemigos que me cuestionen en las redes y me ataquen. Solo tengo Twitter para anunciar sobre mi trabajo, no para hablar de mi vida privada, no para exponer a mis hijos o a mi familia. Para mí es suficiente la exposición como figura pública y por eso la gente está pendiente si uno está vieja, si está gorda, si está fea... Realmente es abrumador”.

Entonces, ¿Gloria cómo toma los memes en los que se han burlado de ella por sus trajes, por ejemplo? “Algunos los tomo por el lado bueno como cuando opinaron sobre un vestido con luces y me dijeron que ‘estaba iluminada’. En realidad, ya ni me acuerdo porque simplemente no me interesan las redes sociales. Me interesa seguir haciendo el bien y escribir mi testimonio ante la historia”.

Agradecimientos. Maquillaje: Julito Rangel Studio (@julitorangel). Fotografía: Zaky Monroe (@zaky.monroe). Video: Adrián Antón (Alburquerque), IG: @antonproph. Producción: Stephanie Gómez C.