La única galería de pop surrealista en 3D se ubica en Lomas de Urdesa

El pop surrealista, también llamado lowbrow art (arte bajo), es un movimiento artístico alternativo –fuera de los cánones tradicionales– que suele sorprender por sus imágenes de tipo caricaturesco que muy bien pueden rayar en lo grotesco, lo absurdo, el humor negro y la picardía. Así ha sucedido desde sus inicios en Los Ángeles (Estados Unidos) en los años 60, tiempo en que era poco aceptado por los críticos.

“Antes, el arte era muy elitista, solo para los museos... Las bellas artes rechazaban lo que venía de las caricaturas, del cómic, del arte urbano… Lo veían mal… Pero en los años 80, con el punk rock (y otras influencias), pudo ser aceptado, hasta que llegó a exposiciones en los mejores museos del mundo”, indica el guayaquileño Iván Casanova Giler.

Por ello, Casanova ahora se siente visiblemente orgulloso de contar con la primera galería de pop surrealista que, además de sorprender por su estilo, tiene la característica de mostrar obras en tres dimensiones. Así, con el uso de lentes especiales, sus caricaturescas figuras parecen escaparse de los muros y lienzos para brindar una experiencia inédita en Guayaquil, según señala. “Ese efecto se vuelve toda una experiencia”.

Logra esa sensación visual a través de su técnica con marcadores marca Posca, pintura aerosol y tonos fluorescentes, la cual ha desarrollado desde hace más de una década como muralista, plasmando su trabajo en todo el Ecuador, además de Perú y Colombia.

La fama por sus murales provocó que las personas quisieran comprar sus obras en pequeños formatos, lo cual lo motivó, el 15 de diciembre pasado, a abrir su propia galería de arte para comercializar sus lienzos y mercadería con sus diseños, como bikinis ($ 35), leggins y camisetas ($ 25), todo bajo la marca Uzz Citriques. También recibe pedidos de trabajos personalizados y continúa con sus murales, lo cual resulta obvio al observar los insólitos diseños que Iván ha plasmado en los muros de su local, desde donde, además, envía obras a Nueva Jersey para ser comercializadas con éxito, a través de un amigo que admira su talento.

Arte pacificador

Iván es un artista autodidacta que desde niño nutrió su gusto estético a través de fuentes diversas, como los cómics y los insólitos personajes provenientes de los cromos Garbage Pail Kids (1985) y del seriado animado Beavis y Butt-Head (MTV, 1992-1997), influencias que le permitieron desarrollar un estilo irreverente.

El barrio de Urdesa norte es una de las zonas con mayor presencia de sus murales, pero, según añade, el trabajo que le dio más reconocimiento se despliega en los espacios exteriores e interiores de la inmensa discoteca Lost Beach Club, en Montañita, considerada una de las más famosas de música electrónica en Sudamérica.

“El muralismo tiene un gran poder social. En Miami hubo un programa llamado Wynwood Walls, en el cual artistas urbanos pintaron murales en un distrito peligroso que ahora es tranquilo y turístico”, explica sobre una reacción que él observó también en Guayaquil.

“Hace algunos años pinté una hormiga gigante en una pared cerca de la Facso. Era un lugar oscuro donde había delincuencia. Pero con el mural se convirtió en un sitio visitado donde las personas se toman fotografías y hacen videos musicales. Todo cambió”, señala el también líder de la banda de punk 69 Segundos y sobrino del artista Gustavo Giler. Por ello considera que el arte urbano puede ser una manera de llevar paz a barrios peligrosos de Guayaquil. “El arte puede entregar mucho a la sociedad”.

Galería de Iván Casanova: Lomas de Urdesa, loma primera y calle primera n.º 808. Atención de lunes a miércoles de 10:00 a 19:00 y de jueves a sábado de 11:00 a 20:00. Instagram: @artivancasanova, celular: 097-860-7196. Ingreso de visitantes: $ 3.