Martha Solano ha tratado, en los tres últimos años, reducir su consumo de plástico. Afirma que sus hijos la han motivado para esto. Tiene fundas de tela para sus compras en supermercados y ha optado ir a lugares que venden productos al granel. Sin embargo, para desechar la basura que no se puede reciclar utilizaba fundas plásticas.

Sé que se demoran más de 500 años en degradarse, llegan a los océanos las fundas plásticas, sentía que no tenía opciones”, dice. Pero uno de sus hijos le habló sobre las fundas compostables (que se degradan biológicamente formando compost): “Al principio costó encontrarlas, pero al final sí las venden en Ecuador”.

Más de 145.000 botellas plásticas han sido recicladas para elaborar juguetes de mascotas en Ecuador

Una de las empresas que distribuye fundas compostables a base de almidón de maíz es Bolec Ec. Pául Romero, gerente de la compañía, afirma que cuando recién iniciaron con la idea su objetivo eran las fundas para recoger los excrementos de las mascotas.

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Importaron muestras de las fundas para testearlas y las enterraron para ver su funcionamiento y confirmaron que al tercer mes se descomponían. Luego se dieron cuenta que solo con enterrar la bolsa con el desecho del animal no se generaría un abono.

Investigué y supimos que añadiendo aserrín se crea un abono y se lo empezamos a sugerir a los clientes”, cuenta Romero. Fue tal la aceptación que luego añadieron a su catálogo fundas compostables tipo camiseta y montaron una pequeña fábrica para la confección de las mismas importando la materia prima.

Varias composteras me llamaron para probar las fundas y como sí valían la pena la idea fue educar a la gente para que entienda que allí debe ubicar los desechos orgánicos junto a la clasificación que se debería hacer.Hemos crecido poco a poco, ya que la cultura del compostaje no se ha desarrollado tanto en el país”, dice. Sus principales clientes están en Guayaquil y Galápagos.

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La empresa Atlaspack tiene vasos y sorbetes que pueden ser compostados. Foto: Cortesía

Lo ideal es que estas fundas sean compostadas de forma industrial para acelerar su proceso, pero en Ecuador los sistemas de recolección de basura de las ciudades son deficientes. Sin embargo, las bolsas de Bolec Ec están hechas para degradarse aunque no sean compostadas.

Si se hace compostaje industrial la funda se degrada en una semana, si el compostaje es casero se tardará un año y si se la pone en un contenedor de basura o se la entierra junto a otros desechos se tardará dos años en degradarse como máximo”, añade Romero. Además, no crean los llamados microplásticos que actualmente son una preocupación latente.

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La empresa cuencana Atlaspack también comercializa productos compostables. Ha incursionado en artículos como tarrinas, cubiertos y vasos para bebidas frías. También incursionó en el mercado de fundas para desechos de mascotas de almidón de maíz, pero se encontró con un mercado que todavía no está maduro, afirma Gustavo Vinueza, uno de los socios de la compañía.

Con bagazo de caña se producen sorbetes ecoamigables en Ecuador

El precio al que se venden las bolsas (compostables) todavía no es competitivo. Nosotros trajimos fundas pequeñas como para farmacias o desechos de mascotas. Ahora tenemos un convenio con una empresa de Guayaquil, pero el precio es un tema complejo”, dice. Para los demás artículos encontraron su nicho en dueños de hoteles, cafeterías y restaurantes que buscan concientizar sobre la protección del medioambiente y que absorben el margen del costo de estos productos. Atlaspack tiene artículos a base de bagazo de caña de azúcar y de PLA (ácido poliláctico).

Lo ideal es que al ser desechados estos productos vayan a una compostera industrial para que sean tratados lo más rápido posible: “Ya hay composteras grandes. En Quito hay una cerca del parque La Carolina, también hay en Cuenca. Lo ideal es que la gente vaya y deje los desechos para que se degraden lo más pronto, pero la educación ambiental es un tema complejo. “, afirma Vinueza.

Romero coincide en que el precio de una funda compostable es mucho mayor a las bolsas de plástico. Cuenta que la primera puede llegar a costar 0,12 centavos y la segunda se vende hasta en 0.05 centavos.

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Pese a esto hemos estado creciendo, ya que el gran objetivo es reducir la contaminación y el daño a la naturaleza”, señala.

Considera que se debe fomentar la educación ambiental e impulsar las ventas de este tipo de productos desde el Estado: “Creo que la reducción del impuesto a las fundas plásticas (que decretó hace poco el presidente Guillermo Lasso) es un golpe para empresas como las nuestras. Hay que seguir fomentando la no utilización del plástico de un solo uso”.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, los ecuatorianos, en 2022, utilizaron más bolsas de plástico desechables (82%) que de tela o material reutilizable (15%).

Romero afirma que no buscan generar una “guerra” con la industria plástica del país, ya que reconoce los beneficios económicos que genera, pero sí impulsar la reducción de los plásticos de un solo uso: “Hay artículos plásticos que no son desechables que son necesarios e importantes”. (I)