Observar con detalle a las aves en su entorno natural, algunas con sus alas oscuras y pechos rojos y hasta azules; y otras con picos largos, finos, rectos o estilo carpintero, es solo una parte de lo que quedó registrado a través de fotografías realizadas por un grupo de investigadores que creó la guía denominada Algunas aves de la cordillera del Cóndor del Ecuador.

Esta investigación proviene de un trabajo en conjunto entre la Universidad Central del Ecuador, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Universidad de La Laguna y el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio). En la publicación colaboraron los investigadores Lesly Báez, Gabriel Manzano, Santiago Varela y Manuel Dueñas, quien es asociado al Inabio.

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El grupo de expertos fotografió, entre el 2013 y el 2022, a las especies que habitan en esta cordillera ubicada entre las provincias de Morona Santiago y Zamora Chinchipe.

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Dentro de la guía se incluyen 255 imágenes de 190 especies que representan el 37 % de la riqueza de aves del sureste del país. Además, de las 190 especies, el 5,26 % se encuentra en las categorías vulnerable, en peligro y casi amenazada, como: Heliangelus regalis, de la familia Trochilidae, Tinamus tao (Tinamidae), Pyrrhura albipectus (Psittacidae), Urosticte rufricrissa (Trochilidae), Campylopterus villaviscensio (Trochilidae), Galbula pastazae (Galbulidae), Grallaricula flavirostris (Grallariidae), Myiophobus roraimae (Tyrannidae), Chloropipo unicolor (Pipridae) y Henicorhina leucoptera (Troglodytidae).

El Pyrrhura albipectus, de la familia Psittacidae, es una de las especies fotografiadas en la cordillera del Cóndor. Foto: Cortesía Santiago Varela.

El biólogo y máster en Biodiversidad y Cambio Climático Manuel Dueñas indica que este listado se obtuvo tras la visita de varios años a la cordillera del Cóndor y evidenció que hay un impacto de proyectos mineros en el hábitat.

Dueñas enfatiza que es necesario plantear algunas estrategias de conversación de las especies y de la cordillera. “El principal problema es la minería a gran escala, empresas chinas, canadienses. La minería a gran escala es el principal foco de desaparición y riesgo para las especies, no solo de aves sino de mamíferos, reptiles, y ocurre más en la provincia de Zamora Chinchipe porque allá hay bastante oro”, comenta Dueñas.

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El biólogo, además, señala que en la cordillera hay especies endémicas, es decir, solo están en el sitio y no en otra parte del Ecuador.

“Son especies sensibles a cambios ambientales. Nuestro propósito de fondo es dar a conocer a la gente, no solo a la comunidad de biólogos, que el Ecuador es biodiverso y que hay lugares importantes que la gente no conoce”, puntualiza el máster en Biodiversidad y Cambio Climático.

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De acuerdo con el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, la cordillera del Cóndor es un gran macizo montañoso de más de 160 kilómetros de longitud. Y además, esta cordillera amazónica protege bosques de neblina e inclusive páramos.

Según el Inabio, en los últimos años ha despertado el interés en el mundo como un sitio de especial importancia para la ciencia y la conservación, pues la mayor parte todavía se mantiene inalterada y poco explorada. Así también, señalan que el Gobierno creó reservas a lo largo de la cordillera, cada una encargada de proteger un rango altitudinal distinto y que en conjunto conservan lo mejor de este lugar. Estas son El Cóndor, El Quimí y Cerro Plateado, y el Refugio de Vida Silvestre El Zarza. “Sumadas las cuatro áreas protegen más de 41.000 hectáreas de una de las zonas menos conocidas del Ecuador”, dice el comunicado de Inabio.

Por eso Dueñas recalca la importancia de la conversación. “Con base en el conocimiento de qué especies tenemos y cuáles están en categorías de amenazas, es necesario plantear estrategias de conservación en áreas afectadas porque en realidad estamos identificando que lamentablemente estamos deforestando lugares muy sensibles”, afirma.

En la guía se muestra el listado de especies de aves por su nombre científico. Cada una tiene su fotografía. La mayoría se observa en su estado natural y en otras, que son pequeñas, se evidencia que el investigador lo tiene en la mano para hacer el registro de la especie, como en el caso de los Phlogophilus hemileucurus, Phaethornis griseogularis y Eutoxeres condamini. Todos de la familia Trochilidae. (I)

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