Los especialistas que atendieron al cóndor que fue encontrado herido el domingo 9 de mayo pasado en Otavalo hallaron municiones en el cuerpo.

Con esto se confirma que este cóndor, bautizado como Gualabí porque fue rescatado por Maura Cacuango en la comuna del mismo nombre, fue otra víctima de los cazadores.

“El riesgo persiste porque en otros cóndores algunas municiones entraron por una de las paredes torácicas y salieron por la pared opuesta, lesionando órganos internos”, afirma Andrés Ortega, representante de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad UTE.

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La placa muestra cuatro perdigones. “Nos preocupa los que no se observan, es decir, que pudieron haber ingresado por un costado y haber salido por el otro, causándole heridas mortales mientras atravesaron el cuerpo”, indica Ortega.

Lo grave también es que se trata de un macho adulto que, de no salvarse, el cazador habría matado a un potencial padre de nuevos cóndores, agravando aún más la situación de la especie en Ecuador, afirma.

El cóndor macho herido por perdigones. Foto: CORTESÍA

El ejemplar estaba con dificultades para volar. Los moradores llamaron al Ministerio del Ambiente y Agua, entidad que pidió la ayuda de la Fundación Cóndor Andino, Parque Cóndor y al Zoológico de Quito, en Guayllabamba.

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“Estaba muy débil, deshidratado, disminuido de musculatura y con una hipotermia marcada. Le dimos los primeros auxilios, rehidratamos, elevamos la temperatura, le alimentamos de forma asistida y luego que se puso mejor decidimos traerlo a Quito”, afirma Ortega.

El animal recibió los primeros auxilios en el Hospital Veterinario All Pets, donde le tomaron placas radiográficas y se le dio más rehidratación. “Nos facilitaron absolutamente todo y no nos cobraron ni un centavo. Le colocamos más suero, le pusimos vitaminas, analgésicos, oxígeno y electrolitos”.

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El cóndor fue trasladado luego a la Universidad UTE, donde recibió oxígeno durante toda la madrugada.

El martes 11 de mayo amaneció mejor y fue trasladado al Zoológico de Quito, en Guayllabamba.

Sus veterinarios David Mora y Alejandra Recalde, junto con Dany Fernández, de la Fundación Cóndor Andino, lo cuidarán durante los siguientes días siguiendo la misma terapéutica ya asignada, dice Ortega.

“El Ministerio del Ambiente ya está en pleno conocimiento de esto. En los siguientes días lo trasladaremos al centro de rescate Ilitío. Si todo sale bien, en varias semanas será marcado con el rastreador satelital n.º 18 y será monitoreado por la Fundación Cóndor Andino y el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor”, agrega el especialista.

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Además, se está consiguiendo el apoyo de otro aliado, Pet Tomography, para realizarle una tomografía general y saber exactamente la ubicación de los perdigones y estudiar la posibilidad de extraérselos.

Pero antes de este procedimiento, el animal debe reponerse un poco del estado actual de salud, manifiesta Ortega.

El cóndor está en peligro crítico de extinción en Ecuador. Los censos indican que hay entre 100 y 200 ejemplares en el país.

¿Por qué cazan a los cóndores?

El ejemplar fue atendido por especialistas veterinarios. Foto: CORTESÍA

Hay dos hipótesis. Una es que se trata de cazadores furtivos, personas que realizan cacería ilegal por diversión y placer de provocar la muerte de un animal que para ellos representa un “trofeo”.

La segunda es que algunos comuneros han sido afectados por perros abandonados y asilvestrados que se comen a sus animales de corral como terneros, borregos, alpacas, etc. El problema es que ellos responsabilizan a los cóndores cuando los ven comer sus carroñas, dice Ortega. “Si es cierto que algunos cóndores han matado terneros, pero se da porque los comuneros han dejado que el parto de sus vacas no se de en establos y en lugares donde ellos los cuiden”. (I)