“Las aves terminan con sus polluelos en el suelo, los animales no saben para dónde ir. Se seca la tierra, el cangrejo sale y se muere, y ya no tenemos lugares para capturarlo. La afectación es de distintas maneras”. Así describe Alonso Mejillones el impacto de la tala de manglar en la dinámica de ese ecosistema.

El hombre de 33 años de edad, que pertenece a la Cooperativa de Producción Pesquera Artesanal Nuevo Porvenir -organización que custodia unas 4.000 hectáreas de manglar en la zona de Naranjal, Guayas-, cuenta que la deforestación es un problema de todos los días en el golfo de Guayaquil y sus cercanías.

Área de manglar talada en un sector del recinto Puerto Baquerizo, en Naranjal. Cortesía.

“La tercera parte de una hectárea de manglar fue talada en abril, en un sector del recinto Puerto Baquerizo. Lo denunciamos ante la Zonal de Ambiente. Hay dos zonas donde también han talado (en la Reserva Ecológica Manglares Churute), nos cuentan otras organizaciones que son custodias de zonas de manglar”, dice Alonso, quien espera que se investiguen y se sancionen estos casos de daño de la flora y fauna en los que estarían involucradas personas relacionadas con actividades de siembra de camarón.

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El país ha perdido progresivamente su cobertura de manglar. Según los registros disponibles del otrora Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos (Clirsen), que cita el Ministerio del Ambiente en su portal web: “En el año 1969 había en el Ecuador 202.201 hectáreas (ha) de manglar. En el año 2006 se registraron 148.230 ha”. Aproximadamente 54.000 ha se perdieron en ese periodo.

Por otro lado, la Alianza Global de Manglares, una iniciativa que articula acciones entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales, científicos e industria, publicó el informe El estado de los manglares del mundo 2021, en el que se alerta de la pérdida de cobertura en Ecuador. Y lo señala con un punto rojo.

Según el mapa de Global Mangrove Watch, la reducción asciende a 6.270 ha, entre 1996 y 2016.

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Isabel Tamariz, directora Zonal de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, reconoció el 28 de julio pasado -en un foro sobre la protección del manglar en el que se conmemoró el día de la conservación de ese ecosistema (26 de julio)- que varios procesos administrativos abiertos por casos de tala están represados.

“Sobre estas diferentes talas de manglar que se dieron en sus diferentes momentos, puedo decir con franqueza, de procesos administrativos que se quedaron inconclusos, que no se dieron. Hoy nos topamos con afectaciones que no siguieron su proceso administrativo por a, b, c motivo, y obviamente tenemos que impulsarlos nuevamente”, dijo la funcionaria de Ambiente.

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Publicación del Ministerio del Ambiente sobre un operativo en contra de la tala de manglar. Cortesía.

Ella destacó la importancia de los acuerdos de uso y custodia para la conservación de zonas de manglar que se han definido con 60 organizaciones comunitarias donde hay esa cobertura vegetal. Según los registros más recientes del Ambiente, los bosques de manglar se extienden en unas 160.000 hectáreas: Guayas, El Oro, Santa Elena, Manabí, Esmeraldas y Galápagos.

La pérdida del manglar no se detiene en Ecuador pese a que tiene protección legal

Actividad acuícola y su entorno

Desde la actividad camaronera formal se asegura que rige la directriz de convivir con el manglar sin afectarlo.

“La ley es clara y los manglares no pueden ser afectados por ningún tipo de actividad y quien los afecte deberá sufrir las consecuencias, es decir, ser juzgado por esa afectación y aplicando todo el peso de la ley”, señala Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), quien afirma que han denunciado casos de tala cuando los han detectado.

“Estamos trabajando en un programa que permita, a través del uso de imágenes satelitales, monitorear el estado de los manglares”.

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Importancia del manglar

Alba Calles Procel, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), destaca que una hectárea de bosque de manglar captura hasta mil toneladas de CO2 del ambiente, el carbono producto de las actividades del hombre y que a mediano y largo tiempo puede generar cambios en el clima, como un incremento de la temperatura.

“Mediante el proceso de la fotosíntesis, en el que se sintetiza el agua, el CO2 y mediante la energía del sol, en las hojas de los árboles, se produce oxígeno”, detalla la Ph. D. en Biología a EL UNIVERSO, quien realiza visitas al golfo de Guayaquil para monitorear áreas de manglar y especies como el cangrejo rojo (Ucides occidentales).

La carrera de Biología de la Espol capacitó a pescadores artesanales sobre la conservación de los recursos naturales, en el golfo de Guayaquil. Cortesía: Alba Calles Procel.
Monitoreo del cangrejo rojo. Pescador Jesús Jordán ayuda en proceso. Cortesía: Alba Calles Procel.

La afectación del manglar también repercute en el futuro de otras especies, como el pargo, robalo y la corvina, peces que son importantes en la pesquería comercial y la seguridad alimentaria del país.

“El manglar es el semillero donde se crían los primeros estadíos de vida de muchas especies de importancia comercial, que luego se desarrollan en mar abierto. En estas zonas de manglar se realizan el desove y los primeros estadíos de ciertas especies. Hay cantidad de peces, crustáceos, moluscos, aves, aves migratorias”, señala la docente.

La riqueza de nutrientes y condiciones de salinidad ideales hacen del manglar un refugio de vida silvestre. Sin embargo, los especialistas también destacan la protección que esta muralla verde ofrece a las zonas costeras ante tsunamis e inundaciones.

En Guayas y Santa Elena se invertirán $ 1,2 millones para conservar el manglar

Un manual para recuperar la vida

En la Espol se ejecutan varios proyectos relacionados con el manglar. Unos se realizan para conocer los cambios que experimenta el ecosistema. Otros están dirigidos a la comunidad.

Andrea Reyes, coordinadora de la carrera de Biología, menciona la elaboración del Manual de Forestación de Manglares en Ecuador.

“Se explica qué implica reforestar, de dónde vienen las plantas (plantar la especie de manglar en su hábitat correcta) y obviamente la parte esencial que es el monitoreo, acompañamiento que hacemos para ver cómo se va desarrollando esta forestación”, indica Reyes.

Portada de manual que preparó Espol junto con sociedad civil.


En este proyecto participaron la Fundación Calisur, una organización de camaroneros del Litoral Sur que busca una actividad sustentable, la Asociación de Cangrejeros y Pescadores Balao y estudiantes de la carrera de Biología de la Espol:

  • Boris Bohórquez, Calisur
  • José García y Darwin Tito, asociación comunitaria
  • Juliana Salazar, Nancy Meras y Gustavo Domínguez (docente), Espol

“Los estudiantes trabajaron de tres a cuatro meses en la recopilación de la información, por la pandemia se limitó el trabajo de campo y parte de la elaboración del manual fue una recopilación bibliográfica”, explica Reyes, quien agrega que uno de los objetivos del proyecto es generar conciencia sobre cómo funciona la reforestación del manglar.

Dicho documento que está por publicarse será compartido con las comunidades y organizaciones relacionadas con el manglar para recuperar las hectáreas perdidas a lo largo del tiempo. (I)