Soy madre de un hijo de 14. Es hijo único. Está muy descuidado en los estudios. Su temperamento es alegre, disciplinado; es buen compañero, buen hijo, pero bien distraído: los últimos dos años, y en especial este año, está con muy malas calificaciones. Siempre está atrasado en los cuadernos; si puede, escapa de las tareas. Entonces, todo se le acumula para los exámenes. Acorta los temas de estudio para reducirlos, por lo que saca la mitad de la calificación. Yo le he ayudado siempre, pero también le he enseñado mucha disciplina en todo sentido. Lo consiento mucho, pero no le dejo pasar ningún mal proceder de su parte. Siempre estoy enterada de lo que le sucede: él me conversa o lo averiguo. Le damos toda la atención que requiere. A veces quisiera dejarlo sin ayuda, para ver si coge responsabilidad, pero temo que pierda el año y se deprima. Mi esposo dice que yo soy la culpable, que lo cambie de colegio, porque se paga mucho y él no aprovecha. Mi hijo no quiere cambiarse de colegio, pero ya no encuentro palabras para explicarle lo que le puede pasar si no pone seriedad en sus estudios. Algunas veces lo he encontrado con revistas de cómics (superhéroes) en lugar de estudiar.

María

Estimada María, primero, es fundamental que usted tenga conocimiento de lo que ocurre a su hijo de 14 años con lo que respecta a su desarrollo. Él está viviendo una etapa llamada adolescencia media, que comprende de los 14 a los 16 años. A partir de este momento, los cambios físicos se ralentizan sobremanera, lo que le permite al adolescente fijar su imagen corporal y desarrollar más fácilmente una imagen de sí mismo. En esta fase adquieren vital importancia los cambios psicológicos y sociales.

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Teniendo en consideración que pasamos casi tres años en pandemia, una etapa que fue muy dura para todos en el mundo, por la situación general en los países y en el día a día de las personas, las estadísticas mundiales señalan que los adolescentes en un 46 % reportan tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaban, y un 36 % se sienten menos motivados para realizar actividades habituales. Probablemente su hijo está dentro de estos porcentajes; por lo tanto, lo primero por realizar es conversar con él sobre los sueños o anhelos que quiere cumplir, saber un poco qué piensa, qué le preocupa, qué dudas tiene sobre su futuro, y con esta información conversar cómo ir dando pasos para llegar a esos objetivos.

Respecto a lo que menciona sobre las responsabilidades, a los niños y adolescentes se les va creando una cultura de responsabilidad desde temprana edad en el hogar; esto se va implementando como un hábito. Si no ha sido una práctica cotidiana, es el momento de que se dé inicio, y además que se le enseñe el valor del dinero, de cuánto es un sueldo básico en relación con el costo del colegio donde estudia, hacer pequeños grandes cambios para que vaya viendo una perspectiva más real de vida.

Finalmente, cabe destacar que algunos adolescentes visualizan su vida reflejada en los superhéroes; un poco de magia y fantasía no viene mal. Por lo tanto, a ustedes como padres les corresponde saber sobre los gustos de su hijo; es una forma de conocerlo y compartir momentos de calidad que son fundamentales en la formación de todo niño o adolescente.

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María Luisa Tapia Rivadeneira, psicóloga clínica

Teléfono: 099-224-4480