Tengo 37 años. Siempre he padecido depresión y ansiedad, pero ahora estoy en el peor momento de mi vida. No le veo sentido a la vida, no tengo motivación y me preocupan los constantes bloqueos y olvidos. No retengo nada. No puedo estudiar, trabajar ni sostener una conversación, porque me quedo en blanco, y eso me da muchísima ansiedad. Ya he ido al neurólogo y todo sale bien en mi cerebro. Siento que soy una carga. Soy soltera y vivo con mi madre. Actualmente estoy con psiquiatra, pero me dicen que esto se cura con psicoterapia. No veo mejoría.

Anónima,

Guayaquil

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Estimada lectora, la pandemia del siglo no es solo el COVID-19, sino que los trastornos depresivos también lo son, pero de forma silenciosa desde el inicio del siglo XXI, en que se acrecentaron notablemente.

Los síntomas que usted relata son parte de la enfermedad, como la falta de motivación o anhedonia, por la que pierde el interés y gusto por actividades que antes le interesaban, y siente como si estuviera muerta en vida al estar tan triste y vacía. En ocasiones puede estar relacionada con algún factor de pérdida; y en otras, sin motivo aparente.

Se cuestiona por qué nació o vive, pudiendo agravarse hasta llegar a pensar en el suicidio. Por tanto, déjeme explicarle que esta enfermedad tiene una base orgánica o física a nivel cerebral, que sumada a factores genéticos, socioculturales, factores emocionales propios del individuo en cuanto a la forma de percibir, pensar y actuar frente a los diferentes problemas o desafíos, hacen emerger o agravan la enfermedad, que no tiene nada que ver con la voluntad (flojera o debilidad, como dicen las personas).

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¿Qué se puede hacer?

  1. Ingerir la medicación prescrita por lo menos durante dos meses, para comprobar si está actuando, ya que la mejoría es paulatina y empieza por ciertos síntomas, como regular el sueño. Si no hay buena respuesta, se puede cambiar o agregar otras sustancias. Enhorabuena existe una amplia gama de excelentes medicamentos disponibles para casos de depresiones resistentes.
  2. Recuerde que sus olvidos son debido a que su tristeza no permite que usted se concentre en otras cosas que no sean su dolor en el alma, y no va a retener y peor recordar algo que no guardó su memoria.
  3. Usted vino con una misión a esta vida y debe encontrar el camino para llegar a ella. No se desanime.
  4. Necesita cambiar el chip para interpretar de otra manera la realidad y mejorar su perspectiva para cambiar el resultado. Esto lo puede lograr a través de psicoterapia cognitiva conductual.

Dra. Consuelo Camacho Murillo

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Médico psiquiatra, diplomada en Terapia de Familia

Teléfonos: 098 897 8112, 099 907 3601