Tengo 24 años, soy fiel lectora de los casos que presentan, mi problema es el siguiente. Yo trabajo y paso la mayor parte del tiempo en casa; a menudo viajo por trabajo, pero no me gusta salir. Estuve en una relacion por 6 años, pero se volvió costumbre, y eso ya se acabó. No estoy dolida, ni nada. La mayor parte del tiempo estoy bien, pero en un momento dado me siento sola, tan sola que se me quitan las ganas de vivir. Quisiera conocer a alguien con quien poder compartir, salir, conversar o lo que sea, una nueva relación. Pero no sé cómo hacerlo, ya que casi no salgo de mi casa, soy muy seria y aburrida. A veces pienso por qué no puedo conseguir a nadie, si soy simpática.

Carolina,

Guayaquil

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La simpatía pertenece al ámbito exterior. Pero hay algo que vuelve atractivas a las personas: la empatía. Esta se puede percibir, se puede “oler”, cuando se inicia una conexión especial con alguien.

Para vivir en sintonía con el amor y la vida, existe una condición básica para todos: el vinculo con nuestra madre. “Querida mamá, mírame con amor cuando encuentre en mi camino alguien a quien amar y que me ame”. Todo amor, toda vida, inicia y pasa por la madre. Quien encuentra una pareja, ha dado lugar en su corazón a su mamá.

En ocasiones, pretendemos ser leales al sufrimiento de una mujer de nuestro sistema familiar: la mamá, la abuela, que han sufrido en su relación con los hombres, o que nunca tuvieron acceso a una relación estable con los hombres, por patrones familiares basados en el resentimiento o la ira. Será necesario mirar a estas mujeres y pedirles permiso para hacer las cosas diferentes. Para amar, para ocupar el lugar de la persona que, habiendo tomado la vida como un obsequio de parte de sus padres, la honra y se pone al servicio del amor. Acceder a la vida requiere honrar la vida en sus orígenes: mamá, papá y todos aquellos que estuvieron antes e hicieron un espacio para nosotros.

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No se busca a la pareja ni se permite ser retenida por lo que ya pasó. Se prepara el corazón para estar disponibles. Empatía, compasión, y tomar a la madre, son la clave. Que todo fluya sin pretensión.

Oscar Nieto Barquet, psicólogo clínico.

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Teléfono: 099-849-6326.