José Gregorio Hernández, quien será beatificado el 30 de abril de 2021, tuvo parentela en Ecuador. Era primo en tercer grado del cuencano santo hermano Miguel y el guayaquileño y expresidente de la República León Febres-Cordero Ribadeneyra era su sobrino en cuarto grado.

Los tres se desprenden de un mismo árbol genealógico. Joaquín Febres-Cordero Oberto junto con su hermano Esteban llegaron al Ecuador procedentes de Venezuela, donde nació quien también se conoce como el doctor Gregorio, en algún momento del siglo XIX, para ser parte de la gesta libertadora del 9 de Octubre de 1820.

Joaquín y Esteban eran primos hermanos de Remigio Hernández Febres-Cordero, el abuelo del hermano Gregorio, conocido como el médico de los pobres.

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Joaquín echó raíces en Ecuador y al pasar los años tuvo como nieto al santo hermano Miguel, quien falleció el 9 de febrero de 1910 y fue canonizado por el papa Juan Pablo II en 1984.

Esteban, en cambio, se quedó en el país y fue el bisabuelo del expresidente de la República León Febres-Cordero Ribadeneyra, quien falleció el 15 de diciembre de 2008. El político gobernó en el periodo 1984-1988.

El historiador Mauricio Alvarado construyó el árbol genealógico del expresidente y del único santo ecuatoriano y detectó el parentesco con el hermano Gregorio, quien será beatificado por el Vaticano. “Los Febres-Cordero son de origen venezolano. Los hermanos Esteban y Joaquín llegaron al Ecuador. Del primero nació el expresidente León Febres-Cordero y del segundo, el santo hermano Miguel”, indica.

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Venezuela celebra la beatificación de José Gregorio Hernández, un médico nacido el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo rural de Isnotú, estado de Trujillo, en Venezuela.

“Sería de averiguar si había una relación entre el hermano Gregorio (1864-1919) y el santo hermano Miguel (1854-1910), que fueron contemporáneos. El asunto es que debieron haberse conocido, estoy bastante seguro de que se conocían entre ellos”, agrega Alvarado.

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En Guayaquil y otras localidades del país como Montecristi (Manabí) hay devoción por el que desde este viernes 30 de abril será beato de la Iglesia católica. Incluso en la parroquia San Antonio de Padua, en Urdesa norte, en Guayaquil, hay imágenes en su nombre.

“El Vaticano ya lo había establecido como venerable, entonces la veneración era oficial”, afirma Alvarado.

Sus feligreses cuentan que tienen su imagen y le rezan sobre todo cuando alguien está enfermo en busca de sanación. Las misas en la parroquia se celebran los jueves.

El hermano Gregorio se vio en la disyuntiva de inclinarse por la dedicación exclusiva a la religión o por una vida en pareja. Pero, finalmente, no se casó ni con la Iglesia ni con una mujer. Se dedicó a ser médico, escribió un libro científico y hacía labores altruistas dando atención médica sin costo a los más pobres.

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Será beatificado tras la aprobación del papa Francisco luego de verificar el milagro concedido a la niña Yaxury Solórzano, a quien los médicos no daban esperanzas de vida tras recibir un disparo en la cabeza.

Cómo celebrará Guayaquil la beatificación del venezolano José Gregorio Hernández

La Congregación para la Causa de los Santos promulgó el 19 de junio de 2020 el decreto con la autorización del papa Francisco para la beatificación de José Gregorio Hernández. Es el cuarto beato venezolano.

Yaxury Solórzano visitó el año pasado los restos del hermano Gregorio. Foto: Baltazar Porras

El milagro atribuido a la intercesión de José Gregorio Hernández fue reconocido el 9 de enero de 2020 por la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos, según un comunicado de ACI Prensa. Se trató de la curación inexplicable de una niña.

Ella recibió un balazo de escopeta en la cabeza en marzo de 2017 cuando delincuentes intentaron robar la moto de su padre. El hecho ocurrió cerca de su vivienda en el caserío Mangas Coveras del estado venezolano de Guárico. La menor tenía un pronóstico reservado. De recuperarse, quedaría con secuelas permanentes.

Su madre declaró haberle rezado a José Gregorio durante su convalecencia y la comisión eclesiástica que estudió el caso concluyó que el doctor obró la curación desde el cielo.

“A pesar de muchas circunstancias adversas: lugar lejano, mucho tiempo transcurrido entre el incidente y la llegada al hospital, y del pronóstico inicialmente negativo de los médicos, la niña se curó totalmente, de manera inexplicable por causas naturales”, dijo el arzobispo emérito de Caracas, cardenal Jorge Urosa, a ACI Prensa.

Para la sanación de la menor se pidió la intercesión de don Gregorio Hernández y “a él se atribuye la intervención de Dios para la curación de la niña”, mencionó.

El cardenal Urosa dijo a ACI Prensa que “don Gregorio tiene fama de santidad desde el mismo momento de su muerte, y a lo largo de los años su personalidad se percibe cada vez más como un ser humano extraordinario, de grandes cualidades y virtudes”.

“Su testimonio nos invita a seguir el camino de Jesucristo, que es el camino hacia la felicidad y hacia la salvación eterna, y demuestra la importancia de la vivencia de la fe para el óptimo desempeño humano”, concluyó Urosa. (I)