Que siempre tenemos que lucir y vernos diferentes, que hay que conseguir esa nueva pieza icónica para nuestro guardarropa o que debemos apuntarnos a la tendencia de temporada son algunos de los conceptos que la industria global de la moda ha potenciado para favorecer el punto de vista comercial sobre las prendas que elegimos comprar.

Y aunque la creatividad e innovación de los diseñadores siempre es apreciada, sí existe un problema cuando ese consumo se impone sobre el bienestar de los seres humanos y del ambiente. ¿Qué hacer para generar un cambio?

“Al hablar de sostenibilidad a veces se siente que somos muy pequeños como para lograr el cambio que se necesita. No sé si una persona logre cambiar el mundo, pero acciones como estas sí logran cambiar tu mundo”, expresa Estefanía Cardona, fundadora de KIKI, medio ecuatoriano especializado en moda consciente (@lifestylekiki, en Instagram).

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Los básicos deben ajustarse a su propio estilo. Al elegir estas prendas hay que favorecer la calidad y las texturas por sobre la cantidad.

Con este propósito, ofrece algunas recomendaciones:

1. Revise su armario y remueva las prendas que no ha utilizado en los últimos tres meses y que se han quedado solo almacenadas. Reflexione por qué no las ha usado y fíjese en qué prendas sí repite y utiliza a diario. Esto le ayudará a descubrir su estilo. “El sobreconsumo es contaminante, porque no utilizamos todas las prendas que estamos comprando”, dice Cardona, pero también se puede pensar en cómo darles una segunda vida al modificarlas o venderlas como oferta de segunda mano.

2. Considere su dinero como una inversión y no como un gasto. De esta manera se otorga un valor consciente a la compra y se entiende que a través de esa transacción se respalda o no a quien fabricó la prenda o artículo elegido. “Es una manera de decir: ‘Valido lo que estás haciendo, me gusta, así que ten mi dinero para que continúes’”, explica.

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Elegir prendas hechas con fibras naturales, como el algodón y seda orgánica o lino por sobre materiales sintéticos, cuida el medioambiente.

3. Analice sus motivos para comprar, sobre todo si percibe que salir de shopping representa para usted una necesidad emocional para enfrentar el estrés o el aburrimiento. Tener control sobre esta decisión le ayudará incluso a ahorrar.

4. Vigile a quién sigue en las redes sociales. “A veces seguimos a personas que todo el tiempo están cambiando de imagen, comprando cosas y mostrándonos cómo compran con frecuencia; entonces, nos genera esa cultura de comprar más, del ‘yo también quiero’”.

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5. Si decide adquirir algo nuevo, haga las preguntas básicas: ¿quién lo hizo?, ¿en qué contexto se fabricó?, ¿de qué materiales está hecho?, ¿a quién beneficiaré o apoyaré al realizar esta inversión?