Hay diferencias entre la destreza manual de un niño a los 3 y los 5 años, especialmente en lo que se refiere a la motricidad fina.

A los tres años, su hijo está desarrollando el control muscular y la concentración que necesita para dominar movimientos de precisión con los dedos. Ahora sabe que puede mover los dedos de manera independiente o juntos: ahora puede sostener un crayón como un adulto, en vez de empuñarlo. También puede hacer un cuadrado o un círculo o garabatear.

Con el desarrollo de su conocimiento espacial, tratará sus juguetes con más delicadeza. Podrá armar una torre de cubos, llenar un vaso con agua (usando las dos manos), desabotonarse la ropa y usar una cuchara para comer, aunque riegue algo.

Publicidad

Alrededor de los tres años, el niño muestra interés por vestirse solo y abrochar botones. Foto: Shutterstock

Seguramente querrá usar otras herramientas: tijeras, papel, pinceles, pintura, marcadores. Deje que los manipule, modele el uso correcto, pero no lo deje solo con este tipo de artículos.

A esta edad, el dibujo del niño es más deliberado, empieza a decidir lo que quiere dibujar o pintar antes de ponerse a trabajar. Esto es bueno para la motricidad fina.

Entre las actividades que la Academia Americana de Pediatría sugiere dar a su hijo a los 3 años están:

Publicidad

  • Construir con bloques.
  • Armar rompecabezas simples (cuatro o cinco piezas grandes).
  • Jugar con tableros.
  • Hilar cuentas grandes de madera.
  • Colorear con crayones o tiza.
  • Construir castillos de arena.
  • Verter agua en recipientes de diversos tamaños.
  • Vestir y desvestir muñecos con ropa con cremalleras grandes, broches y cordones.

Motricidad fina a partir de los 4 años

A su niño de 4 a 5 años le interesarán las herramientas de los adultos: destornilladores, batidor de huevos, espátulas de cocina, artículos de jardinería (como una regadera). Deje que lo ayude mientras usted trabaja. No le niegue el uso de algo a menos que sea eléctrico o cortante, en cuyo caso él deberá mirar cómo usted lo hace.

Batir en la cocina fascina a los niños y los ayuda a desarrollar sus movimientos finos.

A esta edad, el niño puede cepillarse los dientes (con vigilancia) y vestirse con ayuda, e incluso ponerse los zapatos y aprender a atarlos.

Publicidad

Sus dibujos tendrán más detalle, como ojos, nariz y boca, y se centrarán más a menudo en la figura humana, generalmente en personas conocidas y cercanas para el niño, la familia o los amigos de la escuela.

Actividades para compartir con ellos:

  • Escribir y dibujar, sosteniendo el papel con una mano y el lápiz o el crayón con la otra.
  • Trazar y copiar patrones geométricos, una estrella o un diamante.
  • Juegos de tarjetas y tableros.
  • Pintar con un pincel y pintura para dedos.
  • Moldear con plastilina.
  • Cortar y pegar (con tijeras seguras y sin punta).
  • Crear estructuras complejas con muchos bloques.

El ir mejorando en estas actividades hará crecer la autoestima del niño. No es hora de buscar sus talentos para el dibujo o la pintura, sino de dejarlo experimentar libremente. Mientras más oportunidades usted ofrezca, mejor. Su hijo e hija son capaces de elegir por sí mismos lo que les guste.