Resulta familiar tener sentimientos encontrados cada vez que está próximo a culminar un año más en nuestras vidas. El área de la sexualidad y pareja puede que represente en la actualidad uno de los temas más interesantes a considerar para vivir a plenitud las fiestas y nuevos inicios en la vida de cada uno; teniendo en cuenta que venimos con un historial anestesiado por el respectivo confinamiento y restricciones que obedecen al aún presente virus.

Podemos hacer referencia, como era antes, el a. C. (antes de Cristo) y el d. C. (después de Cristo), ahora es a. P. (antes de la pandemia) y d. P. (después de la pandemia). Y es que el COVID-19 marcó en nuestras vidas y en varias de las generaciones actuales diferentes huellas, tanto digitales como psicológicas, conllevando la idea de disfrutar al máximo estas festividades para “recuperar el tiempo perdido” de lo que fue el 2020 y parte del 2021.

No es amor, es obsesión: el “refuerzo intermitente” que hace que te enganches a relaciones tóxicas

El mes de diciembre viene también marcado por fechas tradicionales en nuestra cultura, tales como las cenas navideñas, el juego del amigo secreto, reuniones de promociones de estudios, entre otras. Evidentemente el cierre más simbólico lo suele representar el 24, 25 y 31 de diciembre, respectivamente, fechas para las cuales ya es tradición llevar una carga emocional alta para los que consideran representativas dichas festividades.

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Entonces, ¿qué podría esperarse este 2022, considerando lo vivido en estos dos años de pandemia?

Los patrones de conducta previos indican un alza significativa en cuanto al disfrute desenfrenado de las próximas festividades, razón por la cual si nos referimos a los últimos repuntes de contagios por COVID-19, los más letales fueron a inicios de 2022, producto de las fiestas de fin de año 2021. Sin embargo, dejando de lado el pesimismo, debemos hacer frente a un virus que aún está presente entre nosotros.

Esto ha demostrado no frenar la tan anhelada y necesaria “reactivación económica”, que, en su afán de ganar adeptos para servicios y promociones de todo tipo, apuntan al lado del entretenimiento y consumo compartido. Y es que como seres biopsicosociales que somos, buscamos y disfrutamos de espacios con nuestros pares y sobre todo, parejas.

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El estado de soltería ha llamado a que el mercado sexual se potencie. Foto: Shutterstock

Los gimnasios, nuevos escenarios para los solteros

Aquí es donde podemos analizar ambos escenarios para nuestros lectores. Por un lado, los solteros seguramente han podido vivir muchas experiencias de manera aguda y exprés, en cuanto a pretendientes y oportunidades que pudieron presentarse.

Y es relevante poner en evidencia que los espacios para interrelacionarse mutaron de manera significativa a raíz del COVID-19. Tal es el caso del 2021, donde muchos gimnasios y lugares afines de ejercicio y fitness fueron la fuente principal de encuentros y oportunidades para cortejar e interactuar a nivel de “búsqueda y encuentro” de parejas.

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Esto obedecía en su momento al hecho de tener aún muchos centros de entretenimiento y diversión con cierre por las evidentes restricciones. Y sumado al potencial erótico que lleva el acto en sí de ponerse en forma y mirar, oler y escuchar a otros hacer lo mismo.

En 2021, muchos gimnasios y lugares de ejercicio y ‘fitness’ fueron la fuente principal de oportunidades para cortejar e interactuar a nivel de “búsqueda y encuentro” de parejas.

La función erótica definitivamente tuvo su marca personal en esta fase de la pandemia, y no es de extrañarse que aún persistan ciertos rezagos en nuestra actualidad. Se menciona esto por la evidente carencia que muchos vivimos durante el confinamiento; tiempo para el cual los sentidos más explotados fueron: la vista y el oído.

Esto explica el porqué al irse levantando gradualmente las restricciones, muchos desenfrenos se han ido poniendo en evidencia en las noticias y redes sociales. El estado de soltería ha llamado a que el mercado sexual se potencie de forma exponencial para la atracción de muchas miradas, likes y encuentros.

Los pretendientes ahora muestran su interés al pulsar el botón de "me gusta". Foto: Shutterstock

Por eso, en este fin de año puede resultar de mucho interés tener en consideración el análisis personal de lo vivido en los últimos años, el 2019 como prepandemia y las festividades 2020 y 2021. Estas servirán como marco de referencia o contraste para determinar su estatus como potencial candidato para encontrar pareja.

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Esto apunta hacia algo que es muy común en el discurso psicológico, el “plan de vida”. Revisar si está en el mejor o en el momento adecuado para comprometerse con otra persona es clave para iniciar un nuevo año de forma fresca y responsable en su vida sexual.

Parejas de la pandemia: los que prevalecieron y los que se conocieron

Por otro lado, no podemos dejar a las parejas. Esta es una de las aristas que tal vez más trabajo ha dejado para nosotros, los especialistas en sexología y terapeutas de pareja. Los mundos de las parejas que han prevalecido juntos durante este tiempo y también los que se unieron o son parejas de pandemia pueden beneficiarse significativamente de muchos recursos ganados en estas fechas.

Comencemos con los que vienen prepandemia. Esas parejas traen consigo dos años de experiencia sumamente fuerte e intensa causada por lo vivido durante el confinamiento y posterior vuelta a la “nueva normalidad”. Es decir, atravesar lo que para nosotros es nuestra primera pandemia, y esperemos sea la última. Es una herida que aún no termina de sanar.

Por eso, en consulta privada es común encontrar mujeres que manifiestan aún resentimientos hacia sus parejas por el aparente abandono durante fechas duras de la pandemia a causa de algún familiar en estado crítico. Así como en el caso de varones que en su discurso ponen significativo énfasis en la falta de intimidad o sexo durante el periodo 2020 y 2021.

En estos y varios escenarios más, se evidencia la necesidad de “actualizar el software” como me gusta llamarle, a este chip de cada uno y de la relación en sí, brindando la posibilidad de mejoras en el sexo dentro y fuera de la cama para todos.

Siempre considerando que la sexualidad puede y debe expresarse de forma saludable, responsable y placentera. Y que las próximas fechas son excelentes oportunidades para potenciar el verdadero poder erótico de nuestras emociones y órganos de los sentidos. Proyectando espacios de compartir y vivir nuevas experiencias pospandemia en el verdadero amor que cada uno lleva consigo, de lo aprendido con las pérdidas y ganancias personales de estos tiempos. (I)