La ansiedad y la frustración suelen ser sentimientos muy recurrentes en estas fechas para Celeste Valverde. “Me da ansiedad por la presión de las reuniones y la interacción social. Los gastos y no saber cómo complacer a los demás con un regalo adecuado”, confiesa la mujer de 33 años, quien encuentra en la decoración navideña un escape a todo el caos que le provoca diciembre. En tanto, la frustración la relaciona a todos esos pendientes que no alcanzó a saldar antes de que culmine el año.

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En la calle, los taxistas también sienten el ‘estrés navideño’; la pesada congestión vehicular y el sonar desesperante de las bocinas de los autos son muestra de aquello. Y sin mencionar las largas filas en los locales comerciales, en donde las vitrinas ya hacían su mejor oferta desde octubre.

“Diciembre ya no es una fecha de paz, sino de estrés y gastos... todo el mundo está corriendo, y a algunos nos coge sin dinero”, expresa de un modo angustiante una mujer de unos 50 años que hacía fila en una farmacia.

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A pesar de que estas festividades nacieron para transmitir un mensaje de unión y algarabía familiar, para algunos esta época está más apegada a la melancolía, el dolor, la vulnerabilidad y el estrés. Según el Dr. Gregory Celis, director médico de Laboratorios Bagó, este mal es conocido como depresión navideña y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 6% de la población es propensa a sufrirla en esta temporada.

“Hay personas que son más vulnerables a tener eventos depresivos en ciertos momentos del año, especialmente cuando hay un evento festivo como la Navidad y el Año Nuevo, pero también sucede mucho en los cumpleaños o en fechas cuando celebramos algo familiar. Estas personas que son proclives a tener depresión, en estas épocas, incrementan esta depresión e incluso pueden llegar al suicidio”, describe Celis en entrevista con este Diario.

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La nostalgia en esta fecha también puede desprenderse por la muerte de un ser amado, menciona Celis. “Las fiestas tienen la particularidad de hacer que la ausencia de los seres amados sea más evidente, por lo que el vacío emocional se intensifica”, dice.

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Entre los motivos también despunta la situación económica, que es capaz de generar preocupación y hasta desesperación. “En la Navidad, que es una festividad caracterizada por la compra masiva de regalos, tener que optar por la austeridad puede provocar zozobra en la persona, más aún cuando se ven imposibilitados”.

A esto, la psicóloga Madeli Santos le suma la presión y la frustración de tener que cumplir con tantas cosas antes de culminar el año. “Se sienten presionados, tienen ideales en su mente de lo que quieren lograr, de lo quieren generar, y eso va incrementando ya estados de depresión o de ansiedad que se cargaban desde antes”, apunta.

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Santos dice que los mensajes que emiten las redes sociales sobre si se alcanzaron las metas propuestas en el año alimentan este malestar. “Comienza ese autojuicio de no lo logré, qué malo que soy, no soy productiva, nunca lo logro, siempre me propongo algo y luego lo echo por fuera... Esta autocrítica hace que los niveles de frustración y malestar se incrementen en nosotros”.

La tristeza profunda, el aislamiento social, la negatividad ante la vida, el desgano, la desesperanza, incremento o pérdida total del apetito, el consumo excesivo de alcohol y drogas, mucho o poco sueño, llanto constante suelen ser señales que alertan de una posible depresión navideña, dicen los expertos.

A continuación, enlistamos algunas guías, dadas por los especialistas, para afrontar esta crisis emocional.

Sea consciente

Los expertos refieren que el primer paso es tener conciencia de lo que está pasando en el interior de cada uno. “Para gestionar algo tengo que entenderlo, tengo que saber de dónde proviene... A veces solo es necesario aprender a sentir”, menciona la psicóloga Santos.

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No huya de las emociones

A veces se lucha contra viento y marea para desprenderse de una emoción o sentimiento, ya que en repetidas ocasiones se nos ha dictado que a los malos ratos hay que ponerles la mejor sonrisa, pero esto no siempre debe ser así, dicen los profesionales. “Algo que les digo a mis pacientes es que hablen con su emoción, conozcan a su emoción. Cuando realmente aprendemos a mirar al dolor, a la tristeza, a la depresión de cara, empezamos a entender por qué está presente”, dice la psicóloga Santos.

Suelte los idealismos

Una de las recomendaciones de los expertos es soltar los idealismos que se ha construido en la mente y en su caso centrarse en lo que sí se puede hacer. Las compras navideñas no lo es todo, también están las experiencias que crearán recuerdos en cada persona. “Cuando me centro en lo que sí puedo hacer, en lo que sí puedo dar, puedo pasar un buen momento. Nuestros hijos, nuestras familias, nuestros amigos, lo que más quieren es sentir cosas significativas”, recomienda Santos.

“Vean que el solo hecho de estar sanos ya es un regalo de la vida. Primero la salud y luego cualquier otra cosa”, añade por su parte Celis.

Aprenda a poner límites

Si algo no le gusta o le incomoda, ponga límites, aprenda a decir no. “A veces el tema de la presión se genera porque las personas quieren hacer algunas cosas que les piden y no están en la disposición, y el forzarlas las lleva a un estado de ánimo bajo”, sostiene Santos.

Paciencia y un calendario

Es tradicional que en este mes las reuniones navideñas afloran como un compromiso que para algunos puede parecer una condena. El Dr. Celis recomienda organizarse con paciencia y priorizando lo que realmente es importante, porque no se trata de cumplir con todos, sino de cumplir con los que se pueda, en el tiempo que se pueda y sobre todo cumplir con uno mismo.

“Si eres una persona extremadamente ocupada y socialmente ocupada, deberías hacer un calendario y darte cuenta de que tu familia también te necesita. Y otra cosa importante, que tú te necesitas a ti mismo... ¿qué gano yo con estar de fiesta en fiesta si no hago un stop y me veo a mí mismo al espejo y reconozco que también necesito un momento de paz y tranquilidad?”.

Busque un sistema de apoyo

Es una forma de autocuidado tener amistades, familia cercana, porque esto lo ayudará a sentirse más cercano a las demás personas.

Busque ayuda profesional

La doctora Santos señala que los centros de atención mental tienen más pacientes en estas fechas, precisamente porque este tipo de malestares se manifiestan con más fuerza en esta época. “No está mal pedir ayuda... sí sería bueno repasar luego y recibir un proceso un poquito más largo para entender de dónde proviene y así no caer en este síntoma cada Navidad”, señala Santos.

“Cuando una persona reconoce que está enferma ha ganado más del 80 % de la batalla”, apunta Celis.

No se centre en cosas negativas

Trate de relacionarse con personas que tienen un contenido de información positivo, es preferible no alimentar esas emociones con un entorno que constantemente está emitiendo mensajes negativos. (I)

Especialistas consultados:

  • Psicóloga Madeli Santos (@madeli.santos), directora del programa Mindpath Light. Contacto: 0988858813.
  • Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó. Contacto: www.bago.com.ec