La luna ha cautivado a la mente humana desde el principio de los tiempos. A lo largo de los siglos, varios pueblos de todo el mundo la han adorado como una deidad importante, creyendo que tenía un poder real para influir en sus vidas y en su salud.

En cierta forma, esta fascinación por el satélite natural de nuestro planeta sigue vigente. Cada 20 de julio recordamos el aniversario de la llegada del hombre a la Luna, misión que será realizará de nuevo por la NASA en 2024.

La luna influye en la vida en la Tierra y en sus mecanismos naturales. La atracción gravitacional entre la luna y la Tierra provoca la subida y bajada de las mareas del océano. Asimismo, también afecta a corales de arrecife, gusanos marinos y algunos peces, dado que tienen ciclos reproductivos que están aproximadamente sincronizados con los ciclos lunares.

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Por esto, también se ha pensado que la luna puede tener ciertos efectos en los seres humanos, cuestión que ha llevado a que se acuñe la palabra lunático (derivado del latín lunaticus) para describir a una persona con cambios bruscos de carácter, pues hace varios años se creía que la locura y la epilepsia eran causadas por la luna, según describe BBC Future. Pero, ¿es cierto que el satélite natural de nuestro planeta tenga efectos en nuestro organismo?

Ciclos menstruales

La noción de que el ciclo menstrual y las fases de la luna están vinculadas de alguna manera se deriva del concepto de que, en promedio, un ciclo menstrual dura 28 días, lo que equivale aproximadamente a un ciclo lunar. La luna tarda 27 días, 8 horas y 43 minutos en completar una revolución alrededor de la Tierra y 29,5 días en un ciclo de fase lunar.

En los años 70, 80 y 90, varios estudios a pequeña escala sugirieron que los períodos que las fases de ovulación coincidían con la fase de “luz” (en la fase que conduce a la luna llena) y la fase “oscura” (en la que conduce a la luna nueva) del ciclo lunar, respectivamente.

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Algunos de estos estudios también encontraron correlaciones entre las fases lunares, cambios en los niveles de melatonina, una hormona que ayuda a regular los ciclos de sueño y vigilia, y la fase del ciclo menstrual.

Tan recientemente como en 2005, un estudio trabajando con una pequeña grupo de Nepal, indicó que las mujeres cuya fase de ovulación coincidía con la luna llena, y que quedaban embarazadas durante la luna llena, tenían más probabilidades de dar a luz a bebés varones. Aquellos que concibieron antes de la luna llena tenían más probabilidades de dar a luz a bebés hembras.

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Sin embargo, es poco probable que la mayoría de los períodos se “sincronicen” con fases lunares particulares, excepto por coincidencia. Los ciclos menstruales pueden durar entre 21 a 35 días, y su duración también puede cambiar con la edad y debido a factores hormonales.

Un estudio publicado en 2013, que tuvo una duración de un año, que fue realizado con 74 mujeres en edad reproductiva contradijo la idea de que la luna tenía influencia en los ciclos menstruales. La investigación no encontró correlación alguna entre la menstruación, la fertilidad y las fases de la luna.

Horas de sueño y vigilia

Un estudio de 2015 encontró que la luna llena puede afectar el sueño de manera diferente en hombres y mujeres. Muchas mujeres duermen menos y tienen menos sueño REM (fase donde se producen sueños y pesadillas) cuando se acerca la fase de luna llena, mientras que los hombres tienen más sueño REM cerca de la luna llena.

En 2016, un grupo de investigadores examinó los ciclos de sueño de los niños en 12 países. Descubrieron que los niños dormían un 1 por ciento menos durante la fase de luna llena. Sin embargo, no encontraron ninguna asociación entre este cambio en el sueño y una diferencia significativa en el comportamiento durante ese período.

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Aunque muchos estudios apuntan a una asociación entre el sueño y los ciclos lunares, no todos lo hacen. Un estudio de 2015, que tuvo una participación de 2.125 personas, no encontró ningún vínculo entre la luna llena y los cambios en los patrones de sueño.

Cambios en el comportamiento humano

El cuerpo humano se ha adaptado a la exposición de la luz del día y la oscuridad.

Esto ha llevado al desarrollo de ritmos circadianos que afectan muchos de los sistemas de su cuerpo, no solo su ciclo de sueño-vigilia. Los ritmos circadianos también afectan su salud física y mental.

Pero el uso generalizado de la luz eléctrica significa que muchos de sus ritmos circadianos se están adaptando a nuevos patrones de luz y oscuridad. Cuando los ritmos circadianos cambian, puede causar o aumentar los síntomas de ciertos problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.

Entonces, ¿la luna tiene el poder de interrumpir su ritmo circadiano? Una luna llena ilumina el cielo con un tenue 0,1 a 0,3 lux, en comparación con una farola (15 lux) o la pantalla de un teléfono celular (40 lux).

La evidencia científica predominante dice que la luna no está asociada con cambios de estado de ánimo ni con problemas de salud mental. Investigadores en un estudio de 2017 analizó los registros de la sala de emergencias en un hospital de 140 camas y descubrió que las personas visitaban la sala de emergencias debido a una afección psiquiátrica en números aproximadamente iguales durante las cuatro fases de la luna.

Una revisión de 2006 de más de 10 000 registros médicos de diferentes instalaciones encontraron lo mismo: no hay relación entre la luna llena y el número de visitas al hospital por trastornos psiquiátricos o del estado de ánimo. (I)