De la mayoría de los órganos del cuerpo, la piel es la más versátil de todos. Es, de hecho, el único órgano que está constante y directamente abierta al exterior. La misma te protege de agentes externos como el calor, el frío y el aire, así también como de las bacterias. Impermeable, reparador y auto-lubricado, eliminando los residuos sobrantes de tu cuerpo. Esa y más funciones lleva a cabo la piel.

Pero, ¿cómo es una piel sana? goza de ser estéticamente agradable a la vista y el tacto. Es suave y a la vez firme; tiene un tono uniforme, luce humectada, tonificada y definida; se encuentra libre de grasas y de imperfecciones. Sin embargo, hay otras características importantes que podrá responder a esa pregunta de forma más clara.

Antes de ahondar en la salud de la piel, debemos saber que existen distintos tipos de ella –normal, seca, grasa, mixta y sensible– a pesar de que cada una requiere cuidados específicos, existen varios rasgos comunes que podemos identificar en todas las pieles sanas. A continuación, te contaremos sobre algunas de ellas.

Publicidad

Jugos hidratantes, aliados para una piel sana

¿Es suave?

La piel sana tiene una cualidad inconfundible: es suave y lisa al tacto, sin áreas que resulten ásperas, resecas, escamosas o irregulares, ni siquiera en zonas como el codo u otras expuestas a mayor desgaste.

Pero a medida que envejecemos, tenderá a aumentar la acumulación de queratina epidérmica y se hará más lenta la renovación de las células basales. Esto se observará en una piel más gruesa, reseca, rugosa y con poco brillo.

¿Cómo debe ser nuestra rutina de belleza para mantener la piel del rostro saludable?

¿Identificas exceso de grasa?

Imagen: tomada de Pexels.

Las glándulas sebáceas producen aceites naturales para brindar protección. Sin embargo, una piel sana no puede ser excesivamente seca ni excesivamente grasosa.

Publicidad

La alta producción de sebo (grasa) puede acarrear diversos problemas, comenzando por el acné. Además, contribuye con la acumulación de bacterias y células muertas, lo que crea un ambiente favorable a infecciones.

7 mitos y verdades sobre cómo mantener una piel sana

¿Su tono es uniforme?

Foto: Pexels

No estamos hablando del color, ya que una persona puede ser blanca, morena, cobriza. Nos referimos al hecho de cuando la piel está saludable, el tono es uniforme, sin decoloraciones, manchas ni despigmentaciones.

Publicidad

Aún así, el envejecimiento natural, así como el efecto combinado de agentes externos e internos (sol, alimentación, enfermedades), pueden incidir en la alteración de la actividad de los melanocitos, lo que se traduciría en una melanina irregular.

Cómo usar la mascarilla de aloe vera para reducir las arrugas de la piel

¿Sientes firmeza al tacto?

Imagen: Pixabay

Por sobre todas las cosas, una piel sana se siente al tocarla. En este sentido, su textura es compacta, lisa y suave, pero a la vez sólida; no cede, ni se arruga ni se distiende.

Al contrario, por enfermedades o mala alimentación, las proteínas dérmicas(colágeno y elastina) pierden estructura, afectando la firmeza y haciendo que luzca flácida. Esto también pasa al envejecer, aunque es posible atenuarlo.

Mantenga su piel sana y joven con limpieza diaria

¿Luce hidratada?

Imagen: pexels.

Si la piel luce reseca o con una apariencia y textura escamosas, significa que no está sana y que falta humedad. Es importante mantener la hidratación para evitar ese aspecto de resquebrajamiento.

Publicidad

Ahora bien, tener la piel seca no es propiamente un problema de salud. Sin embargo, si permanece áspera, hay comezón u otros síntomas, es posible que exista alguna patología de base. (I)