Es casi generalizada la idea de que comer antes de acostarse no es lo más recomendable. Se tiende a pensar que cuanto más tarde se meriende, más probabilidades se tiene de engordar. Ya que el metabolismo ralentiza en la noche y quema menos calorías. En otras palabras, todo lo que ingieres antes de meterte a la cama serán unos gorditos sobre la cintura al día siguiente.

Pero la realidad es otra, y es que no existe una postura unánime en el tema de comer o no antes de acostarse, señalándolo como una premisa controvertida, con evidencia científica apuntando hacia ambas posibilidades.

Pero más allá de engordar o no, lo que importa es que la ciencia ha apuntado otros posibles riesgos sobre tu salud y bienestar, debido al comer justo antes de dormir.

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Acidez estomacal

Entre los posibles factores que pueden empeorar esta afección está el ingerir alimentos en la noche, según el portal de Clínica Mayo.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se da cuando el ácido del estómago sube hasta la garganta al escapar por el esófago. Lo cual produce síntomas desagradables que incluyen desde acidez hasta laringitis o erosiones dentales.

Por ello, es conveniente esperar unas tres horas antes de acostarse. O lo que es lo mismo “nada de siestas después de comer, ni cenas tardías ni refrigerios de medianoche”, como aconseja el portal de Harvard.

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Engordar continúa siendo una posibilidad

La irregularidad en el horario de las comidas durante los fines de semana nos puede hacer engordar.

Un pequeño estudio de 2020 señaló que aquellos que comieron una comida más tarde en la noche quemaron menos grasa mientras dormían que quienes tomaban su última comida a horas más tempranas (a pesar de que ambos tuvieron las mismas ingestas calóricas y niveles de actividad equivalentes).

Según la nutricionista Carla Magdas, aquello podría deberse a que su fisiología varía a lo largo del día. Los niveles de insulina como de leptina y grelina, hormonas que regulan el apetito, son distintos a partir de las 18:00 o las 19:00. Es por ello que la experta considera que cenar tarde es un error que puede llevarte a engordar.

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Por otro lado, el cuerpo tiene un reloj interno y muchos aspectos del metabolismo parecen funcionar de manera más óptima por la mañana. Por lo tanto, comer más temprano en el día parece influir más positivamente en la salud e incluso el peso, señaló una investigación de 2016.

Riesgos de padecer síndrome metabólico

Foto: Istock

El síndrome metabólico es el nombre de un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud. Se puede tener un solo factor de riesgo, pero a menudo las personas tienen varios de ellos al mismo tiempo, explica el portal MedlinePlus.

Un estudio presentado en 2016 en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología recogido por BBC encontró que consumir alimentos en la noche tiene un impacto significativo en la presión arterial.

Esto es debido a que en la noche, un proceso fisiológico normal incluye el descenso de la presión arterial. Sin embargo, el estudio encontró que el 24,2 % de los participantes que habían comido dentro de las dos horas antes de acostarse no había mostrado un descenso adecuado de la presión sanguínea.

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¿Dónde queda tu calidad de sueño?

Imagen: Pexels

Hay miles de cosas que podrían alterar tu sueño, desde la cafeína hasta mirar tu pantalla móvil en altas horas de la noche. Entre ellas, también se encuentra el comer antes de irte a dormir.

Un estudio de 2011 recogido por Eat This encontró que aquellos pacientes que cenaban más próximos a la hora de acostarse tenían más probabilidades de experimentar alteraciones del sueño que aquellos que dejaron pasar suficiente tiempo entre su última comida y su descanso. A partir de ahí quizá que los expertos tiendan a recomendar cenar entre dos y tres horas antes de irte a dormir.

Pero también existe la posibilidad de que si no comes al momento de sentir apetito, no duermas por los ruidos del estómago o tu pensamiento pidiéndote comida. Es por ello que es recomendable alimentarte con un snack saludable que reduzca el hambre. (F)