Correr aporta beneficios a cualquier edad, aunque nuestro cuerpo no es el mismo cuando la edad avanza. Estos son algunos de los cambios fisiológicos que sufrimos cuando hemos cumplido ya más de 50 años y que pueden afectar a nuestra actividad deportiva.

La edad, además, es un factor a tener en cuenta. A partir de los 40 o 50 años, la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda hacerse un chequeo médico y controlar los factores de riesgo como la presión elevada, aparición de síntomas como mareos, palpitaciones etcétera.

El Dr. Carlos de Teresa, especialista en Medicina del Deporte, explica que, “en el momento en el que alguien empieza a hacer ejercicio y su musculatura tiene mayor necesidad de aporte sanguíneo, el corazón responde con un aumento del gasto cardiaco”, reseña El Debate.

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El sistema circulatorio requiere de un tiempo de adaptación progresiva, para conseguir que, a través de la mejora de la elasticidad de las arterias y el aumento del número de capilares en cada músculo, facilite el aporte de sangre y oxígeno necesarios para los músculos durante el ejercicio.

(I)

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