Un suelo pélvico débil puede llegar a convertirse en la causa de uno de los problemas de pareja más graves: la alteración de la función sexual.

El debilitamiento se puede dar en hombres y mujeres por diversas razones. En el caso de las mujeres, por el embarazo, los partos vaginales y la menopausia. Por otro lado, los varones pueden sufrir de un suelo pélvico débil por la mala práctica de ejercicios de fuerza, sobrepeso o estreñimiento.

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En ocasiones, uno de sus efectos colaterales son los problemas en el sexo. El músculo más conocido del suelo pélvico es el pubococcígeo (PC), que recorre desde el pubis al coxis, por ende, es uno de los encargados de generar las contracciones musculares asociadas al orgasmo.

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Las formas en las que un suelo pélvico débil afecta las relaciones sexuales, según indica Ángel Villegas, especialista en urología, son las siguientes:

  • Durante el ejercicio sexual, el cuerpo se entumece y ocasiona dolor durante el coito.
  • Además, la mujer puede tener problemas para lubricar durante el coito y sentirá dolor.
  • Si la mujer tiene un suelo pélvico débil, puede causar que su pareja reduzca la fuerza de sus erecciones.
  • Problemas de erección o eyaculación precoz.
  • Problemas urinarios.

Una forma de fortalecer los músculos del suelo pélvico, que sostienen la vejiga y el intestino, es a través de ejercicios de Kegel.

Estos ejercicios consisten en contraer los músculos perineales combinando técnicas de biorregulación y electroestimulación, destinados a la mejoría de la fuerza y la contracción de los músculos del suelo pélvico. En términos más sencillos, es como si tuvieras ganas de orinar pero no hubiese un servicio disponible: entonces, debes aguantar.

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Al contener la orina se contraen los músculos y ayuda a fortalecer el suelo pélvico. López enfatiza que la contracción debería durar diez segundos aproximadamente, luego relajar los músculos y repetirlo hasta tres veces al día, así lo indica Miriam Ovadía, fisioterapeuta mexicana en su perfil de Instagram, donde comparte información y consejos al respecto.

Recuerda que, antes de realizar cualquier ejercicio del suelo pélvico, debes localizar esta musculatura, y para ello debes consultar con tu médico experto en ginecología o urología. Una vez que hayas identificado los músculos del suelo pélvico, puedes hacer los ejercicios en cualquier posición, aunque al principio te resultará más fácil hacerlos tumbado.

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Cómo localizar el suelo pélvico

Mujeres: en el caso de las féminas, deben observar que la vagina y el ano se cierren un poco y se hundan hacia el interior del cuerpo en la zona periné. Coloca el dedo en el espacio que hay entre la vagina y el ano, realiza una contracción y así sentirás el movimiento del suelo pélvico.

Puedes ayudarte usando un espejo.

Las mujeres pueden ayudarse a encontrar el suelo pélvico usando un espejo. Imagen: Pixabay

Hombres: para identificar los músculos del suelo pélvico, en el caso de los varones, deben detener la micción a mitad de camino o contraer los músculos que impiden la liberación de gases. Estos movimientos utilizan los músculos del suelo pélvico.

Cómo realizar los ejercicios de Kegel

Estos son los pasos para realizarlos, que recoge el portal médico Mayo Clinic; sin embargo, debes consultar con un entrenador antes de incorporarlos a tu rutina.

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  • Cerciórese de que la vejiga esté vacía, luego siéntese o acuéstese.
  • Apriete los músculos del piso pélvico. Manténgalos apretados y cuente hasta 5 segundos.
  • Relaje los músculos y cuente hasta 5 segundos.
  • Repita 10 veces, 3 veces al día (mañana, tarde y noche).

Otros ejercicios para hacer son tumbarse en el suelo, bajo una colchoneta específica para ejercicios, y levantar el vientre con una pelota de espuma debajo del sacro. En este ejercicio, las rodillas deben estar flexionadas y los pies bien planos en el suelo. (I)