Ambas opciones son más que recomendables para la salud, pues las frutas son un gran aporte de vitaminas, minerales, fibra y otras sustancias beneficiosas para el organismo. Siempre es conveniente consumir varias porciones de frutas al día, como mínimo tres piezas. Además de aportar nutrientes saludables, su consumo disminuye el riesgo de padecer trastornos cardiovasculares, ciertos cánceres y otras enfermedades degenerativas. También mejora la presión arterial.

Comer fruta antes o después del almuerzo no nos va a engordar, pues su aporte nutricional y calórico es semejante. Sin embargo, comer fruta antes de las comidas puede ayudarnos a adelgazar ya que, como contiene fibra, es un alimento saciante.

Si se quiere perder peso, es recomendable comerla entre horas, así se llega a las comidas con menos hambre. Hay que tener en cuenta que en forma de jugo no provoca el mismo efecto: conserva los nutrientes, pero no la fibra, que queda retenida en la pulpa que al final se desecha.

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Coloca las frutas en un recipiente en la cocina para que recuerdes comerlas, recomienda la nutricionista Xiomara Guerra.

Otra falsa creencia popular es que después de las comidas, la fruta se fermenta en el estómago. Esto no es así. En el estómago, todos los integrantes de la comida se mezclan con los jugos gástricos y, después, siguen el proceso digestivo juntos. Es cierto que a personas con alteraciones digestivas les sienta mejor la fruta entre horas, pero por otros motivos distintos. Es más, hay frutas como la piña, la papaya y la manzana que facilitan la digestión.

Aprovechar las frutas de temporada

“Por lo general, las frutas se consumen en el desayuno o entre comidas como snacks. Sin embargo, su consumo puede ser en cualquier momento del día, pero se recomienda su consumo durante el día para que nos aporten esa energía para nuestras actividades diarias”, expresa la nutricionista Stephania Esparza.

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Tampoco debemos creer que el abuso de fructosa va a convertirse en grasa. La fructosa, que es el azúcar mayoritario de las frutas, una vez aislada se puede convertir en edulcorante, en forma de granulado. Su consumo abusivo como azúcar de mesa engorda y eleva los niveles de los triglicéridos de la sangre. Pero esto no tiene nada que ver con su ingesta como componente de la fruta fresca.

Otro dato importante es aprovechar las frutas de temporada cuando el elemento está maduro. (F)