En cada persona el coeficiente intelectual es distinto y puede variar cuando la edad de la persona avanza, dependiendo de sus actividades y las condiciones en las que se desenvuelva, se señala en una publicación del sitio web López-Dóriga.

Aunque es posible cuidar y mantener nuestra inteligencia, también existen factores que pueden afectar negativamente nuestra capacidad cognitiva (aspectos como su facilidad para prestar atención, recordar conocimientos adquiridos en el pasado y generar nueva información).

En el artículo antes mencionado se señalan algunas acciones que pueden reducir o afectar seriamente el coeficiente intelectual.

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La forma de alimentarnos

Nuestra actividad cerebral puede verse afectada por el consumo de alimentos con alto contenido graso, debido a que estropea la función de la dopamina, el neurotransmisor encargado de producir la motivación. A esto se suma el que, según estudios, la comida con alto contenido en grasa puede también perjudicar nuestra capacidad de reacción, según la publicación.

El test que revela tu tipo de inteligencia

Realizar muchas tareas al mismo tiempo

Aunque creamos que tenemos la capacidad de realizar distintas cosas al mismo tiempo, lo cierto es que el cerebro solo puede con una a la vez y, lo que realmente pasa, es que experimentamos una sensación de que podemos con mucho en un mismo momento, afirma el experto en neurociencia del Instituto Tecnológico de Massachusetts Earl Miller.

En el artículo se indica también que cuando se realizan estos cambios tan rápido se gasta más glucosa, la fuente de energía del cerebro, además de que se reduce el CI, porque al realizar varias tareas, se impide la generación de pensamientos profundos, además que los pensamientos se vuelven menos recientes y más superficiales.

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Abuso de la tecnología

En la actualidad delegamos muchas tareas a nuestros aparatos tecnológicos, algo que facilita nuestra vida pero también puede afectarla.

¿De quién se hereda la inteligencia?

Antes, por ejemplo, en la mayoría de casos memorizábamos los números de teléfono, algo que muy extrañamente se hace ahora, lo que nos lleva a evitar este ejercicio mental, se menciona en el portal web López-Dóriga.

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Según un estudio de Microsoft, la capacidad de prestar atención se ha reducido en los últimos 15 años, pasando de 12 segundos en promedio a solo 8 segundos.

Consumo excesivo de fructosa

En el 2012, un estudio de la Universidad de Los Ángeles demostró que el consumo excesivo de fructosa (azúcar simple presente en las frutas, vegetales y miel) también aletarga el cerebro, debido a que disminuye la capacidad de la insulina para ayudar a las células cerebrales en convertir esta azúcar en glucosa.

No obstante, el artículo menciona que esto se puede equilibrar si se consume Omega-3, ácido graso presente en el pescado y algunas semillas, el cual reduce el daño causado a la sinapsis por el exceso de fructosa

¿La inteligencia realmente es algo que viene de nuestros padres?

Cambios en los horarios de sueño

Cambiar los horarios para dormir o tratar de adecuar el tiempo de sueño a los horarios de otro país, así como la interrupción regular del sueño, afectan el ritmo circadiano, que nos indica cuando es hora de empezar nuestro descanso porque es de noche, lo cual afecta a la memoria y al nacimiento de nuevas neuronas. (I)

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