Atropellamientos, intoxicaciones, envenenamientos o agresiones son algunos de los accidentes más comunes con perros y gatos; para prevenirlos hace falta conocer ciertas normas básicas del comportamiento de los animales caseros: ¿cómo reaccionan frente al miedo o a la amenaza?, ¿son traviesos y juguetones?, ¿son curiosos o desconfiados?

Para poder asistir a nuestros animales en emergencias en casa o en la calle, hasta llegar al veterinario, el médico veterinario Diego Punguil comparte algunas recomendaciones.

La primera de ellas es la prevención a través de un método muy efectivo: conocer el comportamiento animal y estar listo para cuando este llegue a casa, y saber enseñarle las reglas. “Hay cursos especializados para regular la conducta”, dice Punguil, y sugiere tomarlos antes de adoptar un animal, pues este espera que el humano dé las pautas para la convivencia.

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Evitando asfixias, envenenamientos e intoxicaciones en perros y gatos

Primero, tenga en cuenta la edad del animal, aconseja Punguil, quien es docente del Curso Auxiliar de Veterinaria del Instituto Superior Tecnológico Tecnoecuatoriano. “Los cachorros tienden a jugar con objetos pequeños y pueden atragantarse o tragar algo obstructivo (como los empaques plásticos) o cortopunzantes”.

La educación del propietario y el animal es una buena medida de prevención de accidentes. Foto: Shutterstock

Mientras tenga cachorros en casa, guarde los objetos pequeños que pudieran llamarles la atención. Provéales de juguetes apropiados, de tamaño suficiente para que no puedan tragarlos.

Cuando en su casa vayan a aplicar algún tratamiento de control de plagas, ponga fuera del alcance de los animales los instrumentos y productos. Punguil explica que usualmente los envenenamientos a animales del vecindario se hacen con compuestos organofosforados, que se emplean generalmente en insecticidas, y las señales son la salivación excesiva, el nerviosismo, las convulsiones y la secreción de espuma. Dependiendo de la cantidad de alimento contaminado, será la intensidad de los síntomas.

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Si esto ocurre, hay que mantener la calma y limpiar las fosas nasales y el hocico, y tratar de descubrir cualquier objeto o resto de comida. También es posible, en casa, inducir al vómito, aplicando sal debajo de la lengua del perro o el gato, para que elimine la mayor parte del contenido envenenado, hasta llegar al veterinario; no deje que el animal siga salivando, debe limpiarlo o podría ahogarse.

El médico se encargará de hacer una limpieza completa y estabilizar los signos vitales, identificar el tipo de envenenamiento, hacer un lavado gástrico y aplicar un suero.

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Qué hacer en caso de atropellamiento de animales caseros

Lo ideal es mantener a su perro o gato dentro de los límites de su domicilio, y al salir a pasear, ponerles correa para ayudarlos a controlar sus emociones al estar al aire libre.

Si un animal se suelta por accidente o se escapa de casa, y es golpeado o atropellado por un vehículo, tenga en cuenta lo siguiente:

  • No se acerque demasiado rápido, su animalito está lesionado e intentará defenderse del dolor mordiendo.
  • Acérquese lentamente y no toque el lugar herido. Piense en un sistema de manejo y sujeción. Lo primero sería un bozal, para evitar la mordida, y luego levantarlo en brazos o aún mejor, alzarlo con una sábana.
  • Si hay punto de sangrado, tendrá que presionar para evitar la hemorragia, hasta que llegue la asistencia profesional.

Accidentes sin salir de casa: caídas, calor y sobrepeso

Tres factores pueden lastimar a los gatos y perros sin necesidad de que se escapen de la casa. Primero, pueden lastimarse al caer. Para un gato, esto puede ser caer de un primer piso alto. Para un perro puede ser menos. Pueden fracturarse los huesos. Enséñeles a respetar ventanas y balcones. Ponga barreras, mallas y otras medidas de seguridad.

La deshidratación y el calor pueden dejar a un animal jadeando, agitado y sin apetito. Nunca deje a su perro o gato encerrado en un carro o sitio pequeño. Tenga puntos para tomar agua en la casa.

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Las lesiones del ligamento cruzado son comunes, y ocurren por encima o por debajo de las rodillas, cuando el animal corre y cambia de dirección a toda velocidad. Aquí, la aseguradora australiana iSelect, que tiene planes para animales domésticos, aconseja cuidar el peso de su felino o canino, porque los que están obesos tienen mayor riesgo de esta lesión.

Evite los ataques entre animales

La socialización a temprana edad es la mejor medida, según explica Punguil. Sus animales deben salir a caminar por espacios abiertos, con su correa, y acostumbrarse a ver personas y animales, liberar energía mediante el ejercicio y dominar el impulso agresivo. Las agresiones se producen por estrés, especialmente cuando el animal está confinado a un espacio demasiado pequeño para su raza o pasa amarrado. “Otra cosa, que también es ideal, es la esterilización; en machos es fundamental porque pierden ese sentido de dominancia”.

Si usted tiene varios perros en casa, necesita que lo reconozcan como el líder de la manada, pues ellos tienen un comportamiento jerárquico. Pero también debe estar claro quién es el segundo, es decir, el perro líder. Una manera de dejar en claro esto es mediante la alimentación: tienen que esperar la orden de usted para comer, e ir en orden. Debe darse tiempo para estar presente mientras ellos comen, para asegurarse de que no pelean por la comida.

El peso de sus animales también decide cómo van a responder ellos en una situación de riesgo. Foto: Shutterstock

La esterilización también es importante aquí, “pues cuando no tienen animales esterilizados y están entre machos y hembras, habrá agresiones durante la etapa del celo”.

El temperamento de cada raza de animal que tiene en casa es relevante. “Al momento de adoptar un perro, debemos saber cuál es el temperamento de esa raza; si podremos darle el espacio y la alimentación adecuada”.

La educación no empieza cuando el animal llega a la casa, sino que los futuros dueños deberían buscar una orientación o una clase de comportamiento animal. El desempeño de la mascota es responsabilidad del propietario, dice Punguil. “Quien se adiestra primero es el humano”. (E)