Exadicta al crack y la heroína revela su transformación tras desintoxicarse

“Dejé la escuela, renuncié a la custodia temporal de mi hija y simplemente no podía dejar de consumir. No tenía familia ni amigos, ni alma, estaba sola”.

Inicialmente consumió crack y heroína, luego sus adicciones la vincularon en problemas directos con la ley y durante su vida como adicta pasó por sobredosis 19 veces, según informa DailyMail.com. Además vivió seis años en la calle, deambulando y sin rumbo.

"Era un esqueleto, pero me veía guapísima", dice Fiorella, quien tiene casi tres años sin consumir hache

Gracias a un arresto fue que la joven tocó fondo y se dio cuenta de que tenía que intentar recuperar el control y superar sus vicios. Por ello ahora, Madison McManus comparte su experiencia para ayudar a otros adictos.

A sus 18 años, Madison quedó embarazada y tras una vida desordenada perdió la custodia de su hija; sin embargo, en dicho momento eso no parecía importarle.

“Viví una vida llena de miseria y rezaba cada vez que dormía para por favor no despertarme. Durante mucho tiempo pensé que nunca saldría de allí”, confesó McManus para el mencionado medio. “Cuando tuve suficiente, encontré una nueva forma de vida. Es posible, hay ayuda”.

Esta mujer nacida en Nueva Jersey superó su adicción con la ayuda de Alcohólicos Anónimos y contó su historia por primera vez a través de la página de Facebook The Addict’s Diary, ya que compartió una imagen de su transformación.

Su primera rehabilitación, cuenta, fue a los 15 años, y durante el proceso Madison explica cómo su entorno familiar se vio perjudicado.

“Hasta los 18 años iba a programas y salía y volvía a retomar. Mi enfermedad me tenía. Cuando tenía 18, tenía nueve meses de sobriedad mientras estaba embarazada de mi hija, que ahora tiene nueve años. Hasta ahora, ese fue mi mayor tiempo sin usar“, dijo.

Según el relato de la mujer, sentía vergüenza y arrepentimiento por perder a su hija, perder a su familia y dejar de encontrarse a sí misma, por lo que se vio obligada a cambiar su diario vivir y limpiarse por completo de los estupefacientes. “Así que el 18 de julio de 2018, fue la última vez que usé una droga”, finalizó.

El proceso del programa fue de un mes en el sur de Jersey, pero como deseaba continuar el tratamiento fue a un centro de rehabilitación durante cuatro meses.

“El verdadero trabajo vino cuando conseguí mi propio apartamento en el sur de Jersey después de todos mis programas. Encontré Alcohólicos Anónimos, ahí fue cuando comenzó el verdadero crecimiento, y ahora sé que nunca se detiene”, narra.

Gracias a las ganas de superación y un trabajo constante McManus logró recuperar el vínculo con su familia y amigos; por lo que ahora cuenta con el apoyo total de su círculo cercano, mientras trabaja para recuperar a su hija.

“Fue una sensación tan enriquecedora ver que yo era el problema, y nada cambiaría hasta que yo me cambiara. Hoy tengo una paz interior y una tranquilidad que no se puede expresar con palabras”, concluye. (I)