La quimioterapia puede disminuir el riesgo de que aparezcan nuevos tumores en la vejiga de los pacientes con cáncer vesical luego de haber sido sometidos a una operación para la extirpación de estos tumores; sin embargo, solo el 50 % de personas en el mundo recibe el tratamiento, explica el joven médico ecuatoriano Diego Carrión, quien desde España desarrolla una importante investigación que evidencia un nuevo esquema para que más pacientes accedan a la quimioterapia y así reducir las recurrencias.

Antes de finalizar sus estudios en Medicina, que los realizó en la Universidad de Cuenca, Carrión ya había decidido especializarse en Urología y se propuso lograr ese objetivo en Madrid, España. “Pude sacar una nota que me dio para hacer la especialidad que yo quería, Urología, en uno de los hospitales grandes de Madrid, en el Hospital Universitario La Paz, vinculado a la Universidad Autónoma de Madrid”, indica.

En el 2015 empezó su formación, que culminó en mayo del 2020, y durante ese tiempo a más de cumplir con sus obligaciones académicas, quiso aprovechar para hacer investigación. Para ello se puso en contacto con profesores y urólogos del hospital antes mencionado, quienes lo ayudaron en el proceso, en un inicio desarrollando investigaciones sencillas y luego más complejas.

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El joven médico cuenta que entre quienes lo guiaron estuvieron el doctor Juan Gómez Rivas, a quien considera su mentor, y el jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario La Paz, Luis Martínez-Piñeiro, quien con su experiencia en el tratamiento del cáncer de vejiga planteó la idea que dio paso al estudio en el que trabaja Carrión.

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“En la mayoría de los pacientes, aproximadamente un 75%, el cáncer de vejiga se presenta como un tumor pequeño que se extirpa de manera sencilla. Sin embargo, el cáncer de vejiga tiene tendencia a volver a desarrollarse de nuevo, y de un 15% a un 60% de esos pacientes pueden volver a desarrollar un tumor en la vejiga en el futuro. Para disminuir ese riesgo, se aplica una dosis de quimioterapia dentro de la vejiga durante un tiempo predeterminado y luego se elimina con la micción normal de orina.”, explica el ecuatoriano.

Presentación de su tesis doctoral, el pasado 10 de septiembre, ante los asistentes y el tribunal de expertos, para la obtención del título de Ph. D. en Medicina y Cirugía, de la Universidad Autónoma de Madrid. Foto: Cortesía

Agrega que se ha demostrado que la aplicación de esta quimioterapia, administrada luego de la cirugía, previene hasta en un 35 % el riesgo de recurrencia (aparición de nuevos tumores) en el primer año, no obstante, surgen diversos factores que impiden que todos los pacientes la reciban.

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“Justo después de la cirugía muchos pacientes no tienen las características que darían la seguridad para aplicarles quimioterapia ahí porque tienen una herida muy grande, entonces podría causar complicaciones o, simplemente, debido a la logística del hospital, si no se llega a administrar a tiempo, entonces los pacientes no obtienen este beneficio. En Estados Unidos se ha visto que más de la mitad de urólogos no la utilizan debido a estos problemas. En un tercio de Europa tampoco la utilizan y alrededor de la mitad de pacientes no llegan a recibirla”, detalla.

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Estos inconvenientes llevaron al doctor Martínez-Piñeiro a sugerir la aplicación de la quimioterapia antes de la cirugía y no después, como se ha venido haciendo hasta ahora en todo el mundo. Carrión se mostró interesado en el tema. “En congresos y en reuniones muchísima gente me decía que era muy interesante y que no se había investigado aún, aunque suene así de ilógico, pero nadie había decidido hacerlo, entonces ahí se me ocurrió involucrarme en un programa de doctorado, un Ph. D. de la universidad asociada a mi hospital, la Universidad Autónoma de Madrid”.

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El desarrollo de la investigación

Debido a que se trataba de un estudio que involucraba quimioterapia en pacientes, para desarrollarlo requería de la aprobación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, entre muchos otros trámites burocráticos, menciona Carrión. Cumplir con todos los requisitos les tomó entre seis y ocho meses, pero finalmente obtuvieron todas las aprobaciones.

“Fuimos desarrollando la investigación, a la vez que yo fui desarrollando el programa de doctorado desde el año 2018, entonces fue muy largo, tuvimos algunos baches por el COVID, por lo duro que fue el COVID aquí en Madrid, se cerraron hospitales y el estudio tuvo que ir mucho más lento de lo planificado.

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La investigación que lleva adelante el ecuatoriano incluye a 240 pacientes, de los cuales a la mitad se les pone la quimioterapia y a la otra mitad no. Son escogidos al azar por un número aleatorio generado en el computador, con el fin de evitar sesgos. Las conclusiones finales del estudio se conocerán en un par de años, pero actualmente, basados en cuántos pacientes han tenido nuevos tumores, ya hay resultados sobre cuántos han recibido el beneficio de la quimioterapia y cuántos no.

“El ensayo clínico contaba con eso, con un análisis intermedio, que fue mi trabajo de doctorado. Estuvieron 192 pacientes en este análisis y tenía que tener un seguimiento mínimo de tres años. Entonces, logramos cerrar los 192 pacientes, en diciembre del año 2020, a pesar de todo el retraso que causó la pandemia por coronavirus, logramos cerrar ese análisis mientras se continuaba reclutando a los demás pacientes”, detalla el urólogo.

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El médico ecuatoriano durante una cirugía a un paciente con cáncer vesical avanzado. Foto: Cortesía

Según los resultados recogidos, en el objetivo primario del estudio, que era determinar si funcionaba el tratamiento en todos los pacientes incluidos, no se encontró un beneficio en todos, sin embargo, “en el objetivo secundario, que era encontrar beneficio en un subgrupo de pacientes que no recibiría quimioterapia en los siguientes meses o años, en esos sí se encontró un beneficio bastante bueno: el 34 % de disminución en la tasa de recurrencias y una disminución del riesgo relativo del 80 % dentro del primer año”, explica Carrión.

Llevar a cabo este trabajo ha significado un gran reto para el joven ecuatoriano y ha requerido de esfuerzo y dedicación para desarrollarlo.

“Según iban saliendo estos resultados ya iba teniendo más esperanza, siempre con un poco de impaciencia, pero en esto tienes que esperar a que los pacientes vayan yendo a las revisiones. Conforme se vaya viendo que cada paciente en cada revisión no tiene un nuevo tumor, y son del grupo que había recibido la quimioterapia, ya me iba emocionando un poco más, hasta el punto de que en marzo cuando hice todos los análisis estadísticos, y fue muy demorado y muy tedioso, ya encontré que realmente este grupo se beneficiaba y esa ya fue una alegría muy grande”, manifiesta.

La trascendencia del estudio

Que los pacientes reciban la quimioterapia antes de la cirugía contribuiría a que en más personas disminuya el riesgo de nuevos tumores, evitando que se sometan a más intervenciones quirúrgicas o a más quimioterapias, mejorando la calidad de vida, señala el urólogo.

En España en el año 2020, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer vesical es el quinto más frecuente, por lo que ocupa un papel importante. “En Ecuador es el puesto número 11, no es uno de los cinco cánceres más importantes, pero al final los pacientes que padecen esta enfermedad se pueden beneficiar de un tratamiento óptimo (a partir de los resultados de su estudio)”, según Carrión.

El urólogo Diego Carrión junto con los doctores Juan Gómez Rivas, Mario Álvarez Maestro y Luis Martínez-Piñeiro, quienes también han colaborado en el estudio. Foto: Cortesía

Una vez finalizado por completo el estudio, en un par de años, Carrión espera que su publicación científica sea considerada y analizada por expertos de reconocidas asociaciones médicas, quienes realizan las recomendaciones que los profesionales de la salud en todo el mundo toman en cuenta para la aplicación de nuevos tratamientos.

“Todos los expertos se reúnen a ver todos los trabajos que han sido publicados y ahí llegará el nuestro. Lo principal que queremos es que se considere como una alternativa a lo que está planteado ahora, que llegue en las recomendaciones que ellos difunden cada año que, a pacientes en los cuales se prevea que no se puede administrar la quimioterapia después, hay evidencia que administrarla antes es bueno”, afirma.

El cáncer de vejiga y su relación con el cigarrillo

El cáncer a la vejiga es más frecuente en hombres que en mujeres y, en al menos en un 50 % de pacientes, se ha visto una asociación entre esta enfermedad y el consumo de cigarrillo. En la otra mitad de personas con este tipo de patología se hallaron diversas causas no relacionadas con este producto.

“Cuando uno fuma, parte de las toxinas del cigarrillo se absorben a la circulación a través de los pulmones, parte y muchas de esas toxinas van a ir en la sangre, van a filtrarse por los riñones y van a caer en la vejiga, ¿qué pasa con la vejiga?, que es un reservorio de líquido, si ese líquido está lleno o al menos tiene toxinas, ahí va a estar el líquido con toxinas actuando sobre las paredes de la vejiga durante una hora, dos horas, tres horas, el tiempo que estés sin orinar, pero está actuando así durante años y años”, detalla el experto.

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Carrión explica además que la mayoría de cánceres de vejiga no van a matar al paciente, pero van a hacer que se someta a quimioterapias y a gastos elevados para sanar la enfermedad. El paciente deberá tomar en cuenta que si los tumores no son tratados o extirpados a tiempo, invadirán toda la vejiga y será incurable.

“Una persona que ha tenido un cáncer de vejiga se tiene que someter a revisiones durante más de diez años o durante toda su vida para detectar nuevos tumores de estos, porque hay un riesgo y hay que revisarlo todo el tiempo, porque mientras más pequeñito se encuentre el tumor será más fácil de curar, pero si el paciente se pierde y tiene un tumor creciendo por varios años, en un momento va a ser incurable”, añade.

El médico ecuatoriano mientras recibía el primer premio a la mejor comunicación póster del Congreso de la Asociación Europea de Urología, en el 2019. Foto: Cortesía

Colaborar en Ecuador

Sobre el trabajo de Carrión ya se han publicado varios artículos en sitios web especializados. El más reciente ya se encuentra en la sección de prepublicaciones de la revista Archivos Españoles de Urología (indexada en PubMed) y saldrá en el volumen de la revista de noviembre.

En España, este médico ecuatoriano ha sido vocal de relaciones internacionales del grupo de trabajo de residentes y jóvenes urólogos de la Asociación Española de Urología, desde 2017; presidente-electo de la Sociedad Europea de Residentes de Urología (ESRU), desde 2017, dentro de la Asociación Europea de Urología, y miembro asociado al grupo de investigación de tumores uroteliales de los Young Academic Urologists, desde 2020, dentro de la Asociación Europea de Urología.

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Entre sus planes próximos no está el volver a residir en Ecuador, aunque es algo que sí le gustaría hacer más adelante. Mientras tanto, señala que quisiera colaborar con hospitales o universidades de nuestro país, así como también participar en investigaciones con urólogos y residentes nacionales. (I)