Así como se dice que los gatos vienen de los grandes felinos, como el león y el tigre, se conoce popularmente que el perro viene de los lobos por su parentesco. ¿Es esto cierto o cuál es el verdadero origen de esta especie? Una nueva investigación, publicada en Japón, está cada vez más cerca de la respuesta.

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Según los estudios publicados en el medio asiático Japan Times, el legendario lobo japonés, considerado como uno de los lobos más pequeños del mundo, sería el pariente más cercano a los antepasados de los perros, más que cualquier otra población de lobos grises, quienes han desaparecido con el paso del tiempo.

Yohey Terai es el biólogo evolutivo de la Graduate University for Advanced Studies que dirigió la investigación, y él asegura que dicha investigación permite a la comunidad científica plantear la hipótesis de que los linajes de perros divergieron de los lobos en el este de Asia.

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Su equipo de trabajo lo deduce luego de extraer y secuenciar los genomas completos de nueve lobos japoneses del siglo XIX al XX y de once perros japoneses, entre los que se incluye al shiba y al perro de raza akita.

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Luego compararon sus secuencias con una amplia gama de cánidos de todo el mundo, incluidos perros modernos, dingos, coyotes y una variedad de lobos existentes; construyeron árboles evolutivos y descubrieron que el lobo japonés era de hecho el más cercano a los perros entre los lobos, y que esencialmente tenían una “relación de grupo hermano” o eran los parientes más cercanos entre ellos, ya que hasta el 5,5 % de los genomas caninos modernos en Eurasia oriental se derivan de la ascendencia del lobo japonés.

Este es un lobo gris mexicano; parecido a él es el lobo gris o lobo europeo.

Sin embargo, Terai advierte que esto no significa necesariamente que los perros fueran domesticados en el este de Asia.

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“Podrían haberse dispersado en otro lugar antes de tener una relación con los humanos; eso es algo que no podemos saber a partir de los datos del genoma, y algo que requerirá evidencia arqueológica”, explica. Así, descubrieron que el lobo japonés era una subespecie única del lobo gris y genéticamente distinta de los lobos grises modernos y antiguos. (I)