Las famosas “cookies”, que están en el centro del debate actual sobre la protección de la privacidad en internet, nunca fueron concebidas como herramientas de espionaje digital, dijo su inventor en una entrevista con la AFP.

El ingeniero y empresario basado en California Lou Montulli dijo que las “cookies” originales que creó hace décadas tenían la intención de facilitar la vida en línea al permitir que los sitios web recordaran a los visitantes.

Sin embargo, la tecnología se ha convertido en un pararrayos, atacada por ayudar a las empresas digitales a recopilar datos sobre los hábitos de los consumidores, algo clave para el negocio de anuncios web, que genera muchos miles de millones de dólares al año.

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“Mi invento está en el corazón tecnológico de muchos de los esquemas publicitarios, pero yo no tenía la intención que así fuera”, dijo Montulli, quien creó las cookies en 1994, cuando era ingeniero en Netscape.

“Es simplemente una tecnología central para permitir que la web funcione”, dijo.

Google se sumó esta semana a una creciente lista de empresas tecnológicas al anunciar un nuevo plan para bloquear ciertos tipos de cookies, luego de que las propuestas anteriores del gigante de la publicidad en línea fueran criticadas rotundamente.

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Al hablar sobre su invento, Montulli dijo que los fragmentos de software que permiten que un sitio web reconozca a las personas ayudaron a permitir que fueran posibles funciones como inicios de sesión automáticos, o recordar el contenido de los carritos de compras de comercio electrónico.

Sin las llamadas cookies “de origen”, que también utilizan los sitios web para interactuar directamente con los visitantes, cada visita de un internauta sería considerada como la primera.

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Cómo funcionan las cookies al navegar en internet

Pero Montulli señaló que los problemas provienen de las llamadas cookies de “terceros”, las generadas por sitios web y almacenadas en los navegadores de los visitantes, y de las redes publicitarias que agregan datos de esos fragmentos.

“Los anuncios personalizados solo son posibles gracias a la colusión entre numerosos sitios web y una red publicitaria”, argumentó.

Los sitios web comparten datos de actividad con redes publicitarias, que luego los utilizan para orientar publicidades según los gustos de cada usuario.

Carrera armamentista de anuncios en línea

“Si uno busca algún producto de nicho extraño y luego lo bombardean con anuncios de ese producto en varios sitios web, vivirá una experiencia rara”, dijo Montulli.

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“Es natural dentro del razonamiento humano pensar que si se sabe que estoy buscando zapatos de gamuza azul, eso debe significar que saben todo sobre mí y, por lo tanto, querer salir de este sistema”.

Si un sitio recopila información personal, como un nombre o una dirección de correo electrónico, es posible que estos datos se filtren y que se encuentre un navegador asociado a una persona.

“Es un efecto de red a través del cual todos estos sitios diferentes están en connivencia con las herramientas de seguimiento de publicidad”, resume Montulli.

Este mes las autoridades francesas multaron a Google y Facebook en unos 237 millones de dólares por el uso de cookies.

“Las cookies se diseñaron originalmente para brindar privacidad”, recordó su creador.

Dijo que una posible respuesta sería dejar de orientar los anuncios y comenzar a cobrar suscripciones por servicios en línea, que funcionan con ingresos por publicidad en línea.

Montulli también apoya la eliminación gradual de las cookies de terceros, pero advirtió que deshacerse por completo de los fragmentos de software llevaría a los anunciantes a emplear tácticas más sigilosas.

“La publicidad encontrará la manera” de adaptarse, dijo. “Se convertirá en una carrera armamentista tecnológica; considerando los miles de millones de dólares en riesgo, la industria publicitaria hará lo que sea necesario para mantener las luces encendidas”.

Desactivar las cookies de terceros también podría castigar involuntariamente a los sitios web pequeños al excluirlos de los anuncios dirigidos que generan dinero, dando aún más poder a los gigantes tecnológicos como Apple, Google y Meta, matriz de Facebook.

La regulación que mantiene las cookies en uso, que exige controles, como que los usuarios opten por compartir o no compartir datos, puede ser la única solución viable a largo plazo, dijo Montulli.

“Realmente no se podría usar la web sin cookies”, dijo. “Pero vamos a tener que encontrar más matices sobre cómo se usan en la publicidad”. (I)