El artista estadounidense Kaws instaló este martes sus pinturas pop y esculturas de colores en la Serpentine Gallery de Londres pero también en la réplica virtual del museo, situada dentro de Fortnite, el videojuego con cientos de millones de seguidores.

En medio del césped helado de Hyde Park, en el centro de Londres, los espectadores apuntan con sus teléfonos al techo de la Serpentine Gallery.

Pero no para tomar fotos del edificio de ladrillos rojos y columnas blancas sino porque, gracias a sus teléfonos móviles, aparece en realidad aumentada una gran escultura de un hombre azul sentado en el tejado, invisible a simple vista.

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La escultura es del neoyorquino, en cuya exposición, Kaws: New Fiction, se entrelazan lo virtual y lo real.

Un miembro del personal utiliza la aplicación Acute Art para mostrar una obra de arte de realidad aumentada. Foto: -- TOLGA AKMEN

La exposición se compone de “tres capas”, explica a la AFP el director artístico Hans Ulrich Obrist. “Está la exposición física en la Serpentine Gallery con pinturas y esculturas, luego los elementos de realidad aumentada y también la Serpentine Gallery en Fortnite”, uno de los videojuegos más populares del mundo.

Durante una semana, los 400 millones de seguidores del juego de Epic Games tienen acceso a una réplica exacta del museo dentro del videogame, que pueden recorrer con su avatar para ver las obras.

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Epic Games ha colaborado de forma similar con cantantes de renombre internacional para que den conciertos dentro del juego.

“Pero es la primera vez que Fortnite colabora con las artes visuales, con una galería pública”, dice Obrist.

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'Kaws: Nueva ficción' se expone en la galería Serpentine North en Londres. Foto: -- NEIL HALL

Aunque considera que es “muy diferente” ver una exposición en un juego o físicamente, cree que las experiencias son “complementarias”, sobre todo porque muchos visitantes no familiarizados con el mundo de los videojuegos pueden interesarse por ellos, y viceversa.

“Para nosotros, se trata de llegar a públicos muy diferentes” y crear “un diálogo transgeneracional”, añade el director artístico.

Zona de confort

El artista estadounidense Kaws, cuyo nombre real es Brian Donnelly, posa con una de sus obras de arte. Foto: -- TOLGA AKMEN

“La edad media de los jugadores de Fortnite”, muy popular entre los adolescentes, “es mucho más joven que el visitante medio del museo”, subraya Hans Ulrich Obrist, que “espera que toda una nueva generación se acerque a la galería”.

Sobre todo porque este proyecto “llegará a un público que probablemente sea diez veces mayor que el de la Bienal de Venecia”, afirma el comisario de la exposición, Daniel Birnbaum.

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También para el artista, Brian Donnelly (su nombre real), el interés radica en hacer más accesible su obra.

“Me interesa saber que mi obra puede ser vista por un niño en India y también en Londres”, dijo a la AFP el pintor y escultor de 47 años. “Es fascinante”.

“Una comunidad tan grande va a poder ir de repente al museo, a ver estas pinturas y esculturas”, se congratula el exgrafitero reconvertido en artista visual.

“Creo que para algunos niños será la primera vez que se sientan cómodos, dentro de una exposición”, dice.

Sin tiroteos

'Kaws: Nueva ficción' se expone en la galería Serpentine North en Londres. Foto: EFE

Sus estilizados personajes con cabeza de calavera ya se han visto en todo el mundo, en instalaciones gigantes y productos promocionales.

Y ahora podrán atraer al público más joven de Fortnite con su aspecto pop, accesible y colorido.

Kaws, que colabora por segunda vez con Fortnite, explica que sus obras se expondrán en el “creative hub”, un modo específico del juego alejado de las partidas donde los jugadores luchan por ser el último superviviente.

“No habrá tiroteos en la exposición”, bromea, asegurando que la comunidad de jugadores es “diferente a lo que pensamos”.

En cuanto a si los jugadores se detendrán realmente a contemplar sus obras en el juego, “es difícil de decir”, reconoce el artista.

“Si llevas a un niño de once años a un museo tradicional, no sabes si va a mirar las obras. Es lo mismo”, asegura. (I)