Los alemanes Edmund y Barbara Chladek fueron los dueños de la casa donde hoy vive el fiscal general, Galo Chiriboga. Esa propiedad está ubicada en La Viña, en el valle de Tumbaco (al este de Quito) y está a nombre de Madrigal Finance Corp., la offshore panameña que le pertenece a Chiriboga. Tras la filtración de los llamados Papeles de Panamá se conoció que esta firma fue creada con la participación de Mossack Fonseca, estudio jurídico que participó durante décadas en la creación de compañías en paraísos fiscales. Desde Europa, a través de una videoconferencia, Edmund Chladek concedió una entrevista a este Diario para, según él, aclarar las aseveraciones que el fiscal ha realizado respecto de la compra de este inmueble.

¿Cuál era su situación durante la crisis bancaria de 1999, la que luego daría paso a la pérdida de su casa?
Era el año 1999. Habíamos firmado una hipoteca con el Banco Caja de Crédito Agrícola, que fue adquirido luego por Bancomex, que cerró el 30 de julio de 1999. Dos días antes de este cierre, nuestra hipoteca se traspasó al doctor Chiriboga. Él argumentaba –y hasta ahora lo dice– que el banco le adeudaba $ 80.000.

¿Hay algún documento que certifique que la cesión se dio dos días antes del cierre?
Sí. Hay un documento (busca entre varios papeles). Se lo leo: “El 28 de julio de 1999, ante el señor juez Quinto de lo Civil, en Banco Agrícola y de Comercio Exterior, Bancomex S.A., representado por su vicepresidente y gerente general, señor Carlos Andrade Granja, cede los derechos provenientes del crédito y el crédito mismo del título valor que sirvió como fundamento de la demanda que el banco presentó contra los cónyuges Edmund Chladek Polanski y Barbara Haidinger”. Esto está en la minuta de la escritura (de la compraventa de la casa) que el mismo doctor Chiriboga escribió y que está firmada por él.

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¿Cómo se dio el contacto de Galo Chiriboga con su esposa?
El señor Chiriboga con su señora fueron a la casa y convencieron a mi esposa de que el banco –él dijo que representaba al banco– va a vender la casa a un precio justo. Una vez que el banco le traspasó la deuda, él dijo que se le pasaba un pagaré por 230 millones de sucres. Pero una cosa es clara: en mayo de 1999 yo aboné y prácticamente cancelé una cantidad mucho más grande que 230 millones. Así que el banco no tenía ninguna mínima razón para traspasarle la deuda a él.

¿Cuánto pagaron al banco?
Se paga casi el doble de lo que el doctor Chiriboga dijo que se adeudaba al banco. Él dijo que eran 230 millones, pero con intereses supongo se abonó más.

¿Y usted tiene la prueba de ese pago?
Sí. (Chladek ofreció los documentos, pero hasta el cierre de esta edición no los envió).

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¿Y con eso usted considera que ya quedó saldada la deuda?
Eso no se especifica exactamente, pero prácticamente estaría saldada, porque él dice que el pagaré era de 230 millones. Además, él puso en la minuta (de compraventa de la casa) que eran 50 millones de sucres y eso tampoco lo entiendo. Me parece que hizo eso para pagar impuestos solo sobre ese valor. ¡Cómo nos puede acusar él de pagar pocos impuestos! Él dijo que mi señora era una farsante. No creo que él tenga cara para decirnos esas cosas.

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Galo Chiriboga dijo a Diario EL UNIVERSO que les pagó $ 37.500 al contado y que canceló 15 millones de sucres que ustedes debían a la empresa Remar, sin contar con su inversión de $ 80.000.
Si él canceló alguna deuda a alguna naviera debió ser a Navisur, porque no existía otra. No conozco a Remar ni consta en ningún documento. No tengo ninguna constancia de que él haya pagado 15 millones a alguna naviera.

¿Y recibieron los $ 37.500?
No, fueron $ 27.500.

Él dice que tiene tres recibos: uno de $ 25.000, otro de $ 10.000 y otro de $ 2.500.
Sí, pero si no estoy equivocado, esos $ 10.000 fueron de un abono anterior. Ahí se duplica (…). Pero el avalúo de la casa también lo tenía él. Se hizo el 5 de octubre de 1999. Ahí constan todos los detalles y dice que la casa valía $ 842.500.

¿Qué le ofreció Chiriboga a su esposa?
Él le dijo a mi señora que se va a encargar de vender la casa a buen precio y tratar de solucionar los problemas con el banco. Él no dijo, ni en las escrituras consta, que él es quien compra. En la minuta está la compañía Madrigal, de Panamá, y él aparece como su representante con un poder. Y mi señora firma a mi nombre con el argumento de que yo estuve cuatro años fuera del país, pero eso no es cierto tampoco. Sin eso, los jueces no podían autorizar a mi señora a actuar en mi nombre. No es como dicen que yo me fui en 1995. Yo tuve que irme en abril de 1997 por los problemas con Navisur. Y en 1998 y 1999 estuve en el país como seis veces, entrando por Guayaquil, y estuve en contacto con mi esposa todo el tiempo. (Mostró fotos de su pasaporte con los respectivos sellos de ingreso al país en esos años).

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¿Ustedes conocieron que Chiriboga era el dueño de Madrigal?
No. El doctor Chiriboga asoma como representante de Madrigal, no como dueño. Eso averiguamos después y hace poco se hizo público. Cuando se firmó la escritura (de compraventa), a mi señora ya no la dejaron entrar más. Ella firmó en una notaría que estaba al lado de la oficina del doctor Chiriboga, en la avenida Amazonas, que regresó a la casa y ya no pudo entrar. Todo lo que había dentro de la casa se perdió.

¿Por qué firmó su esposa el contrato si no había recibido lo que ella consideraba justo?
Porque le dijeron que por las deudas podía ir presa. Ese fue el principal problema al principio. Ella no sabía bien castellano en esa época ni sabía que por deudas no se puede ir preso.

¿Qué piensan hacer ahora?
Este momento estamos pensando en darle una lucha porque nos atacó él. No le hemos hecho nada y él nos ataca, no sé por qué razón. Nosotros nos fuimos, pero las mentiras son tan grandes en este momento. Dice que yo estuve cuatro años ausente y no es cierto. La hipoteca no fue así como él dice. Ni que la casa estaba abandonada. Esto me choca. Él no tenía necesidad de explicar cosas que no son. (I)