El Hotel del Parque, el primero tipo boutique de lujo en la ciudad, que funciona en el edificio del Hospicio Corazón de Jesús, en el Parque Histórico Guayaquil, abrió ayer miércoles sus puertas, aunque el domingo pasado recibió a sus primeros huéspedes, una familia salvadoreña. Nos lo cuenta Edmundo Kronfle, director general del grupo Oro Verde, del cual es parte el nuevo hotel.

“Esta señora salvadoreña había leído sobre el hotel en una revista extranjera, y aunque sabía que aún no se abría oficialmente insistió para hospedarse antes”, comenta Kronfle, mientras nos guía en un recorrido por el hotel mostrandónos con orgullo al “hijo nuevo”.

El hotel abrió ayer, pero lleva promocionándose en el exterior hace un año y cuatro meses. “Hemos participado en ferias en EE.UU., Europa, Marruecos, Centroamérica y ya han salido notas en revistas extranjeras, en papel y digitales”, cuenta Kronfle, que añade que “hemos logrado crear expectativa, ya tenemos reservaciones y se van acelerando”.

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En uno de los dos patios que están separados por la capilla, y que están decorados con mobiliario rústico de excelente buen gusto, Kronfle se detiene para mostrarnos emocionado el orquideario. “Las orquídeas son aquí una característica, en cada ambiente, en cada habitación, están presentes”, dice.

El hotel funciona dentro del Hospicio Corazón de Jesús, edificio del siglo XIX, que fue meticulosamente restaurado y trasladado tabla por tabla a su locación actual a mediados de los noventa.

La fachada y toda su estructura se respetaron en la construcción del hotel, a cargo del arquitecto guayaquileño Miguel Ángel Auad. “Aquí solo teníamos la fachada del edificio y por dentro nada, fue todo un esfuerzo la construcción del hotel dentro de ciertas especificaciones, porque se debía respetar su estructura”, puntualiza Kronfle.

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La decoración estuvo a cargo del diseñador guayaquileño Julio Vinueza. Además de las 44 habitaciones hay una biblioteca, un gimnasio, la capilla, las áreas al aire libre como los dos patios, un spa en lo alto del campanario, el restaurante, que ya da servicio a los huéspedes, pero que se abrirá en febrero al público, así como un bar que también abrirá próximamente. La casa Julián Coronel, también en el Parque Histórico, es parte del conjunto del hotel, ya que ahí funcionará el restaurante llamado Casa Julián, así como el bar, que atenderá en el edificio del Banco Territorial, también dentro del parque.

Ninguna habitación es del mismo tamaño y todas tienen vista al parque. Vinueza se enfocó en preservar las características originales del edificio inspirándose en la época de su construcción original en 1891, plasmando a la vez un elegante espacio complementado con toda la tecnología y comodidades.

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Las habitaciones son tipo Deluxe Rooms, Signature Rooms, Junior Suite y la Suite del Parque. Los precios con los que se arranca son de $ 320 en la habitación más sencilla, hasta la Suite del Parque de 170 m², y que cuenta con una amplia sala de visitas, comedor, cocina,o baño, a $ 700 la noche.

“Este hijito nuevo es especial porque es diferente a los otros hoteles de la cadena, más enfocados en en el cliente corporativo, acá buscamos atraer a turistas extranjeros, ese que viene a Galápagos por ejemplo y tiene que pasar por Quito o Guayaquil y va a tener interés en este hotel porque va a vivir una experiencia diferente, este hotel tiene historia por su edificación, está dentro del Parque Histórico que de por sí es un atractivo y es un valor agregado”, indica el director de la cadena hotelera.

El Hotel Boutique del Parque arranca con 85 trabajadores, entre ejecutivos, camareros, personal administrativo, de cocina, etc., la mayoría viene trabajando desde hace más de un año, entre ellos el chef guayaquileño Juan Carlos Ordóñez, que se enfoca en la comida de autor.

“Nuestra comida está basada en tradiciones y costumbres de la cocina ecuatoriana. Vamos a manejarnos con productos locales, la idea es enseñar la historia de la cocina ecuatoriana en cada mesa para que las personas se lleven un recuerdo gastronómico de nuestro país”, dice el chef que trabaja con unas 25 personas y que saldrán con una carta de unos 25 platos, contemplando postres y demás. “Una gran cantidad de platos no necesariamente quiere decir calidad”, puntualiza.

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Ordóñez indica que desde hace un año no solo se vienen comprando utilería para la cocina sino que también se han mandado a confeccionar utensilios, vajilla y cristalería.

La vajilla está inspirada en árboles del Parque Histórico, con piezas de alfarería realizadas por Iti Vera. “Todo el bufé está inspirado en la naturaleza del parque, incluso los individuales los mandamos a hacer con una tejedora de Montecristi”, indica Ordóñez. (I)