La liberación de una paloma blanca cerró ayer el plantón realizado en los exteriores del Palacio de Gobierno por amigos, colegas y familiares de Javier Ortega (periodista), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (conductor), quienes forman parte del equipo periodístico del diario El Comercio.

Ellos fueron secuestrados hace siete días en la frontera con Colombia cuando realizaban la cobertura de los acontecimientos violentos suscitados en San Lorenzo, Esmeraldas.

El acto fue para pedir la liberación de ese grupo periodístico aprovechando el cambio de guardia que se realiza cada lunes, al que no asistió el presidente Lenín Moreno, pero sí la vicepresidenta María Alejandra Vicuña.

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Mónica Mendoza, compañera de los plagiados, recordó a Ortega como un periodista de Seguridad y Justicia que había realizado coberturas de desaparecidos y reportajes sobre la frontera. “Es un chico alegre, emprendedor, sagaz en las notas periodísticas”, agregó.

Paúl Rivas, de 45 años, había hecho coberturas fotográficas, entre otras, de las poblaciones afectadas por el terremoto de abril del 2016 y de erupciones volcánicas.

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Su hermano, Ricardo Rivas, expresó que la última semana han vivido momentos de ansiedad, intranquilidad, así como de tristeza. No obstante, el hecho de que haya respaldo a la vigilia que realizan cada noche les da la fuerza para seguir adelante. “Nuestra alma y nuestro corazón también están secuestrados”, indicó Rivas.

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La última reunión con las autoridades se realizó el pasado sábado en el denominado Comité de Crisis.

Rivas mencionó que hay una prueba de vida de los secuestrados, pero prefirió no profundizar sobre el particular.

Sobre la situación actual, Rivas respondió que están a la expectativa del proceso de negociaciones en manos de las autoridades con la esperanza de que se produzca una pronta liberación.

Indicó que la Unidad Antisecuestro y Extorsión de la Policía (Unase) está en el caso.

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Rivas mencionó que optaron por dar a conocer los nombres de los plagiados para que la comunidad nacional e internacional sepa quiénes son y que con sus actividades haya la solidaridad en este momento “duro y difícil” que están pasando.

En tanto, Cristian Segarra, hijo menor de Efraín o “Segarrita”, como le conocen sus allegados, sostuvo que tienen la certeza de que están en buen estado. Su padre tiene casi 60 años. No tomaba medicamentos y pertenecía a diario El Comercio desde hace unos 15 años. Agregó que las autoridades no les han revelado qué es lo que están pidiendo los secuestradores.

A nivel familiar, Segarra expresó que están preocupados y al pendiente de las investigaciones, de las negociaciones.

Dijo que durante los primeros días del plagio prefirieron acogerse al silencio como medida para precautelar la integridad de sus familiares. Pero el tiempo pasó y lo mejor era visibilizarlos. Los parientes pidieron que cada vez se sume más gente a los plantones.

Más actos
Las vigilias que se vienen dando todas las noches en sectores de la capital, así como en otras ciudades, continuarán y se planifican otras acciones que los familiares manifestaron darán a conocer próximamente. Una de ellas sería la realización de una marcha en San Lorenzo, Esmeraldas, con la intención de hacerlo lo más cerca posible de la zona del secuestro de los tres integrantes del equipo periodístico. Aún no se define una fecha.

Pruebas de vida
Los parientes de los periodistas cautivos se reunieron el pasado sábado con autoridades de Gobierno y allí conocieron sobre pruebas de vida. Ello lo valoran mucho y dicen que les fortalece.

Autoridades
Entre el domingo pasado y ayer no hubo pronunciamientos oficiales sobre las negociaciones que dicen se adelantan.

(Los familiares de los secuestrados) Hemos vivido momentos de ansiedad, de intranquilidad y tristeza. Nuestra alma y nuestro corazón también están secuestrados.Ricardo Rivas, familiar

(I)