La habilidad para pelar y rallar choclos parece innata en Joffre Rosero, quien con los granos que desvaina mágicamente prepara deliciosas tortas, que son muy apetecidas en este cantón manabita.

Joffre obtiene choclos de Lascano, Guale, Campozano, Las Cruces, Cascol, entre otros poblados del sur de la provincia. Suele recibir dos sacos con 150 unidades cada uno.

El trabajo se inicia en la mañana. Joffre alega que dependiendo del tamaño del choclo puede hacer entre cinco y catorce bandejas del delicioso aperitivo, que puede ser de sal o de dulce.

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“Hay otro compañero que también hace torta, pero la hace en hornos de gas”, reconoce Joffre sobre su producto del cual obtiene bandejas con unas 30 porciones, las que vende a $ 0,50 cada una.

El tiempo de cocción depende de si es de sal o de dulce la torta, menciona Joffre y detalla que si es de dulce, la bandeja con la masa de choclo debe permanecer unos 25 minutos en el horno, pero si es de sal, solo 15 minutos.

Mientras forma una cama de brasas, Joffre comenta que el conocimiento para hacer estas tortas de choclo lo heredó de sus padres. Agrega que las preparaba bajo pedido, pero que desde hace cinco años estas se convirtieron en su principal fuente de ingreso.

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La paciencia que tiene para rallar las mazorcas ya hervidas es igual a su forma de hablar y explicar cómo obtener una masa compacta. También comparte su técnica de cómo ubicar aquella bandeja de metal protegida con hojas de plátano.

Comenta que la parte más difícil es retirar, sin que estas se rieguen, las brasas de carbón que coloca en la parte superior de la bandeja.

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No niega sus conocimientos, más bien espera que sus tortas puedan ser comercializadas en otras partes del país. “Es difícil, mi estimado amigo, hacer estas tortas, ya los jóvenes no quieren seguir esta tradición y se los comprende porque es muy difícil”, expone Joffre.

El trabajo que realiza este hombre puede incluso tomarle más de ocho horas, dice Humberto Alay, uno de sus asiduos clientes, de aquellos que no abandonan Paján sin haber probado las tortas de choclo de Joffre. 

Artesano

Joffre Rosero vive a dos kilómetros del centro del cantón Paján. Es un hombre que se mueve algo lento porque presenta un desgaste de columna y es padre de un niño que padece de hemofilia. (I)

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