Los restos de Luis Oswaldo Quezada Aguilar, de 23 años, llegaron a San Lucas, en Loja, la noche del último lunes. El migrante murió ahogado en el río Bravo, en Nuevo Laredo, México, al intentar llegar a Estados Unidos por la frontera.

El cadáver llegó cremado y fue recibido por familiares y amigos de su comunidad en medio del dolor y tristeza, pero algo confortados al poder realizar los actos religiosos tradicionales en su tierra.

La misa de despedida y sepelio será el mediodía de hoy.

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El migrante fue hallado muerto el pasado 19 de abril en el afluente, a la altura del kilómetro 210, de la carretera ribereña, en el límite con el estado de Texas, en Estados Unidos.

Según sus familiares, un presunto coyotero les habría mentido, pues supuestamente les dijo que Oswaldo Quezada fue detenido por oficiales de migración de Estados Unidos.

Aseguran también que habrían pagado $ 11.500, dinero conseguido mediante préstamos y venta de bienes, sin hasta el momento tener respuesta ni del presunto coyotero ni de las autoridades locales. (I)