Doménica se imagina construyendo un robot que sea una nave espacial capaz de trasladar a personas a otros planetas y ayudarlas a instalarse; Fabiana, uno que maneje vehículos; Gabriel, un asistente que ayude a los adultos mayores; Mateo, uno que realice las tareas de la casa; en tanto que Isabella y Valentina, uno que cuide el medioambiente. Todos ellos participaron en el torneo de robótica World Robotic Olympiad (WRO), realizado el pasado 16 de agosto en la Universidad Católica.

La robótica, que se encarga del diseño, operación, programación y control de robots, interesa cada vez más a grandes y chicos. Según educadores entendidos en la materia, es el resultado de la época en la que se está desarrollando la sociedad, la de la tecnología avanzada, la del modelo educativo Steam, que por sus siglas significa Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, y que se trata de un modelo educativo del siglo XXI que cada vez es adaptado por más colegios, así como el desarrollo de la inteligencia artificial y la construcción de robots.

La robótica es una rama de las ingenierías mecánica, eléctrica, electrónica, biomédica y de las ciencias de la computación.

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“Los nuevos desafíos científicos y tecnológicos han llevado a los colegios a desarrollar nuevas metodologías de enseñanza como el modelo Steam y la robótica, que permiten que los niños aprendan conceptos de programación”, dice Denis Salazar, representante de la Sociedad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Solacyt), región Costa.

También aprenden a trabajar en equipo, desarrollan facultades motoras y conocimientos de ingeniería, según Salazar.

Jacqueline Morales, instructora de robótica del Liceo Panamericano, considera que su estudio ayuda a que los niños estructuren mejor sus ideas, desarrollen habilidades del pensamiento computacional y a tener mayor disciplina.

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“Desarrollan la capacidad de tomar una pieza, entender sus limitaciones y usarla para crear algo. La habilidad de crear es sumamente importante”, enfatiza Efraín Terán, coordinador de la carrera de Mecatrónica de la Espol.

La mecatrónica es una parte de la robótica que estudia el diseño de los sistemas en su parte mecánica, de control, programación y de las computadoras que lo hacen funcionar. Es una de las nuevas carreras que universidades como la Espol y Politécnica Salesiana tienen en su oferta académica.

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Existen otras que se relacionan con la robótica como Electrónica y Automatismo, Electricidad y Telecomunicaciones, que se imparten en la U. Católica. Esta última sumada a Ingeniería en Computación se dan en la UEES; Tecnología de la Información e Ingeniería en Software, que se enseñan en Ecotec. Esta última también hay en la U. del Río; las ingenierías de Teleinformática, de Networking, en Sistemas de la Información y Computacionales, de la U. De Guayaquil, e Ingeniería en Electrónica y Automatización, en la Salesiana y en la Espol.

En los colegios, la robótica también ha ganado espacios. La mayoría de los particulares la ha incluido como un extracurricular a través de clubes de robótica, ya que en el currículo establecido por el Ministerio de Educación, su estudio no es obligatorio.

En menor escala, algunos como el Liceo Panamericano, Nuevo Mundo, Sek, Alemán Humboldt (Ceibos) y Delfos la tienen dentro del pénsum.

En cuanto a los colegios fiscales, desde el año pasado se presentan robots en la Feria de Proyectos Escolares, que es una actividad fija establecida en el currículo, que se realiza en noviembre y que contempla la exposición de proyectos científicos de todo tipo.

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El año pasado, en el marco de esta feria, estudiantes de la Unidad Educativa Fiscal Hideyo Noguchi construyeron a Hexapo, un robot facultado para el rescate de personas víctimas de desastres naturales. Los profesores del área de ciencias son los encargados de armar los robots con los alumnos.

Aunque se pudiera pensar que la preparación en la robótica es costosa, para Salazar y Terán no es así, ya que además de la cantidad de programas gratuitos sobre programación que hay en la web, los robots se pueden amar de manera casera con materiales reciclados y el motor de algún juguete.

Competencias

Actualmente se organizan competencias de robótica tanto nacionales como internacionales, en las que se arman y programan robots para cumplir una tarea específica o para pelear contra otro robot.

Justamente una de las más importantes es la WRO, organizada por el Centro Campus S. A., representante de LEGO Education en Ecuador, en la que participaron más de 200 estudiantes de colegios, universidades y academias.

El colegio La Moderna y el grupo de Aula del Conocimiento, de la fundación Hogar de Cristo, se llevaron el primer lugar en los segmentos Elementary y Senior, respectivamente, consiguiendo un cupo para el Mundial que será en noviembre, en Hungría.

Adolescentes de fundación Hogar de Cristo representaron a Ecuador en la olimpiada mundial de robótica, en Tailandia

Solacyt organiza campeonatos latinoamericanos de robótica desde hace catorce años, en Ecuador desde hace siete. Uno de estos es Infomatrix, que se realizó en febrero.

Otro es Robot Games: reto del Pacífico, organizado por Robota, el club de robótica de la Espol. La próxima edición será en el 2020. Además, a través de un convenio con el Copol, este club dará soporte al intercolegial Copol Metal Challenge Robotics Competition, en octubre.

Asimismo, la Politécnica Salesiana organiza Killtronic 3.0, cada año, en noviembre. También participan en internacionales como Robot Challenge México, Robotic People Fest, en Colombia, entre otros.

A nivel nacional, la industria automotriz cuenta con la ayuda de robots como kukas, que son brazos robóticos. En el 2016, estudiantes de la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE), desarrollaron un dispositivo electrónico que ayudaba en la movilidad de las personas no videntes por medio de sensores. Este invento fue premiado por History Channel.

A nivel internacional, en la Bolsa de Nueva York casi 70 % de los intercambios de acciones es hecho por robots. En Australia, los robots Rosie y Sandy preparan el puente de la bahía para ser repintando, mientras que en Japón se inauguró, en el 2015, Henna Hotel, el primer hotel del mundo manejado por robots; y en Rusia, hace una semana lanzaron al espacio a Fedor, un robot humanoide.

Con todos estos robots se podría pensar que en poco tiempo las personas serán reemplazadas por las máquinas automatizadas, sin embargo esto dista mucho de la realidad, dice Terán. “Es exagerado pensar que eso va a pasar porque de forma natural a medida que se creen más robots, nacerán nuevas profesiones e industrias y el humano siempre tendrá su espacio”, concluye. (I)