La guerra en Siria sigue creando tensión internacional. La madrugada del viernes Turquía bombardeaba del régimen sirio de Bashar al Asad en represalia por la muerte de 22 militares turcos en la región de Idlib (noroeste de Siria).

En una declaración publicada por la agencia de prensa estatal turca Anadolu, el director de la comunicación de la presidencia, Fahrettin Altun, exhortó a la comunidad internacional a "asumir sus responsabilidades" en Idlib.

"El balance subió a 22 (soldados muertos)", dijo Rahmi Dogan, gobernador Hatay, provincia turca fronteriza con Siria, en una entrevista.

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"Varios militares gravemente heridos fueron hospitalizados en Hatay", añadió Dogan, quien responsabilizó al régimen sirio de los bombardeos.

El anterior informe registraba nueve soldados muertos.

Antes, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan había convocado a un consejo de seguridad extraordinario sobre la situación en el noroeste de Siria, según informaron medios de comunicación.

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Erdogan presidía esa reunión convocada a altas horas de la noche, según las cadenas NTV y CNN-Türk.

Según la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los muertos turcos en la zona serían en realidad 34. (I)