Hay hoteles de Guayaquil que se quedaron con 80 de los 500 empleados que tenían. Otros deshabilitaron la mayoría de sus habitaciones para no cancelar puntos de televisión pagada y de internet, dejando operativa la tercera parte. Uno de Salinas acordó dar licencia sin sueldo a la mitad de la plantilla y evaluará el retorno en agosto próximo, mientras que un restaurante de Manta liquidará a 38. Hay otros que bajaron el 80 % de la nómina porque el envío a domicilio no compensa las ventas que tenían antes de la pandemia del coronavirus.

Estos son los reportes recibidos por la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador (Fenacaptur) que muestran los coletazos de una nueva realidad mundial en la industria del turismo, cuya recuperación se estima que se inicie a partir de marzo del 2021 cuando se empiecen a disipar los temores y haya una mayor predisposición de viajar.

Alicia Drouet es presidenta de la agencia de viajes City Travel. Con una socia tenían cuatro trabajadores enrolados a quienes despidieron durante la cuarentena. Ella se dedicará a importar repuestos de celulares y de otros productos que asegura serán demandados en la nueva normalidad cuando culmine el aislamiento.

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A la par laborarán, con las cuentas corporativas que aún tienen, en los cambios de vuelos para los que no pudieron viajar en marzo y abril. “Las aerolíneas nos dan hasta un año para hacer cambios, ciertas lo permiten hasta diciembre del 2021”, señala.

A más de los 100 hoteles operativos en Quito y la mitad en Guayaquil para atender a los que llegan en los vuelos humanitarios, que son obligados a realizar la cuarentena en ellos, el 100 % de los centros de alojamiento del país están cerrados, indica André Obiol, presidente de la Asociación Hotelera del Ecuador.

“Se necesita dinero para la reactivación, la banca no tiene ningún crédito que convenga a la industria, con meses de gracia y largo plazo, sin eso lastimosamente el día que vuelvan a abrir el país el 50 % de los más de 10 000 hoteles y hostales no podrán volver a aperturar sus puertas porque no tendrán flujo de caja”, dice.

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Hasta finales de abril se reportó que el 30 % de restaurantes ya no abrieron, dice Obiol.

Según cifras del Banco Central del Ecuador, el ingreso de divisas por concepto del turismo receptor ascendió a $2287,5 millones en 2019, el 2,24% del producto interno bruto (PIB) del país de ese año.

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La playa del Murciélago es uno de los atractivos más visitados en Manta, pero está desolada debido al aislamiento domiciliario por la pandemia del coronavirus. Foto: Cortesía

Las estimaciones indican que los ingresos en la industria turística se reducirán este año el 70 % comparado con el 2019. La situación se da en un país que de por sí no aprovechaba su potencial turístico en comparación con las naciones vecinas.

A Colombia llegan cinco millones de visitantes al año, diez veces más que hace 15 años. Ecuador apenas duplicó ese número en el mismo periodo con 1,5 millones en 2019. A Perú lo visitan más de seis millones de turistas. Estas cifras excluyen a los venezolanos para no distorsionar debido a ola migratoria de ese país.

La tasa de crecimiento del año pasado fue del 4,3 %, según la ministra de Turismo, Rosi Prado de Holguín, quien refiere que solo en marzo las pérdidas del sector superaron los $250 millones, de acuerdo a los datos de facturación real del Servicio de Rentas Internas (SRI). “En abril será mayor debido a que en marzo si se operó la mitad del mes”, afirma.

La llegada de más turistas evidencia que Ecuador es bello, pero también son lindos el resto de países que hacen más promoción de sus atractivos, indica Holbach Muñetón, presidente de la Fenacaptur. “Esto no es que abro, enciendo la máquina y llegaron los turistas. Las líneas aéreas dicen que abrirán los viajes vía Panamá desde junio, pero no al ritmo de antes de la pandemia”, agrega.

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Para acelerar la reactivación se vienen promociones agresivas de paga dos noches y quédate cuatro en el Caribe. ¿Y qué hacemos acá?, se pregunta Muñetón: “Poner más impuestos que encarecen los paquetes turísticos con la misma oferta”.

El experto en turismo sostenible y empresario Niels Olsen asegura que urge un régimen especial que se adapte a la realidad de la industria con “la facilidad de jornadas diarias, semanales y mensuales y la contratación por tiempo definido”. Este es uno de los planteamientos del gremio del turismo al Gobierno central para enfrentar la crisis actual.

En el ámbito tributario “se solicita la importación libre de aranceles para equipo y mobiliario hotelero por un valor igual o menor a $250 000 en 2020 y 2021 con prohibición de comercialización”.

Olsen considera que la flexibilización de las condiciones de cancelación dará seguridad al viajero internacional, que podrá modificar su fecha de vuelo sin perder dinero.

La postergación del pago de las obligaciones con el IESS y el SRI hasta el primer trimestre del 2021 es otro pedido, así como una prórroga para cubrir las deudas y créditos con periodos de gracia.

“Los países vecinos entienden cómo funciona el turismo. Costa Rica acaba de anunciar hace pocos meses una línea de crédito de $50 millones a las pymes (pequeñas y medianas empresas) de turismo con tres años de gracia y plazo de quince años a un interés del 3 %. En Ecuador no hay un crédito menor al 8,9 %”, dice Olsen.

La apuesta está en el turismo de negocios, aquellos viajes comerciales que son impostergables y los movimientos internos de los empleados del resto de las empresas, concuerdan los empresarios turísticos.

Patricio Costales, gerente del hotel Zeus en Riobamba, indica que el turismo es una industria que redistribuye el 90 % del flujo que genera. Desde el conductor de la van, el guía, incluyendo al dueño de casa que ofrece alojamiento y los restaurantes.

Los estudios indican que el turismo genera, incluyendo el movimiento interno, unos $5400 millones al año. Es el tercer sector más importante del país, dice Muñetón.

El perfil de los extranjeros que llegan a Cuenca (foto) y Galápagos es el adulto mayor y los jubilados, grupo vulnerable ante el COVID-19. Foto: Johnny Guambaña

Esteban Fiallos, presidente de la Cámara de Turismo de Manta y principal del hotel Poseidón en la misma ciudad, refiere una encuesta en la que se concluyó que las empresas vinculadas al turismo tenían previsto reducir más del 40 % de su nómina a finales de abril en ese cantón manabita.

Las proyecciones anotan que las pérdidas calculadas desde el inicio del aislamiento en los domicilios el 16 de marzo pasado hasta finales de este mes sumarán unos $19 millones, solo en Manta. “Seguramente ya en mayo los despidos cubrieron el 60 % de la nómina”, refiere.

En un hotel de cien habitaciones trabajan unas 110 personas. Un centro de alojamiento 5 estrellas, en promedio, da empleo a una persona por cada habitación. “La recuperación dependerá del tiempo que demore el impacto de esta pandemia en el sector”, agrega Fiallos.

La reactivación será distinta ya que, por ejemplo, los cruceros que recorren Galápagos no podrán zarpar hasta que llenen toda su ocupación, contrario a un hotel que puede operar a media llave. (I)