Existen muchos mitos en torno a la donación de sangre en Ecuador. Esto puede generar temor en las personas que dudan y deciden no dar el líquido vital, disminuyendo la posibilidad de salvar miles de vidas.

Una tesis nueva, pero falsa, surgió con la pandemia: que si una persona contrajo COVID-19 no puede donar sangre. Carlos Vásquez, director del Banco de Sangre de la Cruz Roja del Ecuador, lo niega tajantemente.

De hecho, los glóbulos rojos de personas que tuvieron el virus son muy solicitados: “Se está investigando el plasma. Este plasma es rico en defensas y se necesita más ese tipo de sangre. Se debe esperar 30 días después de superar el virus para donar”.

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Además, recalca que el COVID-19 no se transmite ni circula por la sangre, por lo que “no hay riesgo de infectarse” en la extracción.

Otro de los mitos más comunes es que donar sangre puede engordar, adelgazar o provocar anemia al donante, pero esto también es falso.

Miembros de la Autoridad de @ATMGuayaquil, se sumaron a la campaña de donación voluntaria de sangre para salvar vidas. pic.twitter.com/KtgLgd0HNH

El peso corporal no se ve afectado por este procedimiento. A quien participa en la donación se le extrae una cantidad que oscila entre 450 y 480 mililitros. Esto no provoca ningún tipo de cambio en el cuerpo humano, indica Román Ochoa, jefe del Banco de Sangre de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

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También aclara que la sangre no es un fluido limitado del cuerpo humano como muchas personas creen. Cuando se extraen los mililitros, por lo general el cuerpo tarda en reponer la cantidad extraída en un máximo de 24 horas.

Uno de los mayores miedos es contraer enfermedades o infecciones en el proceso de extracción, especialmente el VIH. Sin embargo, afirma Ochoa, todo el material que se emplea en el procedimiento es nuevo, de un solo uso y totalmente estéril.

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Además, las personas son sometidas a un control previo a la donación. Luego, una vez recolectada, la sangre es analizada para la detección de infecciones antes de su uso.

El fluido se somete obligatoriamente a pruebas de detección del VIH, chagas, de los virus de las hepatitis B y C, y de la sífilis. Si se detecta alguno de estos males, la sangre se descarta para ser transfundida.

Hay personas que se han enterado que padecen de alguna patología cuando fueron a donar. Esto también permite dar una alerta y dar tratamiento oportuno. Estamos en la obligación de contactar a la persona y decirle lo que salió en los análisis”, señala Ochoa.

También se puede donar sangre si se tiene un tatuaje o un piercing. Solo hay que esperar seis meses desde la fecha en la que se hizo el tatuaje o la perforación para donar, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Después de procedimientos odontológicos menores hay que esperar 24 horas, y si se trata de intervenciones dentales mayores hay que dejar pasar un mes.

La edad ideal para donar el fluido vital está entre los 18 y 65 años. La persona debe pesar un mínimo de 50 kilos y gozar de buena salud.

Hay muchas formas de ayudar, lo importante es decidirte a hacerlo. #DonaSangre #DonaVida pic.twitter.com/tGhLzcIyda

No se debe donar sangre cuando se han mantenido actividades sexuales “de riesgo” (por lo general sexo entre hombres por el riesgo de VIH) en los últimos 12 meses. Tampoco cuando la persona se ha inyectado drogas.

Además, no es aconsejable donar sangre durante la lactancia. Después del parto, el periodo de aplazamiento es de al menos 9 meses (como la duración del embarazo) y hasta 3 meses después de que el lactante haya sido en gran parte destetado, asegura la OMS.

Hay cuatro tipos principales de sangre: A, B, O y AB. La más común es la O positivo. Se estima que 37,4 % de la población mundial tiene este tipo de sangre. Luego está la A positivo (35,7 % de los habitantes del planeta la tiene).

Sin embargo, hay tipos muy raros de sangre. La AB positivo y la AB negativo solo la tienen el 3,4 % y el 0,6 % de la población mundial, respectivamente.

Pero el tipo de sangre más raro es la Rh nulo. Fue detectada por primera vez en 1961, en una mujer aborigen australiana. Desde entonces, solo se han conocido cerca de 43 casos en todo el mundo.

Salvar vidas es el principal propósito de donar sangre o recursos sanguíneos como las plaquetas. Ecuador, hasta antes de la pandemia, registró una leve mejoría en el número de donantes, pero con el COVID-19 hubo una caída dramática, abril fue el mes más crítico: se extrajeron 4421 unidades, una reducción del 77 % comparado con las 19 146 del mismo mes de 2019.

El país no ha logrado llegar a los estándares internacionales de donación. Ochoa y Vásquez piden acercarse a los bancos de sangre. Estos están abiertos las 24 horas durante todo el año. (I)