Por Patricia Sandoval

La falta de liquidez del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), tanto por la falta de pago del Gobierno del 40 % de las pensiones (que ya asciende a $1416 millones desde octubre de 2019 hasta la fecha), así como la dificultad en la recuperación de la cartera hipotecaria, quirografaria y prendaria, y por otro lado las pocas opciones para obtener liquidez, complican cada día más a la institución y a su banco: el Biess.
Así, las necesidades de financiamiento del IESS hasta diciembre de 2020 llegan a $2330 millones, pero la desinversión que se ha planificado hacer al Biess para cubrir esta necesidad ($1630 millones) es insuficiente. Esto se establece en un informe de la Superintendencia de Bancos emitido el 22 de julio pasado.
Cómo piensa llenar el IESS ese bache de unos $700 millones, aún es incierto. Solo hasta junio el Biess ya ha desinvertido $565 millones.
La Superintendencia también señala que, de enero a diciembre, el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte prevé tener ingresos por $3012 millones, pero los egresos proyectados son de $4832 millones, por lo que solo para este Seguro se deberá desinvertir $943 millones. En cuanto al Fondo de Salud, se espera tener ingresos por $1520 millones, pero los gastos ascenderán a $2093 millones. En este sentido se debe desinvertir de este otro fondo $469 millones.
De acuerdo con César Robalino, expresidente de la Asociación de Bancos Privados y actual miembro del Colegio de Economistas, el Seguro Social es una bomba que puede explotar en cualquier momento.
El Banco del Seguro debe ir desinvirtiendo recursos para cumplir con sus afiliados. Pero esta institución bancaria tiene un límite de movimientos, pues tienen al menos $8000 millones en bonos del Estado, que no podrían hacerse líquidos; además tiene importantes inversiones en fideicomisos, por ejemplo del sector eléctrico, que tampoco son susceptibles de desinvertir.
Por otro lado, la recuperación de la cartera hipotecaria, quirografaria y prendaria puede ser un problema, ya que al haber perdido muchas personas el empleo, difícilmente podrán cumplir con los pagos de sus préstamos y deberá proceder a reprogramar. En todo caso, esto irá reduciendo la liquidez, indica.
Y el pago del 40 %, para Robalino, es vital. Sin embargo, según el informe de la Superintendencia no ha habido mayores avances en las conversaciones entre el Ministerio y el IESS-Biess para concretar una solución. Dice que de las actas se concluye que se han limitado a tratar un tema de errores en la información
“Le dije al ministro de Finanzas que debe resolver este tema de manera urgente; porque el momento que se deje de pagar a los jubilados, con virus sin virus ellos se organizarán y saldrán a las calles a protestar, y eso no conviene desde el punto de vista social”, agrega.
La solución que sugiere es que se busque un crédito de multilaterales para pagar al IESS unos $1000 millones en efectivo, y el resto se pague con bonos a 5, 10 o 15 años.
Considera que la posibilidad de titularizar la cartera hipotecaria o quirografaria o usarla como colateral, como lo ha anunciado el actual gerente del Banco, Diego Burneo, no sería conveniente. Estas opciones le saldrían muy caras al IESS y al Biess, dice.
Explica que en el caso de la titularización de cartera, los bancos o inversionistas pedirán un fuerte descuento, considerando los riesgos de que la cartera quede en mora, lo que afectaría el patrimonio. Si se usaran los activos como colaterales, los inversionistas seguramente pedirán un respaldo de cartera muy superior al valor del préstamo, dice.
Para Robalino, sería volver a cometer el mismo error de Finanzas al adquirir créditos con colaterales altísimos, como lo que pasó con Goldman Sachs y Credit Suisse. “Igual que en la vida privada, cuando alguien está contra la pared y requiere liquidez, puede tomar una serie de decisiones que no son las más adecuadas. Se apresura a ir a donde el chulquero, que le saca el aire con la tasa, y, si no le puede pagar, le pega un tiro”, comenta. (I)

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