El cementerio del cantón La Concordia, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, está repleto y no hay espacio, sobre todo para sepultar a fallecidos a causa del COVID-19 o síntomas asociados a la pandemia, reconoció su alcalde, David Álava.

"Se nos completó el cementerio, estamos abriendo de urgencia otro centro para el tema COVID-19. La gente tiene que hacer conciencia y no salir así nomás", agregó.

Esto porque algunos ciudadanos aún no toman medidas de control ante la pandemia y por eso los casos van en aumento en esta ciudad y en la provincia. Así, hasta el martes 11 de agosto en Santo Domingo de los Tsáchilas se reportaron 4053 casos confirmados de COVID-19, según el COE nacional. De estos, 705 eran de La Concordia.

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Y la cifra de muertos confirmados por COVID-19 llegaba a 271 en la provincia. En cambio el reporte de fallecidos por esta pandemia habla de 305.

Rodrigo García, gobernador de esta provincia, indicó que siguen con las brigadas para buscar casos de COVID-19 y que también están pendientes de que comerciantes, negocios y otros se cumplan con las medidas de bioseguridad señaladas.

"Estamos tratando de salir, porque los emprendimientos no pueden esperar. Hay mucha gente que me dice: vea señor Gobernador, aquí si no morimos de COVID-19, vamos a morir de deudas o vamos a morir de hambre", expuso.

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Pero no todos cumplen. En La Concordia aún hay “barrios calientes”, donde la ciudadanía no porta mascarillas, irrespeta medidas y no hacen caso a los llamados de atención, se dijo. Por eso algunos ya han sido sancionados.

En Santo Domingo de los Tsáchilas se esperan aún los resultados de 1450 personas con sospechas COVID-19. (I)