El ciclo solar 25 es una nueva fase en la polaridad del Sol que determinará cambios en la meteorología espacial y tendrá un duración aproximada de 11 años, de acuerdo a un informe de la NASA.

Realmente, el nuevo ciclo solar empezó en diciembre pasado, sin embargo, los expertos de la NASA y de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) recién lograron confirmar la información y se encuentran analizando sus consecuencias para la Tierra y para los astronautas en el espacio.

En este contexto, el Sol se mueve generando un potente campo magnético que cambia completamente de polo, en lo que se llama un ciclo solar y que dura unos once años más o menos.

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El ciclo solar afecta la actividad en la superficie del Sol y se manifiesta a través de las manchas solares causadas por los campos magnéticos. A medida que los campos magnéticos cambian, también lo hace la cantidad de actividad en la superficie del Sol.

La NASA trabaja en modelos predictivos para poder pronosticar el clima espacial.

"A medida que salimos del mínimo solar y nos acercamos al máximo del ciclo 25, es importante recordar que la actividad solar nunca se detiene, cambia de forma a medida que oscila el péndulo", dijo Lika Guhathakurta, científica de la División de Heliofísica de la NASA.

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Los científicos rastrean el progreso del ciclo, de una actividad mínima a una máxima prevista para julio de 2025, a través de las manchas solares, que en su apogeo generan explosiones gigantes, erupciones o eyecciones de masa coronal que pueden arrojar luz, energía y material solar al espacio.

Las predicciones del clima espacial también son fundamentales para respaldar los proyectos con las naves espaciales y los astronautas del programa Artemisa, con el que la NASA planea enviar a la primera mujer a la Luna en 2024 a través de empresas privadas que se encargan de operar los lanzamientos y los viajes espaciales. (I)