La fusión con la Secretaría del Agua anunciada en 2018, pero concretada recién en marzo de este año, la supresión de la Subsecretaría Marino Costera conocida en mayo del 2020 y la desvinculación de 398 colaboradores el pasado 30 de septiembre suponen un debilitamiento progresivo y agudo del Ministerio del Ambiente y Agua del Ecuador (MAAE).

Los recientes despidos preocupan más debido a que 30 funcionarios trabajaban en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). 23 eran guardaparques, 4 eran administradores y 3 eran especialistas.

La separación del personal provocó la renuncia del viceministro Steven Petersen al no estar de acuerdo con la medida. En Ecuador hay 60 áreas protegidas y constituyen el 20 % del territorio nacional.

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“Yo le pregunto al ministro de Ambiente (Paulo Proaño) con quién va a cuidar estas zonas. Ya había déficit de personal en las áreas protegidas y esto (despidos) lo agrava. Vemos que talan dentro de las reservas, queman humedales como La Segua, aumenta el tráfico de vida silvestre. Ya nadie le hace caso al MAAE”, dice Tarsicio Granizo, director de la organización WWF-Ecuador y exsecretario de Ambiente del actual Gobierno.

La inestabilidad política también afectó al MAAE. En la administración de Lenín Moreno han pasado seis secretarios por ese ministerio y cada uno ha llegado con agenda y objetivos propios lo que ha provocado que no se mantengan y cumplan metas a mediano y largo plazo.

Para Granizo existe un debilitamiento y desmantelamiento general del Estado, pero que se volvió crítico en la rama ambiental: “Yo no sé cómo van a tramitar las más de 8.000 licencias que están atoradas y los permisos de agua. Fusionan dos instituciones públicas y les quitan personal”.

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El MAAE, mediante un comunicado, indicó que la separación de funcionarios obedece a un tema de optimización de recursos. Sin embargo, Granizo afirma que gran parte del personal que salió era gente cuya experiencia y conocimientos eran valiosos.

Carta al Presidente de la República @Lenin sobre la situación actual del Ministerio de Ambiente y Agua del Ecuador @Ambiente_Ec#NaturalezaEnPeligro #NoMásDespidos @PauloProanoA#SinGuardaparquesNoHayConservaciónhttps://t.co/Ke0rvaMKIu pic.twitter.com/m6R6VJEa95

Con la actual crisis económica, también se recortó el presupuesto del MAAE. Para este 2020, por ejemplo, se destinarán 22 millones de dólares para programas y proyectos ambientales, pero en 2018 fueron 58 millones.

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La austeridad ha llevado a que funcionarios como guardaparques paguen, de sus propios recursos, la gasolina para movilizarse dentro del SNAP y hasta comprar papel higiénico para los turistas, asegura Granizo.

Además, entre junio, julio y agosto de este año ya se habría desvinculado a varios cuidadores de bosques.

Según Augusto Granda, presidente de la Asociación de Guardaparques del Ecuador, los miembros de su organización siempre han trabajado más de las ocho horas diarias para “ponerse la camiseta” y que esto aumentará para tratar de suplir al personal que salió, pero que física y mentalmente pronto habrá un colapso.

La inestabilidad en el MAAE no ha permitido llevar los programas ambientales, especialmente con oenegés, de manera planificada, afirma Sebastián Valdivieso, director del programa WCS Ecuador.

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Cada ministro entra con una visión que trata de llevar a subsecretarios, direcciones, unidades, pero luego cambian funcionarios y se genera la incertidumbre dentro del propio ministerio de saber cuál es el camino a seguir. Se ha debilitado al MAAE aunque no creo que sea con intención”, dice.

Con la desvinculación del personal y el desmantelamiento del MAE se vislumbra un panorama sombrío en el país, en donde diversos intereses económicos harán lo que sea para obtener ganancias a costa de la naturaleza.

El experto asegura que los problemas ambientales del Ecuador no nacieron con la reciente desvinculación del personal, aunque sí los ahondó. Dice que la falta de control de la deforestación o el tráfico de vida silvestre han estado en la palestra nacional durante décadas y esto demuestra que no hay una idea clara de la gestión ambiental a nivel país.

El poco tiempo que le queda y la falta de voluntad política, según los expertos, limita al actual Gobierno para estructurar un plan nacional a largo plazo sobre los problemas que aquejan a la naturaleza del Ecuador.

Es por eso que piden a la ciudadanía que a su vez exija a los candidatos presidenciales ubicar en sus agendas el tema ambiental y que propongan soluciones sin demagogias y sin polarizar más a la sociedad.

Los especialistas concuerdan en que la naturaleza del país está en grave riesgo y que se debe reforzar por todos los medios posibles a la autoridad ambiental. (I)