Fue a través de esta entrevista que Javier Lozano, Karolina Morales y Édgar Vaca conocieron del nuevo contrato de emprendimiento que rige desde el pasado 30 de octubre y que es parte de las nuevas modalidades de trabajo.

Todos son emprendedores y tienen el mismo objetivo: desarrollar sus negocios y brindar fuentes de empleo formales.

Javier Lozano tiene su emprendimiento hace tres meses y junto con su esposa, Mabel Cobo, se encargan de la fabricación, comercialización, distribución y publicidad de Ally Clean, un desinfectante de manos biodegradable.

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Lozano cree que este contrato es flexible por las jornadas de trabajo que brinda, como parcial, ordinaria, diurna o consecutiva. Por ejemplo, laborar 40 horas semanales en 6 días o trabajar hasta 20 días consecutivos respetándose los periodos de descanso forzoso.

Así también por el tiempo de contrato de un año y con la opción de un periodo de prueba de hasta 90 días.

“Se incentiva a los emprendimientos nacientes, primero a que se dé la producción y segundo, genera nuevos empleos. Este contrato ayuda a que el emprendimiento produzca de una forma flexible y adecuada a sus requerimientos”, menciona.

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Según una encuesta realizada por el Club de Emprendedores a 116 personas, el 66 % dijo desconocer el contrato que tiene más de una semana de vigencia. Pero un 100 % se mostró interesado en conocer más y un 83 % cree que le beneficiaría para su emprendimiento.

Ese interés lo tiene Karolina Morales, que es parte del Centro Médico Integral Vida Bella, que lleva cerca de un año. Cuentan con ocho personas laborando bajo facturación y señala que con este nuevo contrato es un ganar para ambas partes.

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“Ya no hay abastecimiento para dar empleo para lo público, estamos en el momento de ser nuestro propio jefe y brindar empleo a otras personas”, apunta.

Para que Morales pueda contratar es necesario que el emprendimiento esté inscrito en el Registro Nacional de Emprendimiento (RNE), un requisito que establece el Acuerdo Ministerial MDT-2020-222. El RNE lleva cerca de 99 emprendedores inscritos, según datos del Ministerio de Producción.

Y este procedimiento espera realizarlo Édgar Vaca con Bryed Consulting, una consultoría en seguridad industrial con tres años.

Dice que el espíritu del contrato es importante, pero le preocupa que haya abusos. “El Ministerio (de Trabajo) lo hace con la mejor intención, pero en este caso a veces es la mala utilización del empleador, que lo hacen a su conveniencia”, dice.

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Vaca hace referencia a la temporalidad del contrato, que de acuerdo con el reglamento es de un año con la posibilidad de renovarse por el periodo de registro en el RNE, es decir, cinco años. Luego de esto, si las partes consideran necesario, se vuelve indefinido.

Vaca cree que los contratos debieron ser a dos años y luego de este tiempo, indefinido.

Sin embargo, para Guillermo Maldonado, director del Club de Emprendedores, la temporalidad es ajustable por las propias características.

Explica que la mayoría de emprendimientos no llegan a los tres años de vida y será difícil dar una indemnización a un colaborador cuando los recursos no son comparables a una empresa.

“Al menos en los costos salariales, no arriesgarse a tener un contrato de por vida que puede costar indemnizaciones altas si el negocio no funciona”, expresa.

Añade que el contrato va a generar emprendimientos sólidos que operen por obras como en temporadas económicas altas como la Navidad o regreso a clases. “Me va a permitir crecer cuando necesite y beneficia al trabajador nuevo. Así también tener más de un empleo y en ambos afiliación al IESS”, apunta.

La consultora financiera Paola Aulestia señala que las contrataciones ayudarán a dinamizar la economía en un momento crítico por la pandemia. Pero cree que no lo realizarán todos los emprendedores justamente por la crisis.

“Hay que ver el equilibrio y no todos los emprendedores están en la capacidad de contratar personal y sigue la mentalidad del emprendedor que ahorrar costos es quitar beneficios al trabajador y no es así porque la fuerza laboral ayuda a los emprendedores”, menciona.

En tanto que para Guido Caicedo, profesor de Espae (Escuela de Negocios de la Espol), faltó un detalle.

“Es una alternativa más de contratación, pero podrían considerarse otras. Es importante conversar con los emprendedores y entender a fondo sus problemas y necesidades para buscar soluciones que les proveen flexibilidad en las contrataciones, pero que a la vez sean claras y justas para la persona que entra a laborar con ellos”, expresa. (I)